domingo

INTERLUDIOS DEL CORAZÓN ~ Septiembre 2014









1. Reconócete ahora Amado/a, como el diestro explorador, que va de la Oscuridad a la Luz, así dando la vuelta, rastreando cada zona, investigando, conociendo, comprendiendo, utilizando, transmutando, creando. Si vas de este modo, haciendo tuyo todo lo que Es, el interior y el exterior serán Uno, si no reniegas de lo que ves, de lo que escuchas, de lo que haces, de lo que eres. Si reconoces todo, sin involucrarte en nada, es decir lo denso o lo transparente, lo sientes, lo pasas, lo tomas sin quedarte, ni estancarte; entenderás Hijo/a Mío/a, que es la manera de pasar de una a otra Dimensión, adquiriendo la experiencia y el conocimiento que te hacen único, parte del colectivo para converger en la Unidad con todos.


2. Ahora bien Querido/a, has adquirido algún conocimiento y estás trabajando con él en ti mismo/a; a la vez observas a tus hermanos que están padeciendo alguna que otra calamidad y las reconoces, porque tú padeces lo mismo, sabes qué son, cómo se originaron y qué causan. Y ya no te lanzas como otrora a querer salvarlo, a intentar sanarlo, eso es bueno Hermoso/a, sabes que así no es como funciona. Tú acompañas a tus semejantes, comprendiéndolos y siendo ejemplo, así nada más, sin hablar de lo que haces, a no ser que te lo pidan; tú, sólo sé, deja ser a tus hermanos, siente ese Amor dentro tuyo y envuélvelos con Él, míralos y rodéalos de Luz. Esa Luz y ese Amor que les envías se unen directamente a su propia Luz y Amor, que tienen escondidos. Así, quizá en la Dimensión en que se encuentran, no vean lo que Nosotros observamos.

El brote de la Divinidad comienza a emanar la Belleza y la Gracia, que se desenvuelven dando las más elevadas vibraciones y la diversa fastuosidad de colores, expandiéndose por el Cosmos. Ten la seguridad que procediendo de este modo, la Magna Maravilla obra en todos y en todo lo que Es.


3. Hermoso/a, sé cauto/a, si te enfrentas a inconvenientes que te alejan y apartan de tu bienestar, no es prudente que los comentes haciéndolos viral. Fíjate con quiénes compartes tus tristezas y sufrimientos, tampoco es necesario que los escondas, ni que les des la espalda, tienes que salir de tu cajita de cristal; tú sabes hermoso/a. que todo llega por alguna razón, trabaja en ello y hazle frente. Ve adentro y habla con Tu Ser Superior, tú sabes bien cuál es su morada, se encuentra en Mí Tu Corazón, Él siempre está ahí viéndote, esperando le hables y le des la autoridad que le corresponde, pídele que guíe a las personas que están ahí afuera, quienes te acompañarán y comprenderán, mas no serán todos; será el Ser o los Seres que llegarán para apoyarte con esa Incondicional que los hace únicos, sin juzgarte, con el sostén que necesitas para esa circunstancia por la que estás atravesando. Ellos te traerán como regalo soluciones con valiosos resultados, son los enviados en el plano en que te encuentras; más Querido/a, no desesperes recurriendo a todo aquel que pase por tu lado, agudiza tu Mente y abre tu Corazón, te harán saber a quién o a quiénes participar de tus padecimientos, no te impacientes, serénate y recibe las respuestas.


4. ¿Tú qué crees Amado/a? Mira, la queja es una enfermedad que te consume y llena de ira, irradiando.

Te incomoda tal o cual situación, te molesta tal o cual Ser, te vas resintiendo y quieres que tu entorno cambie, que el Mundo cambie, que haya Paz, es más exiges todo eso. Lamento decirte que así no es Mi Bien, ¿¿Cómo eres tú? ¿acaso, no causas molestias a nadie? ¿tu accionar es del agrado de todos? Fíjate lo que atraes y ve lo que eres, comienza a sacudir tu alcoba, abre tus ventanas y purifica el aire, el trabajo es arduo; y cuando menos te des cuenta ya no habrá quejas, dado que estarás muy ocupado en ser lo que pretendes de los demás. Ahí es cuando te conviertes en un templado Maestro y en un Discípulo fiel; sabes que no tienes nada que hacer afuera y todo por convertir por dentro. Así, algo habrá cambiado Mi Amor, ese cambio es en ti, ese cambio influye en tu entorno y por ende en el Cosmos.


5. Cuando agudizas tu Atención y te conviertes en un Observador de primera calidad; puedes verte, ver a tus semejantes, ver a tu entorno y al Cosmos inclusive. Según tu Frecuencia Vibratoria ¿¿Qué ves cuanto tu mirada se vuelve a ti? puedes ver Mi Amor, quién eres en realidad, el espacio que ocupas y cuál es la causa por la que te encuentras donde estás y la circunstancia por la que estás pasando. Así mismo, puedes ver a tus semejantes, tu entorno lo visible e invisible que en él habita y al Cosmos. Cuando estás en ese punto donde puedes ver Mi Vida, cuando sientes esa unión con la Fuente y la sostienes; tú estás en un Nivel de Conocimiento, donde Comprendes cada situación y Obras con la compasión Amorosa que te es revelada para cada situación.

El Valor de la asistencia que puedes brindarte a ti, a tus semejantes, a tu entorno y al Cosmos, no radica en tal o cual técnica de la que no vamos a restarle importancia alguna; el Mérito lo tiene tu Sentir Mi Bien, tu disposición y ese Amor Divino, Incondicional, Universal, Infinito y Eterno, al que te abres y brindas. Por esto Querido/a Mío/a, si algún pasar ingrato Observas, sea en ti, en tus semejantes, en tu entorno o en el Cosmos; envuélvete en la Luz blanca, transparente y brillante y el Amor de la Fuente, encomiéndate a tu Ser Más Elevado, pídele consejo, escúchalo con la mayor atención de la que dispones y nunca olvides decir: Que se haga Tu Voluntad!!!. Luego envuelve con esa misma Luz y Amor, a tus semejantes, a la circunstancia por la que estén pasando, al entorno o al Cosmos y obra en consecuencia. Puede que se te indique qué hacer en forma visible, puede que se te lleve a otros planos donde tu labor en conjunto con la más Alta Esfera de la Luz, será invisible a los ojos dormidos. Tú mantente así conectado/a, en calma, armonía y en Paz, confiado/a, seguro/a de que todo será hecho por la Voluntad del Padre.


6. Párate un instante y mira el cuadro, el brillo, las formas y colores; tu labor es mantener, restaurar (en tanto sea necesario) y/o crear figuras nuevas en ese tu cuadro, tu pintura. Mira el cuadro Amado/a, dime ¿Cómo lo ves? es bello!!! ¿verdad?, ¿lo sientes en ti?, es esa la belleza con la que fuiste creado, Recuerda Mi Bien, tú estás volviendo a ella. Regresa Querido/a Mío/a, todavía hay mucho por hacer, muchas Lunas, muchas Dimensiones, has atravesado tanto … tu Don de Fuerza te trajo hasta aquí, has avanzado muchísimo, mas tus estudios aún no culminan. Siente en tu Corazón lo aprendido y marcha, ahora que lo sabes, que tu Conciencia alcanzó su lucidez, colabora con el Universo, interactuando con tu Inteligencia Superior, Hijo/a Amado/a, muestra tu habilidad con el pincel de la Gracia Divina.


7. Mi Querido/a, abraza todos los estados, las virtudes más excelsas, a todos ellos sirve y sírvete de ellos; pero ten presente siempre, que con cada virtud que expreses, se acompañe de la más pequeña y magnánima, la Humildad. Así es Amado/a, si Das hazlo con Humildad, si tomas Conocimiento abrázalo desde tu Humildad, si Comprendes que sea con Humildad, si obras en Bondad procede Humildemente, si eres Amable que la Humildad esté en ese acto, si eres Abnegado hazlo en Humildad, si Amas que sea en Humildad. Ser Humilde no es ser apocado, ni desmerecerte, ser Humilde en el Sentido Real, es una de las cualidades más Elevadas, más Fuertes, de más Poder, de mayor Conocimiento, de gran Sabiduría y que conlleva al Amor de la fuente en sí mismo. Ser Humilde es reconocer que Eres y estás en el Cosmos, Eres parte y Eres Todo; cuando caminas por delante, por detrás, o al lado de tus semejantes, sin discriminación alguna; Amando todo lo que son y todo lo que es, siendo lo que Eres y lo que Son en Unidad. Ser Humilde no es ser permisivo, ser Humilde es entender quiénes Son y saber quién Eres, transmitiéndolo desde tu más profundo Ser y con tu Ejemplo; hayas sido lo que hayas sido, vivido lo que hayas vivido, ahora despierto sé Humilde y Comprende, que nada fue en vano, así Ama Humildemente. La Humildad, es el Pan de cada día, que te acompaña con cada pensamiento, sentimiento y obra; úsala por su Valor Real.

Que tu Intención no sea mostrar lo que tú Eres, que tu Intención sea que cada quién descubra quién Es; esto obrará en ti y se expandirá por la Humildad, otorgando un alto nivel vibratorio de Elevación y Evolución, a tu Ser y todo lo que te rodea.


8. ¿Te has dado cuenta Mi Bien? ¿que, pasó mucho tiempo desde esa situación en la que te acongojaste? la que cansado/a de intentar respuestas y soluciones, ubicaste en la biblioteca del Recuerdo, como un libro, que ya no pensaste leerías. Hoy lo que otrora te rompió el Corazón, vuelve a presentarse ante ti, esta vez no para que lo sufras, para que lo retomes desde tu Amor, para ofrecerte una nueva oportunidad, de disolver toda duda, aclarar el desorden, desbloquear y abrir nuevas posibilidades. Hoy, ¿¿Cómo estabas hoy, Amado/a? tú, estabas en Paz y Armonizado/a, tu Ser, dispuesto a recibir los dones que el Universo te tiene reservados. Por ello Mi Querido/a, cuando sueltas el control, cuando ya no eres expectante, cuando permites que el Maestro Tiempo y la Maestra Vida hagan su labor, sin rendirte a la ansiedad; como un puzle imantado, todas las piezas se van uniendo, dando lugar en tu existencia a la perfecta figura del puzle.


9. ¿Cómo transmutas la Oscuridad que hay en ti, Hermoso/a? abrazándola, reconociéndola, aceptándola y apreciándola, si Hijo/a Querido/a, Amándola, ya que ella te está brindando una información, un aprendizaje, te está dando la oportunidad de realizar el arte de la Alquimia, de transmutar, de crear, con mayor preciosidad todo lo creado y lo por crear. Es importante que sepas, que no es necesario que te quedes con ella y en ella, tiene que servirte para tu estudio y Conocimiento, luego debes si así lo sientes y lo quieres trascenderla, también acá verás una poderosa herramienta: El Libre Albedrío. La Oscuridad no se combate con Oscuridad ya que el resultado es más de lo mismo, esta debe ser una batalla Amorosa de parte tuya, teniendo en cuenta que eres Luz y Amor, cuyo inestimable Poder muestra al Bendito que existe en ti, en tus semejantes y en todo lo que Es.


10. Debes Amado/a, agudizar tus Sentidos, tú sabes ya, que tanto el Mundo Visible, como el Invisible, interactúan cada uno desde sus Planos; tú sabes también, que lo harán con mayor destreza y armonía si estás atento, con la intención puesta en ello, con una bienintencionada actitud hacia ambos Mundos. Ellos captan, ellos sientes, ellos toman, producen y reproducen; sé un benefactor, en cada transformación y creación de los Mundos. Todo lo que tú emites es captado por el Cosmos, todo toma forma y se manifiesta en algún momento, en algún lugar, por ello lo que tú sientas, pienses, digas o hagas, eso será. Las más altas Esferas de la Luz Bendicen este Poder; y agradecen a tu Conciencia, cuando el uso que le das es para el más alto bien de la Humanidad y de la totalidad del Universo.


11. Entiende Mi bien Amado/a, tu no debes, es más no podrás quitarle nada a nadie, mucho menos el sufrimiento, por el que haya elegido transitar para obtener su aprendizaje. ¿Qué puedes hacer? Bien, tú puedes acompañarlo si él o ella, así lo requiere, escucharlo, asistirlo si te lo pide; y sobre todo, desde lo más profundo de tu Ser, envolverlo con la Luz y el Amor que eres y estás capacitado para entregar. Lo sientes quizá doloroso, porque visto desde la dualidad, crees que ese no es el camino, que son muchas las piedras y empinado el sendero, piensas que puede caer y lastimarse mucho; es tu Ego Salvador mi Vida, que te lleva a sentir esa gran pena por tu Hermano/a. Tú sólo siente Compasión Mi Amor, deja que él/ella experimente tanto dolor como sea capaz de soportar; así obtendrá un sustancioso aprendizaje y no lo midas por el tiempo; puede ser en esta vida o quizá en otra. Él/ella es libre como tú y puede elegir, adelantar o atrasar su regreso al Hogar; no intercedas, tu misión es Amar a ese hermano/a, reconociéndote en él/ella, en esta vida, en otras épocas, otras existencias, la Empatía será tu guía.


12. Permite que tu Poder Interno obre en ti y en tu entorno; Él sabe bien lo que necesitas, es probable que no sea lo que tú quieres en cierto momento Mi Amor. Abre tu Mente y Corazón Hijo/a Mío/a, habla con Él, dile lo que piensas, cuéntale cómo te sientes, si bien Él ya lo sabe, tú debes decírselo, tú debes explicarle lo que anhelas, solo así intervendrá o no, según lo considere. Una vez que hayas hecho esto, espera, sé paciente, porque tú intuyes Mi Vida, que Se Hará Su Voluntad, que no es más que para Tu propio Bien y el de la Humanidad; es la Voluntad que mora en ti, mas no puedes ver en su momento.


