lunes

PROFESIÓN DE FE - HENRY DAVID THOREAU (1817-1862)










Creo que existe una íntima relación entre la vida exterior y la vida interior; creo que, si alguien lograse superar su vida, el mundo seguiría ignorándolo; creo que diferencia y distancia se identifican. Ansiar una verdadera vida es como emprender un viaje a un lejano país, y verse poco a poco rodeado de ignorados paisajes y de gentes nuevas.

Envuelto en mi pasado, comprendo que estoy muy lejos de vivir una vida mejor y más bella, en su pleno sentido. El mundo externo no es sino lo inverso de lo que está en nosotros. Las costumbres no ocultan a los hombres; por el contrario, los muestran sin apariencias, como realmente son. En realidad, las costumbres forman su vestimenta.

Poco me importa el curioso razonamiento que invocan quienes siguen fieles a las costumbres. Las circunstancias no son rígidas ni irreductibles como nuestros actos.

¡Cuántas veces nos expresamos con vaguedad, como si una vida divina pudiera injertarse o construirse en nuestra vida presente, a modo de apropiado cimiento! Para transformar nuestra vida debiéramos rehacer la antigua, excluir todo el calor de nuestros afectos; quizás sea imposible. El mirlo construye su vivienda sobre el huevo del cuclillo, y allí incuba sus huevos. Pero la separación es leve, e incube también el ajeno. El cuclillo lo aventaja en un día, y, al nacer su cría, expulsa a los pichones del mirlo. No hay otra solución entonces: destruir el huevo del cuclillo o construir un nido nuevo.

El cambio es siempre cambio. Ninguna vida nueva ocupa viejos cuerpos. Los cuerpos viejos se pudren. La vida es lo que nace, crece y florece. Los hombres intentan reanimar patéticamente lo antiguo, y por eso lo toleran y soportan. ¿Por qué limitarnos a embalsamar? ¡Abandonemos ya los ungüentos y los sudarios, y vayamos en busca de un cuerpo naciente! En las antiguas catacumbas de Egipto podemos comprobar el resultado de tal experiencia. No ignoramos su fin.

Creo en la simplicidad. Es asombroso y triste ver cómo hasta el hombre más sabio ocupa sus días en asuntos triviales, creyéndose obligado a relegar a último término cuestiones más importantes. Si un matemático desea resolver un problema difícil, comienza por despojar a la ecuación de toda dificultad, reduciéndola a su más simple expresión. Simplifiquemos el problema de la existencia, y distingamos lo necesario de lo real. Sondeemos la tierra para ver dónde corren nuestras raíces-madres. Yo quisiera basarme siempre en los hechos. ¿Por qué no ver, por qué no servirnos siempre de nuestros propios ojos? ¿O es que los hombres no saben ni conocen nada? Sé de muchas personas, difíciles de ser engañadas en asuntos comunes, muy recelosas de una mala jugada, que disponen mesuradamente de su dinero y saben cómo gastarlo, que gozan fama de cautos y listos, y que sin embargo consienten en pasarse gran parte de su existencia como cajeros entre las cuatro paredes de un banco, hombres que hoy brillan un poco, para enmohecerse mañana y finalmente desaparecer. Si son realmente capaces, ¿por qué hacen lo que están haciendo? ¿Saben bien lo que es el pan, y para qué sirve? ¿Tienen noción del valor y significado de la vida? Porque si supieran algo, ¡qué pronto olvidarían lo que ahora les interesa!

Esta vida, nuestra respetable vida de todos los días, tras de la que firmemente se apuntala el hombre de buen sentido, el inglés del mundo civilizado, y sobre la que reposan todas nuestras insignes instituciones, no deja de ser una ilusión que se desvanece como la trama inconsútil de una visión fugaz. En cambio, el más leve resplandor de realidad que suele iluminar días oscuros para todos los hombres, nos revela algo más consistente y durable que el bronce fundido, algo que es en verdad la piedra angular del mundo. El ser humano es incapaz de concebir un estado de cosas que no sea realizable. ¿Podemos consultar honestamente a nuestra conciencia y afirmar que es así? ¿Qué hechos invocamos al afirmar que nuestros sueños son prematuros? ¿Han oído hablar alguna vez acerca de un hombre que haya luchado consecuentemente durante toda su vida por una finalidad, y que no la lograra en cierta medida? Un hombre en estado de continua ansiedad, ¿no se siente ya elevado en virtud de ella? ¿Quién que haya ensayado la menor acción de heroísmo, de magnanimidad, o tendido hacia la verdad y sinceridad, no halló cierta ventaja, algo más que no fuera perder el tiempo? Es natural que no esperemos a que nuestro paraíso sea un jardín. Ignoramos lo que pedimos. Observemos la literatura. ¡Qué bellos pensamientos concibió cada uno de nosotros, y qué poco bellos pensamientos fueron expresados! Y, sin embargo, no hay ningún sueño, por más sutil o etéreo que fuere, que el simple talento, secundado por cierta resolución y constancia, después de mil fracasos, no logre fijar y grabar en palabras distintas y duraderas. Nuestros sueños son los hechos más positivos que conocemos. Pero ahora no hablamos de sueños.