13. Existen innumerables caminos, para llegar a la VERDAD Queridos/as Míos/as.

Entre Uds. Niños/as del Uno, también hay incontables cantidad de Verdades y son válidas, cada uno/a tiene la suya, cada uno/a tiene su fundamento; Nosotros Observamos cómo se afanan en su defensa.

Hermosos/as, todas sus Verdades se tienen en cuenta en las altas Esferas de la Luz, ya que en cada uno/a existe el Propósito Divino; pero hay Una que es la Gran VERDAD, la que les corresponde por Derecho y por Herencia a Todos, esta VERDAD es EL AMOR INCONDICIONAL. Ella es la que los Libera de toda atadura, dependencia y esclavitud; no la busquen afuera, Ella está como siempre lo estuvo muy dentro de Uds. Amados/as; es su Semilla Estelar, que da sus frutos irrigada por la Gloriosa Voluntad y Magnífico Poder que todos y cada uno le otorga.


14. Mi Vida, en ti hay dos Grandes Moradas, una la Mente y otro el Corazón. Consérvalos pulcros de toda tiniebla y adversidad; presta atención de lo que albergas en cada uno de ellos, o en lo que pretenda entrar, nada ocurrirá si tú no lo permites. Más si en algún tiempo, te encuentras observando pensamientos y emociones como, la ira, el juicio, la crítica y el engaño, oscuras deformaciones, que corroen tus Moradas; tú ya lo sabes Mi Bien, sin revelarte contra estos disidentes, opone tu fuerza mayor con la Luz y el Amor que traes contigo. Así, guarda y crea ideas Virtuosas en tu Mente, alimenta a tu Corazón con los Sentimientos más sencillos y diáfanos; ocúpate en tanto, de purificar, airear y dejar espacio, teniendo en cuenta hospedar invariablemente en ellos lo Superior.


15. Hijo/a Mío/a, te has convertido en un gran navegante entre el Cielo y la Tierra, por momentos viajas hacia el Cielo, en otros por la Tierra. En realidad Querido/a Mío/a, tú perteneces al Cielo y has venido a habitar y experimentar por un tiempo a la Tierra. Estás aprendiendo a disfrutar de ambos estados, en donde la brisa, el Sol y el agua alimentan tu sentir; sabes que de cada lugar, circunstancia y estado en el que te halles existe una enseñanza.

Otrora lo ignoto, se ha vuelto hoy, para ti conocido; así continúas avanzando por Océanos desconocidos, distinguiendo y encontrando la excelencia de tu Ser.

Eres Precioso/a Mi Bien, este desplazamiento va sanando tu materia, fortaleciendo tu Esencia; por tu entrega y Voluntad florece la Mónada.


16. Amado/a, tú me dices ahora: -Sin embargo el dolor y el sufrimiento, aquí por la Tierra, no cesan, pareciera que afloran con intenso vigor. Mira las guerras, mira las matanzas, mira el hambre, la enfermedad, la pobreza, el dolor y el sufrimiento de mis hermanos. Mira las familias destruidas por sentimientos de odio y ambición, por envidiosas desavenencias. ¿Qué hago yo aquí? Intentando ver mi interior, buscando corregir mis desaciertos, practicando técnicas, orando, meditando. Y … ¡no puedo no sentir tristeza en mi Corazón! Ya que veo eso a lo lejos y si enfoco la mirada tan cerca de mí está el dolor.- -¿Quieres que te diga Mi Vida? Escucha, ¿¿Cuántas veces hemos hablado sobre el trabajo que le atañe a cada uno?, primeramente conocerse a sí mismo. Dime, ¿crees que tu tristeza, amargura, enojo, ira, rabia y resentimiento, ayudan en algo? Dale un tiempo a tu tristeza y a todo sentimiento de dolor que te desborda, luego actúa. Si cada uno hace lo que le corresponde, Querido mío, desde donde están, en su sitio, sí, en el lugar que ocupan, pueden ser médicos, maestros, dirigentes políticos, jefes de seguridad, recolectores de basura, amas de casa, servidores domésticos, presidentes, arquitectos, carpinteros, albañiles, jardineros. Ocupar todos los puesto imaginados y creados por el hombre; sea el que sea tú debes emanar bajo cualquier condición, el Amor más profundo hacia todo y todos. Piensas que esto no es nada, esto es lo Magnífico, esta labor nacida naturalmente, sin ser forzada, es la más valiosa; ella, aunque a tu mirada física no se muestre, dejará la huella más profunda en ti, en cada ser y situación por la que vivan. Por ello en cualquier puesto que ocupes, hagas lo que hagas, lo primero y fundamental es sentir y emanar el Amor del Uno, que se encuentra en todos y en todo lo que Es.

Desde la intensidad de una Mente libre de influencias perniciosas, bajo la mirada y expansión intensa del Amor, todo renace, todo se crea; recuerda Querido/a Mío/a, el tiempo es una herramienta de Uds., donde Nosotros estamos el tiempo no existe, por ello no le pongas a tu Amor una hora, un día, un mes, un año, o más también.

Hermoso/a, en medio de la desventura permite que la Paciencia abrace tu Ser.


17. Descúbrete Mi Amor, muestra quien eres, has estado tanto tiempo camuflado/a, sin saber de tu auténtica realidad. No es que debas gritarlo, ni vociferarlo, esto no es necesario, es a ti mismo/a, a quien debes exponerte, ser genuino/a, reconociéndote; lo que tu hermano/a piense, sienta y diga que no coincida contigo, debe ser para ti secundario; es quizá lo que él quiere o pueda ver, sentir; tú ahora estás apto para considerar tu verdadero Ser, él está en camino de lograrlo también. Por ello no intentes dar explicaciones vanas, porque no te entenderán, no serás convincente para ellos, que también están haciendo su camino, permite que lo hagan a su modo. Sin embargo, Querido/a Mío/a, esto no resta que en todo momento y circunstancia pongas atención a que tu Mente y Corazón se mantengan siempre unidos a todas las Mentes y Corazones, dando lugar y fortaleciendo el Despertar de todas y cada una de las Conciencias.


18. Entonces Mi Vida, ¿¿Qué es? ¿la Emoción, el Sentimiento, la Acción, la Palabra?¿qué es, lo que te hace a ti estar en esa Frecuencia Vibratoria? que no tiene explicación, porque sencillamente se siente, se vibra, es elevadora, sublime; donde nada, ni nadie, puede sacarte de ahí, ya que es la Gracia Divina, que obra con todas sus fuerzas en ti Mi Amor.

Indudablemente, luego de haber pasado por el Fuego abrazador de la Purificación, donde por momentos sentiste, de hecho así fue, que todo se destruía, se derrumbaba, un cataclismo sin igual; que ni siquiera permitía que pudieses compartir con tus hermanos, tal situación, tan terriblemente catastrófica; porque sencillamente no lograbas emitir una frase que la explicase, una palabra que contuviera esta circunstancia, donde todo se presentó ante ti para su sanación, limpieza, restauración, dando lugar así a un nuevo renacer del Poder Creador en tu Ser. Entonces Mi Amor, la Palabra, la Acción, la Emoción y el Sentimiento, todo ello unido es grandioso; ahora tú sabes Hijo/a Querido/a, que en ocasiones has usado la Palabra y la Acción para obtener un reconocimiento, esto fomentado por el Ego.

Sin embargo la Frecuencia Vibratoria que nace de las Emociones y los Sentimientos más elevados, más diáfanos, más puros, es una de las Llaves del Reino que te conducen ahora, sin necesidad alguna de aprobación, Amado/a Mío/a, por la Tierra Prometida.


19. Amado/a, ¿has escuchado esa música? esa melodía que nace en el fondo de tu Corazón, que te transporta así sin más al jardín de tu Consciencia. Ella te ha acompañado desde eones de tiempo terrenal, ha estado ahí para ti, para que la escuches, para instarte a levantarte en los duros momentos, para apoyarte en tus gloriosos proyectos. Ella siendo en ti, te rodea y según tu disposición tiene alcances misteriosos, se expande y toca cada Corazón que esté a tu lado. Se hace profunda, sonora, con ritmos y cadencias armoniosas, cuando entras a tu equilibrio y tu Paz; más si por esas circunstancias te encuentras en la discordancia, se hace prácticamente imperceptible; aun así, ella siempre está produciendo sus más deliciosos acordes para ti. Hijo/a Querido/a, oye siempre tu melodía y comparte sus sonidos, tú eres el intérprete, que conectará a los demás músicos, así unidos ejecutarán la Obra Musical de la Magnánima Divinidad.


20. Tú ya percibes quién se expresa o busca expresarse en ti, si es el/la codicioso/a, avaro/a, interesado/a, seductor/a, farsante, calumniador/a, envidioso/a; o si es el/la desprovisto/a de todo fastidioso egocentrismo. Tú conoces Hijo/a Mío/a, a sabiendas esta dualidad tan transitada. Tú adviertes por tanto Mi Amor, cuando en tu Mente-Corazón los ecos de la Divina Presencia, se expresan; cuando los sientes, atiendes y comprendes su idioma, Ellos te dan esa información que necesitas en el momento preciso. Ya no tienes de qué alarmarte, si permites que te guíen, tu podrás conducir con seguridad, toda actividad en tu existencia. Esto es lo que llamamos discernir, ya lo estás aplicando Querido/a Mío/a, sin prontitud ni desvelos, vas desentrañando los acertijos y obstáculos que se presentan; ya no intentas evitarlos u ocultarlos, los ves les quitas su envoltorio, dejándolos al descubierto; y vas comprendiendo el juego, adquiriendo agilidad en cada movimiento.

Amado/a, vas ahora peregrinando, convertido/a en un/a consumado/a estratega de la Creación, diestro/a y ágil continúas tu marcha por rutas desconocidas del tan preciado Paraíso Celestial.


21. ¿Cuántas veces Mi Amor, sentiste, pensaste y dijiste: -No sé qué hago aquí, no pertenezco a este lugar, ¿por qué soy diferente? Incluso intentaste cambiar y parecerte un poco a ellos, y … ¡qué enredo se te armó!, ¿lo recuerdas Cariño? Por fin comprendiste que no viniste a imitar a nadie, que debías mantener tu gema auténtica, solo debías pulirla, para extraerle el brillo, aumentando su Luz, sólo debías encontrar la piedra preciosa, entre cada uno/a de tus compañeros/as de viaje; así unidos alumbrarían todos los caminos.

Ahora lo sabes Precioso/a, ahora estás ejecutando esa importante Misión que aceptaste venir a cumplir.

Sí, al comprender un poco más, ya sabes qué haces aquí, también sabes que perteneces al lugar donde estás, siempre que permanezcas en el ahora, ya que eres el/la incansable viajero/a del Espacio, entre el Cielo y la Tierra. Has ido y vuelto, tantas veces Mi Bien, trayendo contigo un caudal impresionante de experiencias, volviéndote un/a erudito/a dentro del Plan Cósmico Divino.

Todo se desenvolvió de forma tal, para posibilitar tu reencuentro, en ti mismo y con tus hermanos; este es el regreso, que comenzó Querido/a Mío/a, en el preciso instante de tu partida.


22. Han llegado infinidad de cosas a tu vida Amado/a, Yo te digo Niño/a del Uno, lo mejor aún no ha acaecido en tu existencia. Ahora bien, dime ¿Qué has aprendido de este tanto recibir? ¿te has dado cuenta? existe una diferencia entre lo que tú quieres y lo que obtienes, ¿comprendes esto?

Querido/a Mío/a, ¡cuántos días de espera! ¡cuántas noches de insomnio! esperando lo que jamás ocurriría y cuando acaecía lo inesperado, la decepción y hasta la cólera avanzaban en tus entrañas. Oh!!! Mi Vida, te has proporcionado un sufrimiento desmesurado, en tu ceguera no podías ver que siempre, siempre Hijo/a Querido/a, todo se iba dando por algo especial; para que tú aprendieras a diferenciar, entre lo que deseabas y lo que se te entregaba.

Eras muy Niño/a, ¿recuerdas?, a veces querías se entregase lo que pensabas te daría mayor avance y estabilidad; tú por ese entonces no comprendías Mi Bien, que se te desestabilizaba, hasta con movimientos telúricos en tu vida, era tu preparación, para tu regreso, utilizando tus propios medios, esto Hermoso/a se te proporcionaba con un Amor Extraordinario propio de la Divina Gracia. Ahora que aceptas, que entiendes, que aprecias y agradeces lo recibido, Mi Niño/a, hoy, estás capacitado/a para esos dones extraordinarios que van llegando a ti, concibiendo una Magnífica labor de tu parte.


23. Así, Mi Amor, tu obra se perfecciona, grabas el fresco, dando mil formas y colores. El vigor de tu vibración te hace remontar vuelo, ingresando y recorriendo las Altas Esferas de la Consciencia, que ya tú comprendes es Infinita y Eterna; que su Grandiosidad fue, es y será siempre en ti, en tus semejantes y en todo lo que Es.