Lo que se puede expresar con palabras, puede igualmente expresarlo nuestra vida. Mi vida actual, es un hecho del que no debo congratularme, pero respeto mi fe y mis aspiraciones. De ellos hablo ahora. Nuestro estado es demasiado simple para describirlo. No he prestado juramento alguno. No he trazado ningún pan sobre la sociedad, la Naturaleza, o Dios. Soy simplemente lo que soy, o más bien, comienzo a serlo.

Vivo en el presente. El pasado no es en mí sino un recuerdo, y el porvenir una anticipación. Amo vivir. Prefiero una reforma antes que un programa. No puede hacerse historia de cómo el mal se ha vuelto lo mejor. Creo, y nada existe al margen de mi creencia. Sé que yo soy. Sé que otro existe, que sabe más que yo, que por mí se interesa, del que soy su criatura, y en cierto modo también progenitor. Sé que la empresa vale la pena, que las cosas van bien. No he recibido ninguna noticia adversa.

En cuanto a las posiciones, a las combinaciones, a los detalles, ¿Qué pueden significar? Si contemplamos el firmamento, cuando el tiempo es claro, ¿Qué apercibimos sino el cielo y el sol?

¿Quieres convencer a un hombre de que hace mal? Haz el bien. Pero es inútil convencerlo con palabras. Los hombres creen en lo que ven. Hay que procurar que vean. Prosigue tu vida, obstínate en vivirla, y como un perro en torno del coche de su amo, gira en torno a tu propia vida.

Realiza aquello que más amas. Para conocer bien tu hueso, hay que roerlo, enterrarlo y desenterrarlo para roerlo más aún. No es preciso demasiada moral. Sería trampearse a sí mismo con un exceso de vida. Ve más allá de la moralidad. No te contentes con ser bueno; hay que serlo a toda costa. Todas las fábulas encierran su moral, pero los inocentes que escuchan hallan placer sobre todo por la historia que narran. Nada se interpone entre tú y la luz. Respeta a los hombres, respeta a tus hermanos, y nada más.

Cuando emprendas viaje a la Ciudad Celeste, no lleves carta de recomendación. Cuando llames, pide ver a Dios, y nunca a los lacayos. En esto, que es lo que más te conviene, no se te ocurra pensar que tienes camaradas. Haz de cuenta que estás solo en el mundo...


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WEB http://www.oshogulaab.com/MISCELANEA/PROFESION_FE.htm










domingo

La Transmutación Alquímica del Alma Por Luis E. Prada





Resumen

Ésta es una presentación en dos partes: La primera parte trata de las tres etapas por las que el alma pasa a través de su evolución por encarnaciones múltiples para lograr el estado de perfección. La evolución del alma sigue un proceso universal expresado aquí como Deseo-Pensamiento-Acción. El proceso es una manifestación de la Ley del Triángulo. Esta conferencia compara la transformación interior al proceso de creación como se reseña en los estudios cabalísticos del Árbol de la Vida. El conjunto de figuras que ilustran el tema son representaciones gráficas de una investigación basada principalmente en el libro Arcadia por Peter Dawkins, publicado por el Francis Bacon Research Trust.

La segunda parte contiene una visualización curativa en donde la audiencia es llevada a la experiencia mística en la tienda de campaña atestiguada por setenta y dos miembros de AMORC durante el histórico viaje de 1.929 a Egipto con el Dr. H. Spencer Lewis. El autor vuelve a representar esa experiencia adicionando material ficticio que cubre una curación con la Llama Violeta conocida por las escuelas de misterio egipcias.

PARTE I: Las Tres Etapas de la Perfecta Alma Humana: La Ley de Deseo, Pensamiento y Acción (1)

La fusión de espíritu con materia y el proceso de iniciación que sigue genera una plena manifestación de Dios como el alma humana completamente desarrollada y perfeccionada. Este desarrollo puede ser representado esquemáticamente por las tres etapas de la Fig. 1.


Fig. 1. Las Tres Etapas de Iniciación para Obtener una Perfecta Alma Humana y sus Relaciones con Las Iniciaciones en Guiza


Adaptado por Luis Prada del Libro Arcadia, Estudios en Sabiduría Antigua, por Peter Dawkins, publicado por el Francis Bacon Research Trust,Capítulo: “Prehistoria Egipcia”, página 29.