Ahora infieres Querido/a Mío/a, qué es lo que debes siempre observar en ti, en los otros y en todo ser o cosa visible e invisible, nunca más ya te fijarás en el envoltorio, en el exterior; ahora tienes claro que debes ir a lo profundo de cada ser, de cada cosa, que todo y todos tienen su por qué, que lo más grande y extraordinario está muchas veces muy oculto a la mirada ordinaria, para que así de esa forma encuentres y hagas uso del Sabio Maestro que en realidad tú eres Mi Vida. Sabes que hoy, que inevitablemente avanzas por tu Ascenso, la Fuerza y el Poder de la Luz y el Amor, te conceden el acceso a la verdadera Deidad que eres.


24. ¿Sabes Mi Cielo?, ahora, en este preciso instante, te siento en Mí, Me siento en ti. ¡Aaaah …! Mi Querido/a, se siente este bienestar, tan benevolente, este estar, tan en armonía; quédate así, un momento y siente Conmigo. Y … Mi Amor, entiende no es lo que hayas sido, ni lo que eres, ni lo que hayas hecho, ni lo que haces; es lo que Es en ti siempre, porque todo este juego trata sobre el recordar, la naturaleza del Verdadero Ser, que Eres, la Gota de Luz y Amor, que todo lo habita, que en todo Es.

Ahora, dime … ¿sientes ese estado? ¿esa apertura, esa extensión del Padre en ti? Esa es la tierna y ardiente Llama que emerge de ti y te abraza, dilatándose, para unirse a todas las demás y arder a un coro, siendo Una sola, la LLAMA DEL AMOR DIVINO EN ACCIÓN.


25. Amado/a, el avance del Conocimiento que se está dando en ti, es de acuerdo a tu Nivel Vibratorio, a tu capacidad de Comprensión, a la profundidad de tus Sentimientos. Por tanto una de tus actividades, es la de mantener tu Mente y Corazón abiertos y receptivos, para así alcanzar estados Superiores de Evolución y Elevación.

Querido/a, nada es estático, ahora lo sabes, por ello tu avance es grandioso, marchas a tu propio compás; y al mismo tiempo al compás del Universo.

Entiendes que no hay competencia en esta Cruzada por la Ascensión; nadie es más, ni es menos, porque cada uno desde su individualidad contribuye a la fusión en el Ser Uno.


26. ¿A qué le prestas atención, Mi Bien? sal de ese lugar, donde el miedo altera tus emociones opacando tu brillo. ¿Me estás escuchando? Cuando tú me preguntas, o me entregas tus preocupaciones, yo te respondo, pon atención Mi Vida, cuando te digo que todo va a estar bien; y que ese susto solo es para tu aprendizaje, extráelo desde su raíz y aprende Mi Querido/a. Así, cuando la comprensión sea en ti, agradece lo sucedido, porque así debió ser, ya que quizá, como en otras tantas oportunidades, has estado algo descuidado, desatento.

Sabes cuánto te Amo, confíame tu dolor, agudiza tu atención y sigue las indicaciones que emanan de tu Mente y Corazón; ellas son mis instrucciones, la guía para que tus pasos avancen firmes y seguros de regreso hacia el Manantial de la Vida Eterna.


27. Tú, que Eres Mi Hijo/a Amado/a, Yo, que Soy el Altísimo, tu Padre, tú que Eres Mi Creación más preciada, ¿recuerdas Mi Bien?, ¿¿Cuándo emprendiste el viaje acordando conmigo, que darías la prueba mayor de la Creación? Probar que LA FUERZA DEL AMOR INCONDICIONAL es ÚNICA Verdadera y Poderosa, que aún en el olvido te traería de vuelta a Casa.

Cuando partiste Mi Niño/a, abracé tu Ser e introduje la Semilla, entre los dos acordamos que la ocultaríamos muy bien, y que tú la volverías a encontrar para que emergiera con el gran impulso de Mi Dominio renovada y fértil, multiplicando y regando con nuevas simientes donde quiera que vaya, donde quiera que esté.

¿Recuerdas Mi Vida? que Yo nunca te abandoné, Yo te di el Amor, tú me diste tus experiencias, las emociones más desarrolladas y sentidas, Yo Comprendí cada paso y cada estado tuyo, tú caminaste todos los senderos hasta encontrarme. ¡Gracias, Mi Amado/a!!! has caminado y aún continúas transitando la senda trazada, ambos nos nutrimos y fluimos en este inmenso Amor que siempre nos unió.

El Regreso es inminente, eres Mi Hijo/a Pródigo/a, que nunca se fue, solo olvidó, creyendo alejarse, para luego retornar. Ahora lo sabes, sabes que tu viaje comenzó con tu partida hacia el olvido y tu reaparición, recuperando tu memoria, que hallaste registrada en los anales de la Gloria Divina.


28. Siempre estuvo ahí ese Flujo Divino, ese Fuego que arde en ti, esa llama que brilla y vibra, Es lo que Eres.

Una vez recorrido el camino de la búsqueda hacia afuera, que te muestra lo que llevas dentro, irremediablemente vuelves a ti. Entonces, Mi Vida, tomas tu Jardín y comienzas a trabajarlo, limpiarlo, quitarle la maleza acumulada por tanto tiempo, tantas vidas. Penetras su tierra, te hundes en ella para profundizar y quitar las raíces de las malas hierbas. Lo arreglas, creando nuevas formas, colores, aromas, frecuencias, vibraciones, que se destacan por su pureza y esplendor.

Ahora Hijo/a Querido/a, puedes apreciar Mi/tu Creación en ti, estás desarrollando tu Emprendimiento , con el mayor de tus apogeos, dentro del Plan Divino; y… ahora, tú sabes Mi Amor, que vives siempre en un Eterno y siempre Nuevo Amanecer.


29. Así, vas tocando cada Alma a tu paso, así es como desde ti voy esparciendo Mis Semillas y abriendo Mis Frutos, haciendo Grande la Cosecha. Tú solo vas siendo Mi Mayor Instrumento, Eres el Gran Colaborador, en el Despertar de tus Almas compañeras de camino; y tienes una Claridad extraordinaria ya que comprendes que Yo Soy obrando a través de ti.

Mi Bien Querido/a Hijo/a, tú y Yo, estamos siendo Uno, formamos un Gran Equipo, el Juego del Tesoro Escondido en lo recóndito de tu Corazón, se está cumpliendo, está siendo.

Ahora tú sabes Mi Amado/a, que aquí nadie pierde, todos obtienen su premio, se les envían pistas, guías, pero nadie lo encuentra por ti, es tu mayor desafío; tú eres el jugador, tú eres el ganador. No existen trampas en el Juego del Universo, ya que al hacerlas, se cae en las mismas una y otra vez, hasta que por fin la enseñanza se cumple.

Vas adquiriendo destreza en el arte del Conocimiento, ya que sabes que al adquirir un aprendizaje este abre la puerta a otro mayor, así te diriges Mi Niño/a expandiendo tu Ser, haciéndote grande y fuerte, convirtiéndote con cada movimiento en el Yo Soy que Yo Soy.


30. No te quedes, muévete, la amnesia ha actuado y tuvo su tiempo en ti; ahora cuando los viejos fantasmas aparecen tú sabes cómo proceder, con tu caja de herramientas en mano y teniendo la capacidad de su dominio, puedes realizar los llamados Milagros que antes solicitaste a viva voz te fuesen concedidos.


Hijo/a Mío/a, por empezar el Milagro más grande de mi Creación, eres tú, entonces Mi amado/a, tanta Maravilla porta y genera más Milagros y mayor Majestuosidad para el Cosmos.

Por ello Mi Vida, no te quedes, circula, ve más allá, ya que con tu avance, caerá rendida toda irrealidad nefasta, que otrora te mantuviera atado/a y ciego/a, para que así de esta forma desconocieses tus capacidades de Inteligencia y Amor, frutos de la Fuente Divina del Uno.

Cuando te empoderas de este Conocimiento y Sabiduría, los Milagros ocurren sucesivamente, brillando y elevando la frecuencia vibratoria a gran escala por los Multiversos, es probable que no te percates de ello y está bien, tú ya no estás pendiente de los resultados, que se originan a partir de tu Consciencia Despierta, tú hoy tienes la certeza que todo es como debe ser si estás alineado a las Altas Esferas de la Luz.


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martes

MATAR EL AMOR







Hubo una vez en la historia del mundo, un día terrible en el que el odio, “que es el Rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes”, convocó a una reunión urgente con todos ellos.

Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos más perversos del corazón humano, llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito.

Cuando estuvieron todos, habló el Odio y dijo: - Los he reunido aquí a todos, porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien.

Los asistentes no se extrañaron mucho, pues era el Odio siempre quería matar a alguien. Sin embargo, todos se preguntaban entre sí: ¿Quién sería tan difícil de matar, para que el Odio los necesitara a todos?. 

- Quiero que maten a “El Amor” dijo.

Muchos sonrieron malévolamente, pues más de uno le tenía ganas.

El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo: - Yo iré, y les aseguro que en un año “El Amor” habrá muerto. “Provocaré tal discordia y rabia, que no lo soportará”.

Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron muy decepcionados. - Lo siento, lo intenté todo, pero cada vez que yo sembraba una discordia, “El Amor” la superaba y salía adelante.

Fue entonces, cuando muy diligente se ofreció la Ambición, que haciendo alarde de su poder dijo: - En vista de que El Mal Carácter fracasó, iré yo. “Desviaré la atención de “El Amor” hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorará”. Y empezó la Ambición el ataque hacia su víctima quien efectivamente cayó herida, pero después de luchar por salir adelante, renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.

Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición, envió a los Celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar a “El Amor” y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas, pero “El Amor” confundido lloró, y pensó, que no quería morir, y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.

Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes comparendos, envió a la Frialdad, al Egoísmo, a la Pataleta, la Indiferencia, la Pobreza, la Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando “El Amor” se sentía desfallecer, tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba.

El Odio convencido de que “El Amor” era invencible, le dijo a los demás: - Nada qué hacer. “El Amor” ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos.

De pronto, de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido y que vestía todo de negro y con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver, su aspecto era fúnebre como el de la muerte. Yo mataré a “El Amor”, dijo con seguridad.

Todos se preguntaron ¿quién era ése que pretendía hacer solo, lo que ninguno había podido?.

El Odio dijo: - Ve y hazlo.

Tan sólo había pasado algún tiempo, cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles después de mucho esperar, que por fin “El Amor” había muerto.

Todos estaban felices pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: - Ahí les entrego a “El Amor” totalmente muerto y destrozado y sin decir más, se marchó. - Espera, dijo el Odio. En tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿Quién eres?

El sentimiento levantó por primera vez su rostro y dijo: - “YO SOY LA RUTINA”

El amor es un sentimiento maravilloso, que pocas veces se da en la vida, no dejéis jamás que ese sentimiento muera.

Me refiero al amor verdadero.

Y aunque la vida sea un tablero de ajedrez, en el cada cual va ocupando su casilla, pocas veces acertadas y muchas, equivocada que el amor permanezca y prevalezca en todos vosotros.

Un abrazo EMBRUJO...….

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https://libromagicodeembrujo.blogspot.com/2009_10_01_archive.html






domingo

NO PERSIGAS NINGUNA META. de OSHO del Libro de la Nada







HAY MUCHAS cosas maravillosas en este sutra. Y no solo son maravillosas sino que, para el buscador, también son esenciales, fundamentales; porque Sosan no es un poeta, es alguien que ve. Lo que dice lleva consigo la poesía del infinito, pero esa no es la cuestión. Cuando una persona iluminada habla, lo que dice es maravilloso, poético. Simplemente por su forma de ser, en todo lo que de él sale resuena él, va él, su fragancia.

Pero esa no es la cuestión. No te pierdas en la poesía, porque la poesía es parte de la forma y la verdad no tiene forma. La forma en que Sosan dice las cosas es hermosa y poética, pero recuerda, no te pierdas en su poesía. No te pierdas en la poesía de los Upanishad, del Gita, de las palabras de Jesús. En sí misma la forma es hermosa pero esa no es la cuestión. Entra en el contenido, no te quedes en el recipiente.

Para el buscador lo esencial es el contenido, entender el contenido y convertirse en él; porque no hay verdad más allá del entendimiento. De hecho, el entendimiento en sí mismo es la verdad. Decir que a través del entendimiento se alcanza la verdad no es cierto, porque no hay otra verdad aparte del entendimiento. El entendimiento es la propia verdad. Entiendes..., te has convertido en la verdad. La verdad no está en algún lugar esperándote a ti para ocurrir: se revela a través de tu entendimiento, se revela dentro de ti.

Estas instrucciones de Sosan son para el buscador, y cada palabra tiene un gran significado.

Vivir en el Gran Camino
no es ni fácil ni difícil...

Siempre que haya una meta, el camino podrá ser fácil o difícil. Depende de dónde estés, de cuánta distancia haya entre tú y la meta, de que para llegar allí haya una autopista o tengas que caminar por un sendero. ¿Está el camino señalado en el mapa o tienes que encontrar tu propio camino?

Si existe una meta será o fácil o difícil. Depende... También depende de si has caminado por ese camino
antes. ¿Conoces el camino? Si es así, entonces será fácil, pero si no conoces el camino, entonces será difícil.

¿Eres un buen viajero? Depende de tu condición física, de tu condición mental, que sea fácil o difícil. Pero la verdad no es en absoluto una meta; ¿así que cómo va a ser fácil o difícil?

Hay gente que dice que la verdad es muy difícil. Estas palabras proceden de su total ignorancia. Hay otra escuela opuesta que dice: «La verdad es fácil; no tiene nada de difícil; sólo hay que comprender, es fácil».

También estos están diciendo algo que no es correcto. Y ambas posturas pueden ser entendidas por la mente.

¿Es difícil?; entonces la mente puede encontrar técnicas, caminos y medios, para hacerla fácil.