Estas etapas pueden simbolizarse por la Rueda de la Fortuna, la Rueda del Karma, la Rueda del Destino o la Rueda Medicinal como eventos comunes a todas las criaturas vivientes y en particular al hombre. Ellas siguen la básica Ley del Triángulo. A la conclusión de una acción está la conclusión de un ciclo. Véase la Fig. 2, . El deseo en el corazón (si puro Amor) o en el Plexo Solar (si imperfecto Amor) se torna en pensamiento asentado en la cabeza seguido por acción con su asiento en el estómago.


Fig. 2. El Proceso de Transformación del Alma Humana: La Alquimia
La Rueda de la Fortuna (El ‘Taro’ Egipcio)






La Rueda de la Fortuna (Izquierda) y la Perfección del Ciclo A Través de la Iniciación(Derecha)

Nota: Ambas ruedas tienen una rotación en sentido de las agujas del reloj: La de la izquierda conduce a la de la derecha

Y así como un ciclo muere, otro ciclo arranca de sus cenizas a medida que la rueda inexorablemente se pone en marcha. Si las lecciones se han aprendido apropiadamente, la rueda se convierte en el Camino Real o El Sendero de Iniciación llamado Taro por los egipcios, véase la Fig. 2, derecha, cuando todos los deseos llegan a ser Puro Amor, todos los pensamientos, Clara Comprensión y todas las acciones, un Acto de Servicio.

En la descripción de arriba se ve también que esta ley opera dentro de una forma externa que es espacial en su naturaleza. Véase la Fig. 3. Los órganos asociados con amor, la vida misma o el aliento de vida, se encuentran en el corazón central del cuerpo, protegidos tanto en animales como humanos por una jaula ósea de costillas; todos los órganos asociados con pensamiento yacen en la parte superior del cuerpo dentro de un cráneo óseo, y todos los órganos asociados con las actividades del cuerpo que suministran energía para creación y procreación están localizados en el abdomen o parte inferior del cuerpo. Hay un flujo de energía en el proceso de vida que se mueve desde el corazón (o plexo solar) a la cabeza al abdomen para la conclusión de un ciclo, y de nuevo para ciclos subsiguientes.

Fig. 3. Las Etapas del Proceso de la Vida: El Plan Espacial del Alma




Adaptado por Luis Prada del Libro Arcadia, Estudios en Sabiduría Antigua, por Peter Dawkins, publicado por el Francis Bacon Research Trust, Capítulo:”El Plan Maestro y el Alto Concilio del Antiguo Egipto”, página 34.


Estas áreas existen espacialmente como regiones superior, media e inferior y están también conectadas o ligadas por una columna espinal o eje central, véase la Fig. 4, izquierda. La completa ley es resumida en el antiguo símbolo del Hombre, el símbolo conocido como Signo de Mercurio. Este símbolo es la representación del diseño arquetípico del alma viviente. La explicación del significado de sus elementos se muestra en la Fig. 4, derecha.

Fig. 4. Las Tres Etapas del Proceso de la Vida: El Plan Espacial del Alma y el Símbolo del Hombre



Adaptado por Luis Prada del Libro Arcadia, Estudios en Sabiduría Antigua, por Peter Dawkins, publicado por el Francis Bacon Research Trust, Capítulo: “El Plan Maestro y el Alto Concilio del Egipto Antiguo”, página 35.


El proceso alquímico sigue la Única Ley a través de la cual pasa el alma, esta fórmula básica:

1. La Materia materializa al Espíritu aprisionándolo y atando con su inercia el movimiento libre del pensamiento espiritual.

2. El Espíritu gradualmente espiritualiza a la Materia en un proceso conocido como Alquimia o Iniciación. Este proceso alquímico universal conocido como Deseo-Pensamiento-Acción puede verse como un proceso de ‘realimentación’ o como un proceso de ‘comunidad’ o agrupamiento del yo, véanse las Figs. 5a y 5b.

Fig. 5a. Las Tres Etapas del Proceso de la Vida:


El Proceso de Transformación del Alma Humana
La Alquimia


1. La Materia materializa al Espíritu aprisionándolo y atando con su inercia el libre movimiento del pensamiento espiritual.

2. El Espíritu gradualmente espiritualiza a la Materia en un proceso conocido como Alquimia o Iniciación. El proceso alquímico de Deseo-Pensamiento-Acción es como sigue:

El Punto de Vista de ‘Realimentación’



Adaptado por Luis Prada del Libro Arcadia, Estudios en Sabiduría Antigua, por Peter Dawkins, publicado por el Francis Bacon Research Trust, Capítulo: “Encarnación y Resurrección”, página 46.


Fig. 5b. El Punto de Vista ‘Comunalidad’


Notas: La primera iniciación simbólica es equivalente a la expresión: “Haz lo que digo y no lo que hago.” o “Hablar el hablar en lugar de caminar el caminar.” Las tres Naturalezas Conflictivas. Una disociación de las Tres Esferas. En la segunda iniciación las tres esferas empiezan a integrarse y a trabajar cooperativamente. En la tercera iniciación la integración está en progreso… conduciendo más a el “Caminar el caminar en lugar de hablar el hablar.” La fracturación o el agrupamiento del yo aún está presente. Finalmente a la iniciación ‘n’ una completa integración ha ocurrido: un estado de harmonium.

Adaptado por Luis Prada del Libro Arcadia, Estudios en Sabiduría Antigua, por Peter Dawkins, publicado por el Francis Bacon Research Trust,Capítulo: “Encarnación y Resurrección”, página 46.











El punto de vista de ‘realimentación’ involucra la recapitulación del alma en cada ciclo en donde los resultados de acciones son evaluados en la cabeza y luego en el corazón contra el modelo progresivo actual de conducta del alma. El ciclo completo de acción/realimentación representa una iniciación o umbral en el cual la muerte y la disolución de las imperfecciones del hombre se dejan atrás y de sus cenizas nace más blancura de pureza. Este es un aspecto femenino del proceso en el cual el espíritu reencarna en la materia. Otros refinamientos de este proceso en futuras iniciaciones transmutan al alma y la entregan a su etapa final de amor, servicio y comprensión.

El punto de vista ‘comunalidad’ o ‘agrupamiento del yo’ se relaciona con los terrenos comunes entre los tres centros. Inicialmente el individuo tiene una naturaleza conflictiva como los tres centros están desasociados. A medida que más acciones resultan en bondad y comprensión compasiva, los tres centros se empiezan a traslapar reduciendo así sus conflictos de intereses y conduciendo a una integración más holística con menos agrupamiento. En el estado final de crecimiento espiritual (la iniciación ‘n’) el alma ha logrado su objetivo de integración, resultando en un estado de harmonium.

Interesante suficientemente, el trazado básico de la Gran Pirámide siguió la misma ley de evolución humana, véase la Fig. 6.

El pensamiento de Dios creó esta ley de Deseo-Pensamiento-Acción: La Divinidad no manifiesta y ‘Vacía’ deseó vivir, llegar a ser, ser manifiesta, Fig. 7a. Este deseo fue un movimiento que instantáneamente estableció la polaridad de Cielo y Tierra o Mente y Materia, movimiento e inercia. Tales fueron creadas las primeras tres energías sefiróticas del Árbol de la Vida. La mente divina oyó la vibración del Deseo como Voz o Sonido y la vio como Luz. Este Pensamiento arquetípico percibido como Sonido y Luz es conocido como el Espíritu Santo. El Espíritu Santo reencarnó en la materia como tiempo y espacio. Todo este proceso fue posible ya que Dios puede existir simultáneamente en más de un lugar. Así que Dios se dividió a sí mismo/misma: parte se estuvo fuera del experimento y parte se movió dentro de él.

Fig. 6. Las Tres Etapas del Proceso de la Vida: La Pirámide de Guiza





Fig. 7a. Las Tres Etapas del Proceso de la Vida: El Pensamiento de Dios, el Completo Ser de Dios – El Espíritu Santo




Adaptado por Luis Prada del Libro Arcadia, Estudios en Sabiduría Antigua, por Peter Dawkins, publicado por el Francis Bacon Research Trust,Capítulo: “El Pan Maestro y el Alto Concilio del Antiguo Egipto”, página 35.


Véase la Fig. 7b. Del intercambio de mente y materia el hijo nació como un alma natural con todas sus cualidades en perfección. Después de su ‘Caída’ el alma natural retorna a la perfección a través del proceso alquímico de Deseo-Pensamiento-Acción, esbozado previamente. Es transmutada o ‘elevada’ para manifestar su arquetipo perfecta y completamente. Así Mente y Materia, o Cielo y Tierra han sido reunidos o ‘casados’ para manifestar la Vida de Dios en su mejor expresión, como se representa por la sefirota número 6 del Árbol de la Vida, Tifareth, Belleza. “El proceso curativo toma lugar a través de la restauración de la integridad del Cristo, primero en tu alma (tanto espiritual como emocionalmente), luego en tu mente (mental y visualmente) y finalmente en tu cuerpo, que siempre refleja el estado de tus vehículos ‘superiores’.” (2) El alma como un aspecto sintetizado o Celestial ‘Verdadero’ es el resultado de la interacción entre el aspecto terreno, cuerpo, y el aspecto celestial espiritual, mente/espíritu. En su perfecto balance puede ser simbólicamente representada por un triángulo equilátero o por el signo de Thoth o Hermes.