Hace tres mil años viajar era algo realmente difícil. ¡Ahora es tan fácil! como cualquier otra cosa: tú
simplemente entras en un avión y no haces nada, sólo descansas. Y cuando te hayas terminado el té, ya
habrás llegado. Si la meta es difícil se puede hacer fácil.

Eso es lo que Maharishi Mahesh Yogi va enseñando en Occidente: que ha descubierto una técnica de alta velocidad. Si la meta es difícil, entonces, por supuesto, te resultará muy difícil viajando en un carro, pero si viajas en avión te será más fácil.

¿Hay acaso una meta? Este es el quid de la cuestión. Si hay una meta, en algún lugar, en la lejanía, 
entonces hay posibilidad de hacer caminos, medios, vehículos..., más fáciles. ¿Pero acaso hay una meta?

Sosan dice que no la hay, así que ¿Cómo va a ser fácil o difícil? Y si no hay una meta, ¿Cómo va a haber un camino? Y si no lo hay, ¿Cómo va a haber métodos y técnicas para llegar a ella? ¡Imposible! Sosan dice que no es ni fácil ni difícil, puesto que no existe ninguna meta en absoluto.

Vivir en el Gran Camino
no es ni fácil ni difícil...

¿Entonces qué es este Gran Camino? Este Gran Camino es tu naturaleza; ¡tú ya eres eso! Es por eso que no es una meta. No es algo que esté en el futuro. No se necesita tiempo para que ocurra. Tú siempre has estado en él; ya es. Ya estás en la meta, tú existes en la meta. No puedes existir fuera de ella, ni hay posibilidad de que te salgas de ahí. Por muy lejos que te vayas no puedes salirte de ahí. Donde sea que vayas tu Tao irá contigo. Es tu naturaleza intrínseca. No es prescindible, no puedes ponerla a un lado y olvidarla. Ya estás ahí porque ese «ahí» es aquí. No necesitas mirar al futuro: simplemente estate aquí, y lo encontrarás.

Si lo buscas, no lo encuentras. No busques, sólo sé, y ahí está. Y te reirás, porque siempre ha estado ahí; era sólo debido a tu búsqueda que no te dabas cuenta, que al tener tanta prisa no podías verlo dentro de ti.

Vivir en el Gran Camino
no es ni fácil ni difícil,
pero aquellos que tienen una visión limitada
son miedosos e indecisos:
cuanto más se apresuran, más lentos van,
y el apego no tiene límites;
estar apegado, aunque sea a la idea de la iluminación,
es desviarse.
Deja que las cosas sean a su manera
y no habrá ni ir ni venir.
Deja que las cosas sean a su manera
y no habrá ni ir ni venir.

ERES EL CAMINO y la meta. No hay ninguna distancia entre tú y la meta. Eres el buscador y lo buscado. No hay ninguna distancia entre el buscador y lo buscado. Eres el devoto y la devoción. Eres el discípulo y el maestro. Eres el medio y el fin. Ese es el Gran Camino.

Ha estado siempre a tu alcance. En este mismo instante estás en él. Despierta, y estás en él. Te vas a dormir, y permaneces en él, sólo que al estar dormido no puedes verlo. Y entonces te pones a buscar.

Tú eres como un borracho buscando su hogar, pidiendo algo que está justo delante de tus ojos. Pero en tus ojos no hay claridad: están llenos de opiniones, de distinciones, están llenos de palabras y teorías. Por eso tu visión es borrosa. Por lo demás, lo que sea que estés buscando está justo delante de ti. Los hindúes emplean el método de mirarse la punta de la nariz: simplemente te sientas en silencio y te miras la punta de la nariz, sin hacer ninguna otra cosa. A la gente le parece gracioso, ¡porque vaya una tontería!: ¿qué vas a conseguir con eso? Pero se ha perdido su significado. Lo que los hindúes quieren decir con esto es que está justo delante de ti, justo en la punta de la nariz. Quédate en silencio, mírate la punta de la nariz y no te líes con ningún pensamiento... Y de pronto, ahí está; justo en la punta de la nariz, siempre delante de ti.

Y esto es lo bonito de mirarse la punta de la nariz: vayas donde vayas está siempre delante de ti. Si vas al lugar adecuado, ahí está; si vas a un lugar equivocado, ahí está. Si eres un pecador, está delante de ti; si eres un santo, ahí está, delante de ti. Cualquier cosa que hagas (ponte boca abajo, en la postura de shirshasana), y ahí está, delante de ti. Duérmete, y ahí está; despierta, y ahí está.

Esto es lo que quiere decir mirarse la punta de la nariz, porque hagas lo que hagas, no puedes ponerla en otro sitio que delante de ti. En cuanto te mueves, se mueve. Sólo mirándote la punta de la nariz entenderás que la verdad está justo delante de ti. Adonde sea que vayas, va contigo. No puedes perderla, así que no es cuestión de encontrarla. Entender que no la has perdido... Pero fíjate: normalmente nunca te miras la punta de la nariz, porque siempre estás mirando otras cosas, interesado por otras cosas. Nunca te miras la punta de la nariz.

Los hindúes tienen otra hermosa teoría. Dicen que cuando alguien empieza a mirarse la punta de la nariz, significa que su muerte está próxima, que morirá antes de que hayan pasado seis meses. Cuando empieza a verla sin hacerlo voluntariamente (cuando haga lo que haga va viéndose la punta de su nariz), morirá en un periodo de seis meses.

Hay algo de verdad en esto. Porque solamente te haces consciente de la punta de tu nariz cuando todos tus deseos, todos los objetos de deseo, han dejado de tener sentido. Ya no tienes energía para perseguir deseos, se acerca la muerte. Ya te queda muy poca energía, toda la vitalidad se ha desvanecido. No puedes ni mover los ojos, no puedes correr tras las metas y los deseos... la vida se va desvaneciendo. Al final no queda nada excepto mirar la punta de la nariz. Este es uno de sus significados.

Otro, y más importante, es que siempre que una persona pueda verse la punta de la nariz, morirá a este mundo. Tendrá un nuevo nacimiento, porque ha mirado con claridad delante de sí mismo. Este mundo y esta vida desaparecen. En lo que concierne a su viejo ser, él ya está muerto. Él es un nuevo ser, es un renacimiento. Ahora ya no hay un ir y venir.

Se ha realizado; ¿tan sólo mirándose la punta de la nariz? Sí, porque la cuestión radica en mirar lo que hay delante y no a los lados. Porque la verdad está delante de ti, no puede ser de otra forma. No es ni fácil ni difícil.

No es cuestión de esfuerzo, ¿Cómo va a ser fácil o difícil? Es cuestión de despertar, no es cuestión de esfuerzo, no es cuestión de hacer algo. Al hacer, te perderás, porque te absorberá el hacer. Y si haces algo, será fácil o difícil.

Es cuestión de no-hacer. ¿Cómo va a ser fácil o difícil el no hacer? El no-hacer está completamente más allá del mundo del hacer. ¡Es solamente ser! ¿Cómo puede el ser resultar fácil o difícil? Ser es simplemente ser.

Este es el Gran Camino. El único esfuerzo está en llegar a conocer y verse la punta de la nariz, sólo en mirar con claridad delante de ti.

…pero aquellos que tienen una visión limitada 
son miedosos e indecisos:
cuanto más se apresuran, más lentos van...

Parece contradictorio pero le ocurre a todo el mundo. Eso es lo que te ha ocurrido a ti. Cuanto más rápido vas, más lento eres. ¿Por qué? Porque vas sin mirar delante de ti, ¡y la meta está aquí! Cuanto más rápido te mueves, más rápido te alejas.

Si alguien se fija en tu velocidad creerá que eres rápido, pero si se fija en lo que te pierdes, verá que eres lento. Cuanto más rápido vas, más lento. ¡No vayas a ningún sitio! Estate aquí; e inmediatamente llegas. No hay ningún espacio que recorrer ni ningún tiempo que transcender. ¡Estate aquí! Haz del aquí y el ahora tu único mantra, no necesitas nada más. Estate ahora y aquí. No vayas a ningún sitio, ya sea rápido o despacio.

Una vez ocurrió:

Un chiquillo llego a la escuela muy tarde. Siempre llegaba tarde. La maestra estaba muy enfadada y le dijo: "¿Otra vez? ¡Otra vez llegas tarde, y además más tarde que ayer! Y te lo he repetido una y otra vez. ¡Pero no escuchas!".

El chico dijo: "Es que el camino es muy difícil. Afuera está lloviendo, ¿ sabe?, y el camino está lleno de barro que me resbalo constantemente, doy un paso hacia la escuela y retrocedo dos. Está tan resbaladizo que cuanta más prisa me doy, más tardo. De hecho para llegar he tenido que caminar en dirección opuesta".

La profesora dijo: "Eres muy listo, pero entonces ¿Cómo has llegado?".

El chico respondió: "Pues me puse a caminar hacia mi casa, y así llegué".

Tú también vas por un camino resbaladizo por el que cuanto más rápido vas, más lenta es la velocidad; porque te vas alejando. Si miras hacia la meta, entonces te estás alejando. Tu velocidad es peligrosa, va en contra de la meta, porque no se necesita velocidad. Simplemente tienes que parar y mirar. Algunos vienen y me preguntan: "¿Cuándo me iluminaré? ¿Cuándo?". Si les digo: "Ahora", no me pueden creer. Y yo digo que ahora. Si te pierdes este ahora, entonces será en otro ahora, pero siempre ahora. No hay otro tiempo.

Cuando ocurra, ocurrirá en ahora, y siempre que ocurra ocurrirá en el aquí. Aquí y ahora no son dos palabras, al igual que el espacio y el tiempo no son dos palabras. Einstein acuño un nuevo término: "espacio-tiempo". Formó una palabra con las dos, "espacio tiempo", porque descubrió científicamente que el tiempo no es otra cosa que la cuarta dimensión del espacio, así que no es necesario usar dos palabras.

Y aquí y ahora tamposo son dos palabras. Miles de años antes que Einstein, místicos como Sosan fueron conscientes de ello. Es "aquí-ahora" es una palabra.

Y cuando ocurra, ocurrirá en el "aquí-ahora". Puede ocurrir ahora, ¡no hay necesidad de esperar! Pero no te decides, tienes miedo; eso crea el problema.

¿Qué significa tener miedo? ¿Qué ocurre dentro cuando tienes miedo? Quieres algo, y al mismo tiempo no lo quieres. Esta es la situación de una mente temerosa: quiere y no quiere porque tiene miedo. Le gustaría pero no está segura, no se decide.

Jesús siempre usaba la palabra «miedo», muchas veces, en contraposición a fe. Nunca usaba 
«incredulidad» o «desconfianza» en contraposición a fe; siempre usaba la palabra «miedo» en oposición a fe.

Decía que aquellos que no tienen miedo, tienen fe, porque la fe es una resolución. La fe es una decisión, una decisión total. Vives totalmente en ella, es una confianza, sin nada que te retenga, es incondicional. No se puede volver atrás. Si has entrado totalmente en ella, ¿quién se echará atrás?

La fe es absoluta. Si entras, entras. No puedes salirte; ¿Quién va a salirse? No hay nadie detrás de ti que te pueda hacer volver. Es un salto al abismo, y Jesús está absolutamente en lo cierto al hacer del miedo el antónimo de la fe. Nadie había hecho esto antes. Pero está absolutamente en lo cierto, porque no le interesa el lenguaje externo, lo que le interesa es el lenguaje del ser interior.

Lo que no te permite tener fe es el miedo. No la incredulidad, recuerda, lo que te impide tener fe no es no creer, es el miedo.

Por supuesto que racionalizas tu incredulidad, tu miedo. Lo escondes tras palabras, dices: «Tengo mi escepticismo, mis dudas. ¿Cómo voy a entrar en ello a no ser que esté totalmente convencido?». Pero mira profundamente en tu interior y encontrarás miedo.

El miedo significa que una mitad de ti quiere adentrarse y la otra mitad no quiere. Una mitad de ti se siente atraída por lo desconocido, ha escuchado la llamada, la invocación; y la otra mitad tiene miedo a lo desconocido y se aferra a lo conocido. Porque lo conocido es lo conocido, no implica miedo.

Haces algo, y ese algo se vuelve conocido. Ahora, si quieres cambiar a un nuevo trabajo, a una nueva forma de vida, nuevos hábitos, nuevo estilo, la mitad de ti se aferra a lo conocido, dice: ¡No te muevas! ¿Quién sabe?, puede que sea aún peor que esto.

Y una vez que hayas dado el paso no podrás volver». Así que una mitad dice: «¡Quédate aquí!».

Esta mitad pertenece a la memoria, al pasado, porque el pasado es conocido. Y la otra mitad se siente atraída, siente la llamada a entrar en un camino desconocido, a través de lo inexplorado; porque lo nuevo te emociona.

Ahí está el miedo. Estás dividido. El miedo te divide, y si estás dividido hay indecisión. Con un pie vas hacia lo desconocido, y el otro permanece en el pasado, en la tumba del pasado. Y entonces te paralizas, porque nadie puede moverse con un solo pie, con una sola pierna; nadie. Tienes que mover tus dos alas, ambas partes. Sólo así te puedes mover.

Cuando estás indeciso, estás estancado; y todo el mundo está indeciso. Este es el problema, esta es la ansiedad. Estás paralizado, sin poderte mover. La vida sigue fluyendo, y tú te has vuelto como una piedra, bloqueado, un prisionero del pasado.

…pero aquellos que tienen una visión limitada
son miedosos e indecisos:
cuanto más se apresuran, más lentos van...