Fig. 7b. Las Tres Etapas del Proceso de la Vida: El Pensamiento de Dios, el Completo Ser de Dios – El Hijo





Siendo el corazón la parte más perfecta del hombre y su chispa de divinidad, todo lo que el alma ha traído a perfección en el curso de su evolución es construido alrededor del corazón, Fig. 8. En un lugar en el corazón la trinidad celestial se expresa en la forma como las energías del Padre (llama azul), Hijo (amarilla) y Espíritu Santo (rosada). La llama triple corresponde con la trinidad del cuerpo, mente y alma. El desbalance, o gigantismo de un aspecto sobre los otros, previene el logro de la Maestría Crística. Por ejemplo, con un incremento de sabiduría, poder y amor deben también elevarse o de lo contrario la sabiduría no se retendrá. También, para lograr maestría tus cuerpos emocional, mental y físico necesitan ser limpiados de todas impurezas y pecados.


Fig. 8. Las Tres Etapas del Proceso de la Vida:




El mundo físico está atado al mundo espiritual en el corazón. Es el punto en donde el yo interno absorbe y da su OK a todo lo que es visto, oído, sentido y tocado.


PARTE II: La Llama Violeta
(San Germán es también conocido como Saint Germain)

La Era de Acuario

Los ciclos de Auto-conciencia se mueven en períodos de dos mil años. En cada uno de estos períodos hay un amanecer de Luz Mayor. La Era de Aries trajo la comprensión del concepto de Dios como el Padre, el YO SOY EL QUE SOY experimentado por Moisés. Luego, la Era Pisceana con la venida del avatar Jesús el Cristo trajo la comprensión de Dios como el Hijo. Durante la Era Acuariana es la energía del Espíritu Santo que ha de ser revelada a nosotros, y con ella un nuevo sentido de libertad.

La Era Acuariana trae también una perfecta mezcla y balance de las dos polaridades o principios masculino y femenino del universo: Espíritu (cielo)/Materia (tierra).

Ahora tendremos una meditación curativa usando la Llama Violeta. A medida que tú hagas tu visualización, por favor vive la historia como si ella realmente sucedió como se cuenta, identificándote con el escritor. Esta narración usa como referencia un reporte de un viaje egipcio publicado en 1.929 en varias tiradas de la revista Rosacruz El Triángulo Místico (The Mystic Triangle(3) ). La última parte de esta historia ha sido modificada adicionando algún material ficticio para ilustrar la curación con la Llama Violeta:

La Recepción en la Tienda del Desierto

Con nuestro Bienamado Imperator H. Spencer Lewis departimos de San José, California, el 4 de Enero de 1.929 para un tour histórico a Egipto, Palestina y lugares místicos de Europa. Atravesamos el país por tren reuniendo miembros en varias ciudades de los Estados Unidos y Canadá antes de arribar a la Ciudad de Nueva York en donde abordamos el barco trasatlántico ‘Adriatic’ (‘Adriático’) para nuestro viaje al Mar Mediterráneo, Palestina y Egipto. El tour en general fue muy placentero y eficiente y competentemente conducido. En nuestro regreso visitamos varias ciudades Europeas e Inglaterra enfocándonos siempre en puntos de interés místico para los rosacruces. El Imperator Dr. Lewis gastó enormes sumas de dinero para cubrir muchas maravillosas sorpresas y cosas extras que hicieron de nuestro viaje una muy encantadora experiencia de nunca olvidar. Yo planeo describir aquí solamente uno de esos eventos especiales de la más alta importancia mística: Una recepción en una tienda del desierto.

Después del desayuno en el hotel en El Cairo y cuando estábamos listos para abordarlos carros que nos llevarían alrededor de la ciudad, el Dr. Lewis fue abordado por el jefe guía en el Norte de Egipto vestido en un traje oficial de Sheik. Él estaba encargado de más de seis mil hombres de tribus árabes en el desierto de Egipto y poseía treinta y cinco grandes tiendas de campaña allá en el desierto en donde esperábamos acampar para experiencias místicas. Era también un miembro de la Orden afiliado con la Logia Akhnaton en Egipto. Inicialmente nos llevó en tour por varios lugares de interés en El Cairo.

El Sábado Febrero 9 empacamos nuestro equipaje para un ligero viaje y fuimos en un largo desfile de automóviles a la Gran Pirámide. En la famosa Casa Mena y Jardines en el borde del desierto encontramos cientos de camellos suministrados por el Sheik, todos cubiertos en alegres telas y acompañados por sirvientes en los más fantásticos trajes. Había también burros y carros de burros para quienes prefirieran ese tipo de transporte. Toda la escena era excitante con bullicio, impetuosidad y gritos para controlar los animales y para coordinar así operación tan enredada digna de un productor de cine de Hollywood.

Templo de Osiris en Abydós


Después de montar los camellos y asnos viajamos por más de una hora en una larga caravana que se extendía por más de tres millas, siendo escoltados por oficiales británicos y policía árabe en trajes nativos montando en caballos blancos. Llegamos a la Gran Pirámide y desmontamos en la Esfinge para tener una ceremonia mística entre sus zarpas. Luego montamos de nuevo nuestros camellos y viajamos hacia el oeste a las tiendas de campaña del Sheik. El Imperator montaba un rápido camello de suerte que podía ir al frente o atrás de la caravana con su cámara de cine filmando la línea del desfile o retornar al centro de la escena.

El resplandor de la puesta de sol rayaba con púrpura y oro nuestra largo desfile de camellos a medida que los miembros se balanceaban de lado a lado en ritmo con el movimiento de los camellos. Cada guía en bizarro disfraz nos seguía salmodiando y cantando. Nosotros continuábamos sobre montañas de arena bajando a valles para elevarnos de nuevo hacia la puesta solar. Finalmente, allá estaba: Sobre un gran terraplén del desierto encontramos la gran tienda de recepción del Sheik hecha de telas orientales y un grupo de tiendas de dormir y una hueste de sirvientes esclavos listos a servirnos. De aquí había una vista de cientos de millas al este y oeste y las aguas del Nilo podían verse como un hilo de plata cruzando la arena. Las pirámides como minúsculos triángulos se desvanecían de vista en el distante horizonte.


Pirámides de Guiza desde el Nilo por David Roberts (http://www.museum-tours.com/museum/roberts/roberts0.htm)


Después de inspeccionar nuestras
tiendas de dormir, nos dirigimos a la tienda de recepción para un té en la tarde. Adentro de la tienda para nuestra sorpresa nos
encontramos con una enorme mesa de ciento veinticinco pies de largo (38 metros) puesta como para un banquete con pasteles y exquisitos manjares tan bien como con café y té.Después de gozar la comida y la compañía, dejamos la tienda para prepararnos para el programa de recepción de la noche. Encima de nuestras cabezas el cielo era claro con millones de brillantes estrellas parpadeantes y la noche era tan pacífica, lejos de cualquier traza de civilización.

Cerca de las 8 en punto volvimos a la tienda para la comida. Disfrutamos de la más deliciosa comida. De la tienda de cocina adyacente un interminable suministro de comida continuaba viniendo con vinos y toda suerte de manjares. Permanecimos a la mesa por dos horas. Después de la comida el servicio nativo removió la mesa y el programa comenzó.Primero, un grupo de músicos egipcios usando antiguos instrumentos tocaron música rítmica de ceremonias del templo. Luego el Sheik presentó a un misterioso mago egipcio quien por espacio de una media hora entretuvo a la audiencia haciendo aparecer animales,artículos de ropa y souvenirs en nuestros bolsillos, sombreros y carteras. Mientras tanto su asistente tocaba un extraño tum-tum y salmoneaba las palabras “gali, gali”. Después del mago, dos bailarinas egipcias en trajes orientales danzaron y más tarde el mismo Sheik se unió a ellas en una frenética danza árabe.

El Mensaje Místico

Parándose en el centro de la tienda el Dr. Lewis anunció que la medianoche había llegado y que era tiempo para la siguiente etapa en nuestro proceso iniciatorio. Solamente aquellos miembros que se les concedía participar en la ceremonia iniciatoria les fue permitido permanecer en la tienda. El Imperator también dispuso tener al grupo de músicos del templo tocando afuera de la tienda a una distancia tal que la música viniera suave para ambientar la ceremonia pero sin interferir con ella. Pidió remover todas las lámparas de la tienda y extinguir todas las lámparas exteriores. Esto nos dejó en completa oscuridad y en un desierto egipcio sin luna, ¡era eso bastante oscuro! Nos pidió sentarnos en absoluto silencio, luego invocó la presencia de Maestros Ascendidos miembros de la Gran Fraternidad Blanca usando un método antiguo cantado en ritmo con la música que venía de afuera. Así como el cántico continuaba las vibraciones en la tienda se incrementaban haciéndonos temblar e intensificando nuestras auras. El aura del Imperator de una intensa Luz Violeta se puso tan brillante que iluminaba realmente la tienda haciendo que todos nosotros nos viéramos los unos a los otros y aún a los que estaban en el lado opuesto.

El Dr. Lewis se paró luego en una esquina de la tienda. En el centro apareció una niebla que se dividió en varias. Estas varias apariciones tomaron la forma de un número de Maestros de la Gran Fraternidad Blanca quienes han estado asociados con la evolución espiritual de nuestra Orden. Fuimos deleitados con la presencia de los venerados maestros El Moria, Kut-Hu-Mi, Danius, Cristian Rosenkreuz, Louis Claude de San Martín y Conde Cagliostro. Ellos se desplazaron alrededor del cuarto tocando y dando bendiciones a los presentes.