Toda su vida es contradictoria. Hacen algo con una mano e inmediatamente lo deshacen con la otra; indecisos. Con una mano amas a una persona y con la otra la odias. Con una mano creas amor y con la otra plantas las semillas del odio. Y nunca eres consciente de lo que estás haciendo.

Precisamente ayer por la noche estuve hablando con alguien acerca de un monasterio oculto en Bokhara. Gurdjieff vivió en ese monasterio durante al menos seis años. Allí aprendió muchas técnicas de la escuela sufi.

Una de sus técnicas todavía se usa en ese monasterio. La técnica es muy hermosa. Cuando alguien entra en el monasterio, se hace discípulo y se le da una placa, un letrero. En un lado lleva escrito: «Estoy negativo, por favor, no me toméis en serio». Si digo algo ofensivo, en realidad, no te lo estoy diciendo a ti: es porque estoy negativo, estoy lleno de odio, de ira y de depresión. Y si hago algo, es debido a mi negatividad, no a que tú estés equivocado.

En el otro lado de la placa lleva escrito: «Estoy positivo, estoy amoroso, lleno de afecto, por favor, no me toméis en serio»: si digo que eres maravilloso, no estoy diciendo nada acerca de ti; es sólo que me siento bien.

Y cuando una persona siente que su estado de ánimo está cambiando le da la vuelta al letrero; se lo pone de un lado u otro, dependiendo de cómo se sienta. Y a través de esto ocurren muchas cosas, porque nadie le toma en serio. La gente se ríe, porque él está negativo.

Si alguien se siente mal y vomita, ¡está bien! No te está vomitando a ti, no te está echando nada encima. Simplemente está expulsando algo que le molesta. Y sólo cuando esta división se acaba y el discípulo va al Maestro y le dice: «No soy ni lo uno ni lo otro. Ahora no estoy ni negativo ni positivo, todo se ha calmado y mis dos alas se han hecho una, ahora soy uno», sólo entonces se quita la placa. El momento en que se retira la placa es un momento de iluminación. Entonces estás completo. De otra forma estás siempre contradiciéndote a ti mismo, y entonces sufres y sientes angustia, y piensas: «¿Qué me pasa?». ¡No te pasa nada! Por un lado haces algo bueno, e inmediatamente, por el otro haces algo malo; inmediatamente, para destruir ese otro lado que se ha adelantado, porque no puedes decidir, porque estás dividido.

Una parte de ti se agarra a los viejos hábitos, y la otra quiere adentrarse en lo desconocido. Una parte quiere agarrarse al mundo, y la otra quiere convertirse en un pájaro y entrar en el desconocido cielo de lo Divino, en la propia divinidad de la existencia. Entonces estás estancado.

Trata de darte cuenta. Es difícil porque nunca lo has intentado, pero en realidad no es en absoluto difícil. No es ni fácil ni difícil. Sólo observa lo que estás haciendo contigo y con los demás. Todo lo que hagas a medias te producirá sufrimiento. Estancado, caerás una y otra vez en el infierno. El infierno es el lugar en donde la gente se estanca, y el cielo es el lugar en donde todo el mundo se mueve, donde no están paralizados. El infierno es un lugar en donde no hay libertad, el cielo es libertad.

Los hindúes han llamado al estado supremo moksha, libertad absoluta. Nadie está estancado en ningún lugar, sino que fluye libre como un río, o como un pájaro al viento, con todo el cielo infinito a su alrededor, sin estar sujeto a nada.

…pero aquellos que tienen una visión limitada
son miedosos e indecisos:
cuanto más se apresuran, más lentos van,
y el apego no tiene límites;

Y RECUERDA, no importa dónde te agarres: el agarrarse en sí mismo es el problema, lo importante no es a lo que te agarras.

Por eso Sosan dice: el apego no tiene límites; no se limita sólo a este mundo, a este cuerpo, a los sentidos, a los placeres. También puedes apegarte a la iluminación, puedes apegarte a Dios. Puedes agarrarte al amor, puedes agarrarte a la meditación, puedes agarrarte a la oración. Y, al agarrarte, te vuelves a estancar.

No te agarres a nada, permanece libre y móvil. Cuanto más móvil, más cerca estás de ti mismo. Y cuando tu movilidad es completa, cuando no te estancas en ningún lugar de tu energía, la verdad llama a tu puerta. Siempre ha estado llamando, pero estabas estancado y no podías oírlo. Está justo delante de ti, en la punta de tu nariz.

…estar apegado, aunque sea a la idea de la iluminación,
es desviarse.

Esto se convierte en un problema. Si te aferras demasiado a la idea de que «tengo que iluminarme», esto mismo se convertirá en tu problema. La iluminación nunca se alcanza, ocurre. No es algo que se alcance. Y la mente que busca conseguirla nunca la alcanza.

Puede que estés tratando de conseguir poder en este mundo, y luego trates de conseguir poder en el otro.

Primero quieres conseguir riqueza en este mundo, y después tratas de conseguir riqueza en el otro. Pero tú sigues siendo el mismo, y la mente, tu forma de funcionar y todo el esquema siguen siendo lo mismo:

¡Conseguir! ¡Alcanzar! Esa es la obsesión del ego. La mente que quiere conseguir es el ego.

Y el que lo consigue es aquel que no está tratando de conseguirlo, aquel que simplemente está feliz donde está, aquel que es feliz siendo lo que es. El que no tiene meta. El que no va a ningún lugar; el que se mueve, pero cuyo movimiento no es para alcanzar ninguna meta. Se mueve por su energía, no por algo en concreto; su movimiento no es a causa de ningún motivo.

Por supuesto que alcanza la meta; eso es otra cuestión. Un río fluye desde los Himalayas: no va hacia el mar, no conoce el mar, no sabe dónde está, no le importa el mar. La alegría de moverse por los Himalayas es tan hermosa en sí misma..., pasando por los valles, por sus picos, a través de los árboles, y luego llegando a los llanos, a su gente... ¡El propio movimiento es hermoso en sí mismo! Y el movimiento es hermoso cada momento, porque es vida.

El río ni siquiera es consciente de que haya una meta, de que haya un mar. Esa no es la cuestión. Y si el río se preocupa por esto, entonces estará en el mismo lío que tú. Entonces se parará en todos los sitios y preguntará por dónde ir: ¿cuál es el camino a seguir? Y tendrá miedo porque no sabrá si dirigirse al norte, o al sur, o al este, o al oeste; ¿hacia dónde ir?

Y recuerda, el océano está en todos los sitios. No importa que te dirijas al norte o al este o al oeste: el océano está en todos los sitios, por todas partes. Está siempre delante de ti; no importa a donde vayas.

No preguntes por el camino, pregunta cómo moverte mejor. No preguntes por la meta, la meta no está fija en ningún sitio. Donde sea que vayas, ve danzando. Alcanzarás el océano; eso es seguro. Le sucede a los ríos pequeños, a los grandes: todos lo alcanzan. El arroyo es muy pequeño (no te puedes imaginar cómo ese pequeño arroyo alcanzará el océano, pero lo alcanza).

No es cuestión de grande o pequeño. La existencia es infinitamente generosa con todo el mundo; el tamaño no tiene importancia. Los árboles pequeños florecen, los árboles grandes florecen. ¡La cuestión es florecer! Y cuando un árbol pequeño florece, no es menos feliz que cuando lo hace uno grande; la felicidad es exactamente la misma. La felicidad no es cuestión de tamaño, no es cuestión de cantidad. Es la cualidad de tu ser. El río pequeño danza y llega, el río grande danza y llega.

Todos vosotros sois como ríos, todos alcanzáis el océano. Pero no lo convirtáis en una meta; si no, cuanto más deprisa vayáis, más lentos os moveréis. Y cuanto más quieras llegar, más estancado estarás, porque tendrás más miedo. El miedo a no llegar te agarrotará, el miedo a no llegar te paralizará, el miedo a equivocarte te mutilará. Si no hay meta, no hay miedo.

Recuerda, el miedo está relacionado con la meta. Si no vas a ningún sitio, ¿Dónde está el miedo? No puedes perder nada, no puedes fracasar, así que, ¿de qué tener miedo? Miedo significa: posibilidad de fracasar. ¿De dónde procede esta posibilidad de fracasar? Procede de estar orientado hacia una meta; tú siempre estás buscando la meta.

Algunas personas vienen y me preguntan: «Hemos estado meditando durante tres meses. Y no ha ocurrido nada». No va a ocurrir nada, porque estás esperándolo. Ni siquiera puedes esperar que ocurra, porque hasta el esperar se convierte en un esfuerzo interno. Tú simplemente miras...

¡Te relajas! Cuando ya no estás ahí, ocurre. Y nunca va a ocurrirte a ti; ocurrirá sólo cuando el barco esté vacío, cuando la casa esté vacía. Cuando bailas pero no hay un bailarín, cuando observas pero no hay un observador, cuando amas y no hay un amante, ¡ocurre! Cuando caminas y no hay un caminante adentro, ocurre.

No esperes, no hagas ningún esfuerzo, no crees ninguna meta, o hasta la iluminación se convertirá en una prisión. En Oriente le ha pasado a muchísima gente. Millones de personas toman sannyas (se hacen bhíkkus budistas, sannyasins hindúes) se van a los monasterios, y allí se quedan atascados.

Vienen a mí y son exactamente igual que todo el mundo. Hay gente que se atasca en el mundo de los negocios, y ellos están atascados en un monasterio: esa es la única diferencia. Unos fracasan en lo mundano y ellos fracasan en el monasterio. Pero nunca se preguntan... ¿Por qué fracasas? Tú creas tu propio fracaso; si estás buscando una meta, te convertirás en un fracasado. Al final, la mente orientada hacia una meta es una barrera, la mayor de las barreras. ¡Simplemente sé! ¡Lo Supremo llegará! Deja que la decisión y el problema sean de lo Supremo, no tuyos! Déjaselo a lo Supremo, sabe más. Deja que sea el problema de Dios, deja que sea él quien se preocupe. Tú no te preocupes; simplemente goza de la vida tal como fluya, mientras dure.

Canta y baila, y deja que Dios se preocupe. ¿Por qué te preocupas tú?

Simplemente despreocúpate. Y no pretendas alcanzar nada, porque hacer eso es crear la mayor tensión que le pueda ocurrir a la mente humana. Entonces no puedes mirar aquí-ahora, entonces miras hacia adelante, a la lejanía, al futuro; hacia la meta, la utopía, la ciudad dorada, Shambala; allí. Y tienes que alcanzarla, así que corres. ¿A dónde vas? ¿De quién huyes? ¿Por qué corres? Shambala está aquí y ahora, la utopía ya ha ocurrido.

Jesús dice a sus discípulos: «¿A quién esperáis? ¿Yo estoy aquí?». Hasta sus discípulos preguntaban:

« ¿Cuándo llegará el Mesías? ¿Cuándo?; porque los judíos habían estado esperando durante siglos la llegada del Mesías y cuando llegó no estaban dispuestos a darle la bienvenida. Todavía le están esperando. Jesús ha venido y ellos están esperando todavía. Y aun cuando Jesús no estaba ahí, ha habido muchos otros Jesús: han estado viniendo siempre.

Dios siempre es abundante. A veces es un «Mahoma», a veces un «Jesús», a veces un buda, a veces un «Sosan», un «Chuang Tzu». Dios rebosa, está continuamente rebosando, ¡no puede hacer otra cosa! No es un tacaño.

Pero los cristianos dicen que sólo tuvo un hijo. ¿Acaso es impotente? ¿Quedó impotente tras el nacimiento de Jesús? Parece absurdo («el único hijo legítimo, el Unigénito»). Eso no es posible, porque de ser así tu Dios no es un Dios: no vale para ello.

Los mahometanos dicen que sólo hay un profeta: Mahoma es el último, el último de los profetas. ¿Por qué el último? ¿Es que su Dios se ha muerto? ¿No puede mandar ningún mensaje mejor? ¿No puede mejorarlo? ¿Ha dejado de ser un creador? (porque la creatividad siempre significa una autotranscendencia, constantemente transcender).

Un pintor sigue pintando, y sigue transcendiéndose a sí mismo.

Alguien le preguntó a Van Gogh: «¿Cuál de tus cuadros es el mejor?».

Él contestó: «Este que estoy pintando ahora».

Unos días más tarde el mismo hombre volvió a preguntarle lo mismo. Y Van Gogh le contestó: «¡Ya te lo he dicho. Este!». Y entonces estaba pintando otro cuadro. «Este que estoy pintando ahora es el mejor.»

Dios es una sobreabundancia, una infinita sobreabundancia. Cuando llega Mahoma, Mahoma es el mejor; cuando llega Buda, Buda es el mejor. En realidad, él nunca se repite. Siempre crea lo mejor, sin comparaciones.

Pero la gente sigue esperando. No ven al mensajero en la puerta porque sus ojos no están ahí: sus ojos están en alguna otra utopía, en algún otro lugar. Ellos no están ahí, no están en casa. Dios viene a ti muchas veces y se marcha, porque estás ausente. Nunca estás donde estás. Y él llama allí, pero tú no estás. Deja que él se preocupe, tú no te preocupes; simplemente mantente fuera de la preocupación. Y estas son las dos únicas alternativas: o estás preocupado o estás extático, pero ambas cosas juntas no pueden existir. Si estás extático, estás locamente extático. Si estás preocupado, estás locamente preocupado. Hay dos tipos de locos: hay una locura que procede de las preocupaciones y otra que procede de ser, de la sobreabundancia de ser.