A medida que los maestros se colocaban en las esquinas de la tienda, otra neblina en el centro tomó la forma del venerado maestro Conde San Germán. Este maestro, cercanamente asociado con la Orden Rosacruz, fue la figura ilustre que apareció una y otra vez en Europa entre 1.710 a 1.822. Confidente de reyes y amigo del pobre, San Germán fue un maestro alquimista y hombre de misterio. Como su figura se volvía más clara se veía de aproximadamente 45 años, con barba, vestido en azul púrpura y llevando sobre su pecho una pendiente cruz maltesa con un zafiro azul real en su centro. Pronunció un mensaje relacionado con la transformación espiritual interna del ser. Éstos son extractos que recuerdo de su discurso(4):

San Germán

“Cada uno de los siete rayos en los cuales la luz se descompone es una acción concentrada de la Luz de Dios teniendo un color y frecuencia específicos resultando en una acción específica en cuerpo, mente y alma. La Llama Violeta es la específica del Espíritu Santo, el antídoto, que disuelve las ilusiones del pseudo-ser y aún las leyes de vieja edad y muerte. Es el cumplimiento de la profecía de la propia ley de transmutación de Dios: ‘ … si vuestros pecados fueran como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana’ [Isaías 1:18].

“Todos los problemas de la economía, la ecología y el gobierno pueden ser resueltos si tomaras solamente diez minutos cada día para ir adentro y encontrar tu propio Dios Ser; para meditar y para usar la ciencia de la Palabra Hablada por la cual tu cantas el mantra del libre:

“¡YO SOY UN SER DEL FUEGO VIOLETA,YO SOY LA PUREZA QUE DIOS DESEA!”

“Éste es mi mantra que yo te doy como tu iniciación en la Era de Acuario. El nombre sagrado YO SOY libera el fuego bloqueado en el núcleo del átomo permanente del Ser. ¿Recuerdas cuando Moisés estaba en la montaña y había una zarza que se quemaba pero que no se consumía y entonces Dios lo llamó de en medio de la zarza ardiendo? Moisés entendía a Dios como fuego. Pero en el preciso momento en que Dios se revela a sí mismo como la energía, como esa llama ardiente, en ese momento el Señor Dios atraviesa esa energía y llega a ser una persona hablando con Moisés cara a cara. La energía habla. Ella llega a ser una identidad, una individualidad, la misma persona del Espíritu Santo.

“Cuando tú miras a la naturaleza de la energía, tú comprendes que es siempre simultáneamente principio y persona. Principio y persona es simplemente la polaridad más y menos. La polaridad positiva llega a ser negativa en la medida en que la polaridad negativa se da cuenta de su individualidad.

“Dios es las lenguas de fuego del fuego Espíritu/Materia. Espíritu representa el principio de la energía universal. Materia representa esa energía llegando a ser una persona. Por la ley de polaridad, aquello que es principio debe llegar a ser persona. Es una lección en ciencia y matemáticas.

“Qué significa iniciación? Significa que Dios nos imparte como individuos un incremento de Luz, o energía, que entra en nuestra alma y nos da un empujón, un impulso, una conciencia, una idea, un entendimiento. Es como viento en nuestras velas. Así que Moisés se estuvo allá y la voz habló de entre la llama y el Señor Dios le dijo:’¡Deja ir a mi pueblo!’ Dios está mandando a Moisés a rescatar a la gente de Israel de un falso sentido de libertad, un muy atrincherado materialismo. Pero Moisés era muy tímido. Tenía miedo. Dudaba de su propia habilidad.

“La resonante Palabra que viene adelante es la resonante Palabra que se escucha en nuestro propio ser interior, la declaración de la presencia de Dios en donde estamos. La voz del Señor habla de entre la llama a Moisés y dice: YO SOY EL QUE SOY. YO SOY QUIEN SOY. Yo seré lo que yo seré. OM TAT SAT OM.

“El nombre de Dios YO SOY EL QUE SOY es la clave de la energía. Cada vez que tú usas ‘YO SOY’ estás declarando ‘Dios en mí es.’ Es una afirmación de tu verdadero Ser. Ella libera el fuego de tu corazón para cumplir el destino al cual tú la mandaste. Es más que el poder de pensamiento positivo. No te equivoques. Ésta es la alquimia del fuego sagrado.