La elección es tuya. O ser un loco preocupado en el diván de algún psiquiatra, o puedes volverte un loco de Dios, como San Francisco o Sosan. Entonces toda tu vida se vuelve una danza, un éxtasis infinito, una bendición que crece y crece; cada vez aumenta más y sigue aumentando..., y no tiene fin. Comienza, pero nunca acaba.

Deja que las cosas sean a su manera y no habrá ni ir ni venir.

Allí está la gracia infinita, sin ir ni venir. El silencio infinito, sin ir ni venir. Tan sólo deja que las cosas sean a su manera. No te interpongas en su camino, no intentes cambiar nada.

Esto es algo muy difícil de entender para la mente, porque a ella le encanta cambiar: si eres un pecador, quieres volverte un santo; si eres feo, quieres volverte guapo; si eres malo, quieres hacerte bueno.

La mente va cambiando, tratando de cambiar, y ella te atrae porque parece «que sí, que puedes mejorar, así que trata de cambiar». Pero no puedes mejorar, y entonces te estancas ¡porque ya eres lo mejor! La única cuestión es cómo dejar de preocuparte y cómo empezar a vivir. Sé un vividor, deja que las cosas ocurran por sí mismas.

¡Acepta! ¿Quién eres tú para preocuparte? Tú has nacido; nadie te ha preguntado si querías nacer o no. De otro modo te habrías quedado estancado ahí, porque no puedes decidir nada. Eres indeciso.

Si se te hubiera preguntado, si Dios hubiera venido a preguntarte (él nunca comete ese error porque sabe que te estancarías ahí), aunque estuvieras pensando durante toda la eternidad, serías incapaz de decidir si nacer o no. Él te arrojó a la vida de repente, sin pedirte permiso; de otra forma no estarías aquí. Y si él te preguntara acerca de tu muerte, volverías a quedarte estancado. Él nunca pregunta, simplemente te lleva consigo. Él te conoce bien: sabe que no te puedes decidir.

Si viniera y te preguntara: «¿Cuándo quieres morir?», ¿serías capaz de decidirte? ¿Quizá el sábado, quizá el domingo? ¡No! Sólo hay siete días, y no serías capaz de decidirte por ninguno. Él tiene que venir sin preguntarte.

Si la vida ocurre sin ti, si el nacimiento, la muerte y el amor ocurren sin ti, ¿entonces por qué deberías preocuparte? Quienquiera que sea el creador, si puede darte el nacimiento, si puede darte la muerte, si puede crear y destruir, déjale a él todas las preocupaciones.

Tú disfruta mientras seas. Y si puedes disfrutar mientras eres, de repente te das cuenta: esta es la fuente original. Has tocado vida infinita.

Jesús dice: «Estoy aquí para mostraros la abundancia de la vida, su infinita riqueza», y la única manera es dejar que las cosas sean. No interfieras, no impongas tu propia manera. Deja que tu Tao fluya, deja ir a tu naturaleza... ¡dondequiera que vaya!

Obedece a la naturaleza de las cosas (tu propia naturaleza),
Y andarás libre y tranquilo.
Cuando el pensamiento está cautivo, la verdad se oculta,
pues todo es oscuro y confuso,
y la gravosa práctica de juzgar
trae consigo irritación y hastío.
¿Qué beneficio se puede sacar
de las distinciones y las separaciones?

CUANDO ESTAS REPLETO de pensamientos, la mente está borrosa, tu visión no es clara. Pero ¿qué hacer? Ahí están los pensamientos. Déjalos estar ahí. ¡Tú no te impliques! Déjalos estar ahí; no te involucres en ellos. Se mueven por sí solos, déjalos que se muevan. ¿Por qué tendrías que involucrarte y molestarlos?

Fluyen como un arroyo; déjalos fluir. Tú siéntate en la orilla y descansa.

Diles a tus pensamientos: «Está bien, si hay nubes en el cielo, si hay árboles, ríos y océanos en la Tierra, ¿por qué no va a haber pensamientos en mi mente?». ¡Acéptalos! ¡Está bien! Si los aceptas y les dices que está bien, sentirás un cambio repentino, porque ellos necesitan tu energía para moverse.

Y si no te involucras, poco a poco la energía se retira por sí sola. Se va haciendo menor y menor. Y llega un momento en el que los pensamientos vienen solamente cuando se les necesita. Los pensamientos en sí no son una carga; lo que es una carga son los pensamientos innecesarios, ellos son los que nublan tu visión. Esta niebla es debida a los pensamientos innecesarios.

Cuando te quieres mover usas las piernas; cuando quieres pensar usas los pensamientos; cuando te quieres comunicar usas la mente. Pero cuando estás sentado bajo un árbol ¿para qué continuar moviendo las piernas? Parecerás un tonto. Pero aun así tu mente continúa moviéndose.

La mente es una función, y la función es útil en el momento oportuno. Cuando se la necesita, la mente comienza a funcionar. Yo os estoy hablando a vosotros: la mente está funcionando, si no fuera así ¿cómo os podría hablar? Sosan está diciendo algo, ¿cómo podría decirlo si no hubiera mente? Pero en el momento en que ha dejado de hablar la función se anula, entonces no hay mente; igual que no hay piernas, porque cuando no se mueven no están ahí.

Cuando tienes hambre comes; cuando te quieres comunicar usas pensamientos; cuando no tienes hambre no sigues comiendo. Sin embargo, hay gente que continúa masticando chicle, que fuma; pero masticar y fumar son sólo sustitutos de la comida. A ellos les gustaría estar comiendo constantemente, pero eso es imposible porque el cuerpo no lo toleraría, así que tienen que hacer algo con la boca. Y por eso mastican chicle, fuman, o hacen algo...

Por ejemplo, en el pasado a las mujeres no se les permitía hacer todas esas estupideces que a los hombres les están permitidas. No se les permitía fumar, no se les permitía masticar chicle o cosas por el estilo; no estaban bien vistas. Así que, ¿qué hicieron? Empezaron a hablar. Es por eso que las mujeres hablan más, porque necesitan un sustituto. La boca tiene que estar siempre ocupada. Y ellas empezaron a hablar.

No se puede encontrar dos mujeres sentadas que no estén hablando; a no ser que sean inglesas, que no son mujeres en absoluto. Se las ha reprimido tanto que se han vuelto como zombis. Si no es así, las mujeres siempre están cotorreando; como los pájaros en los árboles, cotorreando.

Precisamente el otro día unas cuantas mujeres estaban trabajando aquí, en el jardín. Se pasaron todo el día charlando; ¡el día entero! Sin razón alguna..., pero charlaban. Es sólo la boca que quiere comer constantemente.

Ves a la gente sentada en el teatro. Están constantemente moviendo las piernas. ¿Por qué se sientan? ¡Tendrían que salir y moverse! Están haciendo las dos cosas. No pueden sentarse en silencio. Y eso es lo que le ocurre a tu mente.

La mente es buena en sí misma. Todo es bueno en sí mismo, en su lugar. Cuando la mente sea necesaria, úsala; cuando no sea necesaria, ponla a un lado. Tú sigues siendo el maestro y todo lo demás es una función.

Pero la mente ha asumido el mando. Sea lo que sea que estés haciendo, ella sigue y sigue; al igual que una radio que no puedes apagar porque se le ha estropeado el botón y sigue siempre encendida. Estás durmiendo y la radio continúa. Estás descansando, comiendo, haciendo el amor, y la radio continúa. Y tienes que aguantarla constantemente. Poco a poco, te vas volviendo insensible al hecho de que la radio siga encendida; simplemente no escuchas.

Eso es lo que le ha ocurrido a tu mente. Sigue y sigue y sigue; no sabes dónde está el botón para apagarla. No escuchas, simplemente la soportas, la ignoras. Lo has dado por hecho como si tuviera que ser así.

No es así, de ser así no podría ocurrir un buda. Y cuando digo esto, lo digo a través de mi propia experiencia.

No es así. El botón se puede sustituir. Eso es lo único que hacen las meditaciones. No te conducen a la iluminación, lo único que hacen es poner el botón que faltaba o arreglar el que estaba roto o bloqueado, o que todavía no funcionaba, o que no sabías cómo usar.

La meditación es una técnica, y la técnica puede ayudar solamente a la función, no a tu ser. Así que ninguna meditación te conduce directamente al ser, simplemente arregla tus funciones. Entonces el zapato encaja perfectamente y te iluminas.

Chuang Tzu tiene razón: «Cuando el zapato es el que corresponde al pie, te olvidas del pie». Cuando cada función encaja, el cuerpo se olvida; cuando cada función encaja, este mundo de apariencias desaparece.

¡Estás iluminado! De repente todas las cosas están iluminadas tal como son.

Si deseas ir por el Camino Único,
no desprecies ni siquiera el mundo
de los sentidos y las ideas.

¡ESTO ES HERMOSO! Sosan dice...: no desprecies ni siquiera el mundo de los sentidos y las ideas.

Hay dos tipos de personas. Uno es el que va luchando contra los sentidos: tratando de matar al cuerpo, tratando de no disfrutar a través del cuerpo, de no enamorarse, de no comer con placer. Luchan contra sus sentidos, se convierten en grandes ascetas. Son básicamente masoquistas, disfrutan torturándose a sí mismos.

Pero la sociedad les respeta, y ese respeto se vuelve un aliciente. Se les considera grandes hombres porque los sentidos no les atañen. Y no pueden ser grandes, porque los sentidos son las puertas para encontrar el infinito que te rodea. Los sentidos son las puertas; por estas puertas el infinito entra en ti y tú entras en el infinito.

Ellos van cerrando sus puertas. Entonces sus casas, sus cuerpos, se convierten en prisiones, y sufren. Y cuanto más sufren, más se les respeta y se les venera; porque la gente cree que han hecho algo milagroso, que han transcendido el cuerpo.

No hay ninguna necesidad de transcender el cuerpo. Lo único que tiene que ocurrir es que el cuerpo funcione correctamente, perfectamente. Es un arte, no se trata de ninguna austeridad. No se trata de austeridad; no tienes que luchar contra él, sólo tienes que entenderle. Y el cuerpo es enormemente sabio; más sabio que tu mente, recuérdalo, porque el cuerpo ha existido durante mucho más tiempo que la mente. La mente es una recién llegada, es una niña.

El cuerpo es muy antiguo, muy, muy antiguo. Una vez tuviste forma de roca: el cuerpo estaba ahí, pero la mente se encontraba profundamente dormida. Luego, te convertiste en un árbol: el cuerpo estaba ahí, con todo su follaje y sus flores. La mente aún permanecía profundamente dormida, no tanto como en la roca, pero aun así, estaba dormida. Luego te convertiste en un animal, en un tigre: el cuerpo estaba vibrante de energía, pero la mente no estaba funcionando. Luego te convertiste en un pájaro; luego en un hombre... El cuerpo ha estado funcionando durante millones de años. El cuerpo ha acumulado mucha sabiduría, es muy sabio. Así que, si comes demasiado, el cuerpo te dice: «¡Para!». La mente no es tan sabia. La mente dice: «Tiene un sabor exquisito; come un poco más». Si escuchas a la mente, entonces ella se vuelve destructiva para el cuerpo, de una u otra forma. Si escuchas a la mente, primero dirá: «Sigue comiendo», porque la mente es tonta, es una niña. No sabe lo que está diciendo. Es una recién llegada, todavía no ha aprendido. Todavía no es sabia, es inexperta. Escucha al cuerpo. Cuando el cuerpo diga: «Tengo hambre», come. Cuando el cuerpo diga: «Para», hazlo. Escuchar a la mente es como si un niño estuviera guiando a un anciano: ambos se van a caer en una zanja.

Si escuchas a la mente al principio estarás demasiado en los sentidos, y después te hartarás. Y cada sentido te producirá infelicidad, te producirá más ansiedad, más conflicto, más dolor.

Comer demasiado te causará dolor, y vomitarás; dañará todo el cuerpo. Entonces la mente dirá: «Comer es malo, así que ayuna». El ayuno también es peligroso. Si escuchas al cuerpo, nunca comerá en exceso ni nunca de menos; simplemente seguirá el Tao.

Algunos científicos han estado trabajando en este problema y han descubierto un fenómeno muy interesante: los niños pequeños comen cuando tienen hambre y se van a dormir cuando tienen sueño; ellos escuchan a sus cuerpos. Pero los padres, los confunden, los obligan: «Es la hora de la cena, o de la comida, o de esto y aquello, o es la hora de dormir; ¡venga!». No les permiten seguir a sus cuerpos.

Así, un investigador probó a dejar a niños a su libre albedrío. Trabajaba con veinticinco niños; no se les obligó a irse a dormir ni se les forzó a levantarse. Durante seis meses no se les obligó a nada. Y de ello sobrevino una comprensión muy profunda.

Durmieron estupendamente. Tuvieron menos sueños, sin pesadillas, ya que las pesadillas procedían de las imposiciones de sus padres. Comían bien, pero nunca demasiado; tampoco menos de lo necesario, y a veces incluso no comían nada. Cuando el cuerpo no lo sentía, no comían y nunca se enfermaron debido a la alimentación.

Se llegó a entender algo que nadie hubiera sospechado, algo milagroso. Sólo Sosan, Lao Tse o Chuang Tzu pueden entenderle, pues son Maestros del Tao. ¡Fue todo un descubrimiento! Se llegó a entender que si un niño enfermaba, entonces no comía ciertos alimentos. Y los científicos trataron de entender por qué no comían esos alimentos: los analizaron y descubrieron que, para esa enfermedad en particular, esos alimentos eran nocivos. ¿Cómo podría haberlo sabido el niño? El cuerpo sabe.

Y cuando el niño estaba creciendo, comía más de aquello que era necesario para su crecimiento. Entonces lo analizaban y descubrían que esos ingredientes eran de gran ayuda para el crecimiento. Y según iban creciendo tomaban otros alimentos, porque sus necesidades iban cambiando. Un día un niño comía algo y al día siguiente ni siquiera lo probaba. Y los científicos se dieron cuenta de que el cuerpo tiene su propia sabiduría.

Si permites que el cuerpo se exprese, vas por el camino correcto, el Gran Camino. Y esto no sólo ocurre con la alimentación, sino que también ocurre con todas las cosas de la vida. Tu sexo se enferma por tu mente, tu estomago se enferma por tu mente. Interfieres con el cuerpo. ¡No interfieras! Prueba, aunque sólo sea durante tres meses; no interfieras. Y te volverás muy sano, te invadirá el bienestar. Sentirás que todo va bien, el zapato encaja. Pero el problema es la mente.

La mente tiene su propia función: cómo relacionarte con otros, cómo moverte en este mundo en el que vive tanta otra gente, cómo conducir un coche, cómo seguir las normas del tráfico, cómo no crear un peligro para los demás o para ti mismo, cómo mirar hacia adelante y hacer planes. La mente es como un radar: mira hacia adelante (hacia dónde moverse, cómo moverse), pero la base sigue siendo el cuerpo.

Las personas que están en contra del cuerpo y destruyen sus sentidos tardarán más tiempo en descubrir su iluminación que aquellas que escuchen a sus sentidos y sigan sus consejos.

Si escuchas a tus sentidos te vuelves sencillo. Desde luego nadie va a respetarte, porque dirán de ti: «Este es un hombre sensual». Y un hombre sensual está más vivo que un hombre no sensual. Pero a nadie le interesa la vida; todo el mundo está interesado en venerar algo que ya esté muerto.

No esperes ningún respeto de la gente, o de lo contrario te perderás. Llega un momento en el que todo el mundo puede respetarte, pero tú no puedes respetarte a ti mismo porque te has perdido del todo. Nada encaja, todo te sale mal.

¡Escucha al cuerpo!; porque estás aquí para disfrutar de este momento que te ha sido dado, este hermoso momento, esta maravilla que te ha ocurrido. ¡Estás vivo, consciente, y el mundo es enorme!

El ser humano es un milagro en este pequeño planeta (¡muy, muy pequeño, diminuto!). El Sol es sesenta veces mayor que esta Tierra, y este sol es una estrella mediocre. Hay soles millones de veces más grandes que este, y hay millones de soles y millones de universos. Y hasta ahora parece, que la ciencia sepa, que la vida y la consciencia es algo que sólo ha sucedido en esta Tierra. Esta Tierra está bendita.

No sabes hasta dónde has llegado. Si supieras hasta dónde has llegado, te sentirías agradecido y no pedirías nada más. Podrías haber sido una roca y no hubieras podido hacer nada al respecto. ¡Eres un hombre! Y estás sufriendo, preocupándote y sin darte cuenta de nada. Disfruta este momento porque puede que nunca regrese.

Esto es a lo que los hindúes se refieren cuando dicen que puedes volver a convertirte en una roca. Si no lo disfrutas, si no creces en él, caerás. Puedes volver a ser un animal de nuevo. Esto es lo que significa: recuerda siempre que este clímax de consciencia es el punto más elevado; si no te integras en él y lo disfrutas, caerás.

Gurdjieff solía decir que tú todavía no tienes un alma; la vida es una oportunidad para conseguirla, para convertirte en un alma. No sigas perdiendo el tiempo y la energía porque, si mueres sin haberlo resuelto, simplemente desaparecerás. ¿Y quién sabe si volverás a tener otra oportunidad? Nadie puede saberlo, no hay nadie que pueda aclarar esta cuestión.

Lo máximo que se puede decir es que este momento es la oportunidad. Si lo disfrutas, si te sientes en éxtasis y agradecido con él, se resolverá mejor. Recuerda, para estar agradecido no se necesita nada más: lo que tienes ya es demasiado, ya es suficiente para sentirte agradecido. No le pidas más a la existencia.

Simplemente goza de lo que te ha dado. Y cuanto más lo goces, más te será dado.

Jesús dice, y esta es una cita muy paradójica: «Cuanto más tengas, más te será dado; y si no tienes nada, hasta lo que tienes te será quitado». Esto parece algo muy anticomunista. Parece absurdo. ¿Qué clase de matemáticas son estas? «¡Cuanto más tengas, más te será dado; y si no tienes nada, hasta lo que tienes te será quitado!» Parece dicho a favor de los ricos y en contra de los pobres. Esto no tiene ninguna relación con la economía ordinaria; es la economía suprema de la vida. Solamente aquellos que tienen obtendrán más, porque cuanto más disfrutan más crecen. La vida crece en el gozo. El gozo es el sutra.

Estate contento y agradecido con lo que sea que tengas. ¡Lo que sea! Sé feliz con ello. Y entonces tendrás más apertura, y más cosas te llegarán: te volverás capaz de recibir más bendiciones. El que no esté agradecido perderá lo que tiene. Al que lo está, la existencia entera le ayuda a crecer más, porque se lo merece y se da cuenta de lo que ha recibido.

Sé más amoroso y recibirás más amor. Sé más pacífico y recibirás más paz. Da más y tendrás más para dar. Comparte y tu ser aumentará.

Pero tú nunca das, nunca amas, nunca compartes. De hecho ni siquiera te das cuenta de que tienes algo.

Estás simplemente esperando que algo ocurra en algún lugar. ¡Ya ha ocurrido! Simplemente míralo; tú llevas el tesoro. Y nunca das porque no sabes que te ha ocurrido a ti, y no sabes que dar se convertirá en tu crecimiento.

Una vez, en una comunidad judía, ocurrió que un santo se estaba muriendo. Era un hombre pobre, pero muy, muy rico; rico en su ser, rico en su éxtasis. Era un místico. Y toda la comunidad estaba preocupada por su muerte. Llamaron a todos los médicos del lugar pero ya no podía hacerse nada, la muerte se acercaba a cada momento. Entonces se reunió toda la comunidad para hacer lo último que se podía hacer: rezar. Pero ni siquiera esto parecía servir de nada. Así que el rabino dijo: «Ahora ya sólo queda una cosa por hacer, y Dios no nos ayudará a menos que la hagamos. Ofreceremos nuestras vidas. Así que donemos algunos días o algunos años de nuestras vidas a este santo».

Y todo el mundo se adelantó; la gente le amaba. Alguien dijo: «Yo ofrezco cinco años»; otro: «Yo un año»; algún otro: «Un mes»; y otro más: «Un día». Incluso hubo un avaro que dijo: «Un minuto». Pero hasta eso (hasta eso, piensa, no te rías), hasta un minuto de vida no es poca cosa, no es algo insignificante. Cuando te estés muriendo, echarás de menos hasta ese minuto.

Entonces Mulla Nasrudin, que también estaba allí, se acercó. Él no era judío pero también amaba a ese místico. Y dijo: «¡Veinte años!».

Nadie podía creerse lo que había oído. Un judío que estaba sentado justo detrás de él le tiró del pantalón y le dijo: «¿Qué estás haciendo, Nasrudin? ¿Te has vuelto loco? ¡Veinte años! ¿Qué significa eso? ¡Eso es demasiado! ¿Acaso te has vuelto loco? ¡Pero si ni siquiera eres judío!».

Nasrudin dijo: «¡De la vida de mi mujer!».

Nadie está dispuesto a compartir nada. Y a no ser que compartas no recibirás más, porque no serás digno de más. No lo merecerás. Exige, y lo perderás; da y lo obtendrás.

Esta vida, tal como es, ya es demasiado. Se dichoso en ella, en sus pequeñas cosas. Hasta el alimento debería convertirse en un sacramento. Hasta darse la mano tendría que convertirse en una oración, debería ser una ofrenda. Hasta el estar con la gente debería convertirse en una profunda alegría; porque lo que a ti te ha ocurrido no ha ocurrido en ningún otro lugar. Sosan dice:

Si deseas ir por el Camino Único,
no desprecies ni siquiera el mundo
de los sentidos y las ideas.

NO DESPRECIES el mundo de los sentidos, no desprecies el mundo de las ideas, porque también ellos son hermosos en sí mismos. Si no te involucras en ella, ¿qué hay de malo en una idea? Es una hermosa flor. La mente es buena si está en su lugar. Hay una enseñanza de Gurdjieff, y por cierto muy relevante para el hombre moderno. Él dice que todos tus centros están mezclados: su pureza se ha perdido, todo interfiere con todo. Y tiene razón. Cuando haces el amor no necesitas la mente, pero ella sigue funcionando. En realidad haces el amor con la mente, no con el centro sexual. El sexo no es malo, el sexo es algo hermoso en sí mismo; un florecimiento, un profundo compartir, un profundo encuentro entre dos personas. Pero la mente siempre está interfiriendo. Y entonces el centro sexual se tomará su propia revancha. Mientras estudias el Gita, el Corán o la Biblia, el sexo te vendrá a la mente, y te pondrás a pensar en él. Tiene que ser así, porque has perturbado el centro sexual, así que él se tomará la revancha.

Observa los anuncios. Si quieres vender algo, primero tienes que hacerlo sexualmente atractivo. Da igual que vendas un automóvil o un dentífrico: tendrás que meter una mujer desnuda en el anuncio. Primero tendrás que encontrar una mujer desnuda. ¡No importa lo que quieras anunciar! Es como si lo que quisieras vender no fuera la pasta de dientes, sino la mujer desnuda, el sexo. Si vendes jabón, tendrás que añadirle algún hermoso cuerpo desnudo.

He oído que:

A una modelo italiana que llevaba muchos años trabajando como modelo para los anuncios de una marca de jabón, cuando se hizo mayor y ya no le importaba a nadie, le preguntaron: «¿Qué clase de jabón usa usted realmente?».

Y ella contestó: «Ninguno, porque todos son nocivos para la suavidad de la piel. ¡Yo simplemente uso lana humedecida, por eso mi piel se conserva tan hermosa! Pero he ayudado a vender todo tipo de jabones, y se venden».

Cuando Mulla Nasrudin cumplió cien años, yo le pregunté: «Nasrudin, ¿cuál es el secreto para vivir tantos años?».

Él contestó: «¿Espera un poco'. En siete días todo se aclarará, y entonces te lo podré decir».

Yo le volví a preguntar: «¿Qué pasa? ¿Qué es lo que tiene que aclararse?».

Él dijo: «Muchas compañías financieras están detrás de mí, así que mi abogado está aclarando las cosas: ¿Qué vitaminas he tomado?, ¿Qué alimentación he llevado? En este momento yo no lo sé, pero en una semana todo estará claro y todo el mundo lo sabrá».

Las ideas en sí mismas son hermosas. No hay nada que sea malo. Todo es bueno si está en el lugar adecuado; y todo se vuelve dañino si está en un lugar inadecuado: entonces no encaja nunca.

Y esto es lo que pasa contigo: todo está mal. Cuando haces el amor, entra la mente. Cuando meditas, entra el sexo. Cuando comes, entra la mente. Cuando te duermes, entra la comida. Todos los centros están mezclados en un caos.

Deja que cada centro sea puro, deja que cada centro funcione por su propio derecho, a su propio tiempo. Tiene su propio tiempo, su propio carácter y su propio periodo. No le dejes que se vaya a los otros centros.

Y empieza con la mente, porque ella es la mayor perturbadora, la que más ruido arma y la que se mete en el terreno de todos los demás centros, quiere dominarlo todo. Elimina esa dominación. Cada sentido debería ser puro y gozar de su propio derecho. No hay necesidad de la mente entre.

Entonces cuando goces de la mente, ningún centro interferirá. Entonces no será un problema, porque todos los demás centros son inocentes. Tu mente es astuta; y tú escuchas al astuto, nunca escuchas a los inocentes sentidos. La mente es lista, calculadora. Todos los demás sentidos son simplemente inocentes y no pueden luchar contra la mente porque la mente es un gran político, y los sentidos son gente sencilla. El sexo es simple y la mente lo condena. El centro sexual no puede hacer otra cosa que ver cómo la energía se va a canales equivocados.

Disfruta de cada sentido en sí mismo; y cuando lo estés disfrutando fúndete en él, para que no quede ninguna energía que se pueda mover a ningún otro sitio, que toda la energía esté en él. En ese momento no hay mente, en ese momento no hay nadie; te conviertes en energía sexual. Cuando tengas hambre vuélvete hambre; come como si cada célula de tu cuerpo tuviera hambre y absorbiera el alimento. Y déjalo gozar.

Y cuando quieras pensar, siéntate debajo de un árbol, cierra los ojos ¡y disfruta de tus pensamientos! No hay nada malo en los pensamientos. Gózalos como el florecimiento que son, un hermoso florecimiento, una gran poesía en sí mismos. Entonces llega una claridad, entonces tus aguas no están turbias, entonces el lodo se asienta y puedes ver a través de las cosas.

Si deseas ir por el Camino Único,
no desprecies ni siquiera el mundo
de los sentidos y las ideas.
En realidad, aceptarlo plenamente
es idéntico a la verdadera Iluminación.

Si puedes aceptar plenamente lo que quiera que seas, eso es la iluminación. No pienses que cuando te ilumines verás luces y tendrás visiones; ¡eso es completamente absurdo! Eso ocurre en el camino, pero es sólo parte de la mente, no tiene nada que ver con lo supremo. Todas tus luces y experiencias proceden de la mente.

La energía se mueve en el cuerpo; hay sentidos sutiles que se ocultan en él. Cuando estos sentidos se activan, puedes sentir muchas cosas. No hay nada malo en ello, disfrútalo, pero no creas que eso es la iluminación.

La iluminación ocurre sólo cuando no hay ninguna queja en ti, cuando no vas a ningún sitio, cuando no hay ni deseo ni condena ni juicio. Simplemente existes, con una aceptación total Entonces hay iluminación.

La iluminación es algo muy ordinario. No es nada extraordinario, no es nada especial; porque lo especial es la búsqueda del ego. ¡Es algo muy normal! No hay demanda, no hay nada que añorar ni nada a lo que agarrarse. Simplemente eres, y eres feliz; feliz sin causa alguna.

Recuérdalo. Esa es la diferencia entre la felicidad y el éxtasis. Tu felicidad tiene una causa. Cuando viene un amigo, te alegras. ¿Durante cuánto tiempo? Durante un rato; después te alegrarás de que se vaya. ¿Qué clase de felicidad es esta? Es causada, y las causas desaparecen. Más tarde o más temprano te hartarás y desaparecerán. El éxtasis es una felicidad sin causa. Simplemente tal como eres, eres feliz. Sin ninguna explicación.

Obsérvalo en su totalidad. Nunca piensas en por qué eres desgraciado; simplemente eres desgraciado. Y en cambio, siempre que eres feliz, empiezas a preguntarte: «¿Por qué estoy feliz?». El sufrimiento parece ser algo natural; en cambio la felicidad parece ser algo innatural que sólo ocurre algunas veces. El sufrimiento es tu estado natural y la felicidad tu anhelo.

Una persona iluminada es simplemente feliz, de la misma forma que tú eres simplemente desgraciado.

¡Simplemente feliz!, nunca desgraciado. Aunque a veces el zapato le apriete, él simplemente lo pone en su sitio. No es sufrimiento, es simplemente dolor físico; es una incomodidad, pero no sufrimiento. Simplemente pone el pie en su sitio; se cambia de zapato o camina sin zapato.

Un iluminado puede sentir la incomodidad, pero nunca el sufrimiento; porque ¿Cómo va a ocurrir el sufrimiento? Al no haber ninguna causa para su éxtasis, el sufrimiento es imposible. Si no tiene una causa, ¿Cómo vas a quitárselo? Sin causa, no tiene opuesto. Esto es ananda.

Los hindúes tienen una palabra, ananda: éxtasis bendito, alegría sin causa, sin razón alguna. Por eso, siempre que alguien está en éxtasis, el mundo entero piensa que está loco. Le preguntarán: «¿Por qué estás en éxtasis? ¿De qué te ríes?», como si reírse fuera un crimen. Y si dices: «¡Simplemente me río! ¡Reírse es bueno!», ellos no lo pueden entender. Porque ellos para reírse Necesitan que haya tensión. Y en esto se basan todos los chistes.

¿Por qué te ríes cuando alguien cuenta un chiste? ¿Qué ocurre en ti? ¿Qué hace el chiste? Crea una tensión. La historia continúa y te va intrigando más y más, te vas poniendo cada vez más tenso, porque no puedes imaginarte qué rumbo va a tomar. Entonces, de repente, hay un giro, y el giro es tal que nunca te hubieras imaginado que fuera así. Si ya te lo esperas, lo cual quiere decir que te sabes el chiste, no te reirás. Simplemente dirás que el chiste era malo, porque no se ha creado esa tensión. Cuando no conoces el chiste, o no sabes cómo va a seguir, se crea la tensión; esperas, estás atento: ¿qué ocurrirá? Y de repente la historia toma un cariz que no te esperabas. Y la tensión se libera, y te ríes. Esta risa es una liberación de tensión, tiene una causa.

¿Por qué te causa placer el sexo? Porque es una tensión. Tú comes, respiras, se crea cierta energía; la vida siempre te da más de lo que necesitas. La vida es abundante, la vida es un lujo, ¡un perfecto lujo! No le importa cuáles sean tus necesidades, siempre te da más de lo que necesitas.

Esta energía extra se acumula en el cuerpo; eso es la energía sexual. Al acumularse se crea una tensión en tu cuerpo. Entonces la tensión surge y tienes que liberarla. Cuando esa tensión se descarga te sientes feliz, relajado; puedes dormir. Pero el truco está en la tensión. Así que si haces el amor con excesiva frecuencia y no se acumula esa tensión, se vuelve soso; el chiste se vuelve soso, no tiene gracia. Si haces el amor con demasiada frecuencia, te hartarás; porque no depende del amor, depende de la tensión generada.

Si hacer el amor se convierte en una cosa cotidiana, la energía no es desbordante. Entonces, después de hacer el amor, en vez de sentirte feliz te sientes desgraciado, frustrado. Así no puede haber orgasmo, porque el orgasmo necesita más energía que el cuerpo. Es una sobreabundancia, por eso todo el cuerpo vibra en él.

Recuerda, en las sociedades represivas la gente gozaba más del sexo, porque hasta encontrarse con la propia esposa era difícil. Y qué decir de encontrarte con la esposa de otro... Eso era casi imposible; había que traspasar muchas barreras para encontrarse con la propia esposa.

En la India no podías ver a tu propia esposa a la luz del día. Con una familia tan enorme, con cien personas viviendo juntas, durmiendo juntas, a veces, tenías que prepararlo todo para hacer el amor. Era hermoso, hermoso en un sentido, porque la tensión creada era tan elevada que llegaba a un clímax, y entonces sobrevenía el valle de la relajación.

En Occidente el sexo se ha vuelto insípido. En Occidente ya nadie disfruta del sexo; tienen demasiado. Te desprendes de la energía antes de generarla. Así es como ocurre la felicidad durante toda tu vida: creas tensión y luego la relajas.

El éxtasis es otra cosa. No tiene causa. No es una tensión y una liberación, no tiene nada que ver con la tensión y la liberación; es simplemente la felicidad que llega cuando te sientes bien con la existencia, cuando sientes que aceptas. Cuando sientes que aceptas, de repente sientes que toda la existencia te acepta. Entonces puedes bendecir al todo, y el todo te bendice a ti. El éxtasis no tiene causa. Y no se te puede quitar.

Tú no puedes hacerme desdichado. Como mucho, me puedes hacer sentir incómodo, eso es todo.

No existe opuesto al éxtasis, ananda. No tiene ninguna causa en absoluto. Por eso puede ser eterno. Sin embargo, lo que necesita de una causa no puede ser eterno: cuando desaparezca la causa, el efecto desaparecerá.

En realidad, aceptarlo plenamente
es idéntico a la verdadera Iluminación.
El hombre sabio no persigue ninguna meta,
pero el tonto se encadena a sí mismo.

Todas tus metas se convierten en grilletes, se convierten en prisiones; estás enjaulado en ellas. Y por eso sufres, y entonces preguntas: «¿Cómo ser libre?». ¡Libérate de las metas y serás libre! ¡No hay que hacer nada más! No crees metas, y no habrá cautiverio.

Hay un Dharma, una verdad, una ley, no varías;
las distinciones surgen
por las tenaces necesidades del ignorante.
Buscar la Mente con la mente (discriminatoria)
es el mayor de los errores.

¿QUÉ ESTÁS HACIENDO cuando creas una meta? ¿Quién crea la meta? La crea la mente, y luego la mente busca una forma de alcanzarla. Entonces la mente inventa técnicas, métodos, maneras. Y tú sigues esas técnicas y esos métodos. ¿Qué es lo que estás haciendo? Estás siguiendo a la mente, te estás moviendo en círculos. La meta es creada por la mente, los medios son creados por la mente, y la mente te dirige. ¿Cómo vas a alcanzar la no mente con la mente?

Y la mente está tensa, porque no se puede relajar. Depende de los opuestos. Está condenada a permanecer moviéndose de extremo a extremo. Puede condenar, puede apreciar, pero no puede aceptar totalmente. Y la totalidad es la meta; y sólo se puede llegar a través de la aceptación.

La mente no puede aceptar, sólo puede negar. Y cuando niega se siente muy bien, debido al ego. El que niega eres tú. Cuando el ego acepta se siente muy mal, porque cuando no hay negación, cuando no hay lucha ni conflicto ni adónde ir, ¿qué va a hacer? Es como si para ti, simplemente estar aquí y ahora no tuviera sentido. La felicidad está ocurriendo en cualquier otro lugar, ¿qué estás haciendo tú aquí?

He oído que:

Una vez dos vagabundos estaban descansando bajo un árbol. El lugar era muy tranquilo y hermoso. Un arroyo burbujeaba justo al lado y soplaba una agradable brisa fresca. Uno de los vagabundos le dijo al otro:

«En este instante, no me cambiaría ni por un tío que tuviera cincuenta mil dólares».

El otro dijo: «¿Y si ese tío tuviera cien mil dólares, qué?».

El primero respondió: «Ni aun así».

El segundo continuó hablando y dijo: «¿Imagínate que tuviera un millón de dólares».

Entonces el primero se entusiasmó, e incorporándose, dijo: «¡Bueno eso ya es otra cosa. Ahora estás hablando de una verdadera pasta».

Así es como funciona la mente: imaginación, sueño; y el sueño se convierte en «la verdadera pasta». En realidad no hay nadie con quien cambiarse, pero la emoción se ha creado.

En cuanto piensas en algo, inmediatamente te emocionas. Hasta con una foto de una mujer desnuda te excitas. De ahí que exista tanta pornografía en el mundo. Es solamente una foto; líneas y colores sobre un papel, nada más. Ahí no hay nadie, y tú lo sabes perfectamente, pero le ocultarás esa foto a los demás, y cuando estés solo te pondrás a meditar en ella. ¿Qué estás haciendo?; «verdadera pasta».

La mente es sólo imaginación, pero tú te emocionas. Y cada vez que te emocionas, la mente te ha vendido algo. Pero entonces serás desgraciado, porque la mente puede venderte la idea pero nunca puede proveerte la mercancía. Ese es el problema: no tiene material que surtir. Puede venderte la idea (es un buen vendedor), pero no tiene nada que entregar. Y cuando llegues y pidas que se te entregue, te surtirá con cualquier otra cosa.

He oído que:

Un vendedor fue a su jefe y le dijo: «Tengo un problema. Esa tierra que vendimos se ha convertido en un problema. El hombre que la compró me llama a todas horas porque todo el terreno está cubierto por un metro de agua. Y me dice: "¿Qué clase de tierra me ha vendido? ¿Cómo voy a edificar ahí?". ¿Qué hago? ¿Le devuelvo el dinero y cancelo la operación?».

El jefe le respondió: «¿Qué clase de vendedor eres tú? ¡Aprovecha la ocasión para venderle dos lanchas a motor!».

Un vendedor tiene que seguir vendiendo. Si esto no ha valido, entonces alguna otra cosa valdrá. Y si el hombre se emocionó la primera vez, ¡porque no va a entusiasmarse de nuevo! Sólo se necesita usar alguna argucia.

La mente te ha vendido ideas del futuro, pero no puede proporcionártelas porque el futuro nunca llega. Y cuando quiera que llegue siempre será el presente. La entrega es en el presente, y el vendedor habla del futuro. La entrega es aquí, y la mente piensa en términos de esperanza, de sueño, de imaginación. Acepta la realidad tal como tú eres y tal como es el mundo. No intentes cambiar nada; y surge la iluminación. Y entonces todo cambia, porque ya no eres el mismo. Si tú cambias algo, nada cambiará. Si aceptas, todo se transforma.

Todo se ilumina con una luz que nunca antes habías visto. De repente se escucha una música que nunca antes habías escuchado, se revela una belleza que estaba oculta. Se abre una puerta, la oscuridad desaparece y un sol se levanta.

Pero eso ocurre solamente cuando estás a gusto contigo mismo. Es algo que ocurre, no es el resultado de tus esfuerzos. Y no te sientas infeliz, porque si no es un resultado, entonces ¿qué puedes hacer tú? Siéntete feliz porque no dependa de tu esfuerzo. Puedes lograrlo en este mismo instante. No hay necesidad de posponerlo.

El entendimiento es aceptación. La aceptación es iluminación. Los budistas (y Sosan es budista), los seguidores de Buda, tienen una palabra en particular para «aceptación». Ellos lo llaman tathata. Quiere decir: sin queja, sin condena, sin deseo. Quiere decir que las cosas simplemente son como son. Así es el camino: esencialidad.

Y uno vive en la esencialidad. Ocurra lo que ocurra, uno está dispuesto a dejar que ocurra. Donde vaya la vida, uno va con ella. Lo que ocurra es bueno. No creas un conflicto, estás de su lado. No nadas, flotas; y nunca nadas contracorriente. Simplemente flotas con la corriente, y poco a poco no sabes quién es quién, ni qué es qué, quién es el río y quién es el que se ha vuelto parte del río. ¡Tú te conviertes en el río! Esto es la iluminación.

Actividad y descanso derivan de la ilusión; en la iluminación no hay agrado ni desagrado.
Todas las dualidades proceden de ignorantes deducciones.
Son como sueños o flores en el aire: es estúpido intentar atraparlas.
Ganancia o pérdida, correcto o incorrecto: tales pensamientos tienen que ser finalmente abolidos de una vez por todas.
Si el ojo nunca duerme, todos los sueños cesarán naturalmente.
Si la mente no hace discriminaciones, las diez mil cosas son como son: de la misma esencia.
Entender el misterio de la única esencia es liberarse de todos los enredos.
Cuando todas las cosas se ven por igual, se alcanza la esencia intemporal del Ser.
Ninguna comparación o analogía es posible en este estado sin causas ni relaciones.



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