“Comienza a librarte de la conciencia del yo como viejo, denso, débil, feo, estúpido, aburrido, pobre. Súbitamente tú eres ‘un ser del Fuego Violeta. ’Tú eres justamente una llama flameante, pulsante, moviéndose con el Espíritu. Te mueves en un hermoso mar de Llama Violeta. Visualiza tu ducha en la mañana de Llama Violeta. Ve la llama restregándote los poros, pasando a través del sistema nervioso, las arterias, el flujo sanguíneo, exactamente bajo la médula de tus huesos. La Llama Violeta desbloqueará en ti todo lo demás que tú siempre has buscado como conciencia y enseñanza y auto-maestría. Es la clave. Encierra todo lo demás, porque transmuta la escoria que impide el flujo de esta estupenda Luz del Espíritu Santo.

“¡YO SOY la resurrección y la vida
de cada célula y átomo de mi corazón
Ahora manifestada!

“¡YO SOY la resurrección y la vida
de mi perfecta salud ahora manifestada!”

Las palabras del Conde de San Germán no sonaban en ningún sentido físico sino que eran sentidas como viniendo de adentro. A medida que hablaba o, mejor, proyectaba sobre nosotros estas últimas palabras, pequeños cuerpos de luz se desplazaban a través de la tienda justo como las lenguas de fuego que se cernieron sobre las cabezas de los apóstoles en el día de Pentecostés [Actos de los Apóstoles 2: 1 a 4]. Nos sentimos más iluminados, más elevados, más livianos y, con un incremento en nuestras auras, sentimos el magnetismo de un influjo Cósmico. Sabíamos que estábamos recibiendo el Espíritu Cósmico que descendió sobre los suplicantes para iniciación en los antiguos templos egipcios. Yo sabía también que esta Llama Violeta era una energía de misericordia, perdón y transmutación. E instantáneamente me di cuenta de que en una reencarnación previa en Egipto fui miembro de la Secreta Hermandad y había usado el poder de esta llama mística. También supe que en ese pasado yo había apreciado una amatista de violeta profundo como aliviadora piedra curativa para protegerme del mal. Él continuó con su discurso:2

“El espacio entre el electrón y el ígneo núcleo es conocido como espacio 'virgen’ o ‘hueco’. Está lleno con la energía pulsante del Espíritu Santo. Es esencia, una esencia de Dios. Nosotros estamos constantemente usando esta esencia vital que está entre los electrones y el núcleo del átomo. Estamos constantemente capacitando esa energía, estampándola con las impresiones de nuestras mentes y corazones. Y es así como la densificación ocurre. Puedes imaginar llenar el espacio entre los electrones con melaza, un pegamento astral pegajoso que bloquea el flujo de Luz del Macrocosmos de Dios al microcosmos del hombre. ¿Qué pasa con los electrones? Ellos aminoran su velocidad. No pueden pasar. Esto es, en efecto, lo que hemos estado haciendo por cientos de miles de años. Hemos estado llenando el espacio entre los electrones con discordia, con una carencia de integridad, llámala ‘mal karma’. Llámala ‘pecado’ si tú así debes. Esencialmente cualquier manifestación de imperfección llena ese espacio ‘hueco’ con densidad. Odio y otros pensamientos y sentimientos negativos crean ácidos (excesivas cantidades de ácido fosfórico, ácido úrico y gases de ácido carbónico) que el cuerpo no puede asimilar. Por tanto la densidad de la enfermedad persiste dentro de la órbita física.

“Los átomos de conciencia han llegado a contaminarse tanto que nuestro ambiente está ahora contaminado también. Hemos contaminado los átomos del aire, contaminado los átomos de la tierra, contaminado los átomos del agua, no simplemente con químicos sino con nuestros pensamientos y sentimientos. La contaminación física no es sino un efecto de la contaminación mental y emocional. Por tanto, para resolver el problema de la contaminación debemos restaurar el nativo flujo del Espíritu Santo.

“La acelerante Llama Violeta del Espíritu Santo envuelve cada átomo individualmente. ¿Puedes imaginar qué partícula tan pequeña de sustancia un átomo es? Sin embargo la llama de Dios acaricia y envuelve cada átomo individualmente. Instantáneamente, se establece una polaridad entre el núcleo de fuego blanco del átomo (que, siendo materia, asume el polo negativo) y el núcleo de fuego blanco de la llama (que, siendo Espíritu, asume el polo positivo). La acción dual del fuego sagrado en el centro del átomo y en la Llama Violeta externa establece un campo de fuerza que causa que las densidades no transmutadas se desalojen de entre los electrones. A medida que esta sustancia se suelta, los electrones comienzan a girar más rápidamente en sus órbitas y por fuerza centrífuga ella es lanzada a la Llama Violeta. En contacto con esta esencia llameante de la llama de libertad, la energía descalificada es transmutada a su pureza nativa, su arquetípico plan original.

“Hay un ‘dar’ y ‘recibir’ o flujo interactivo entre Dios y hombre. Este flujo es el retorno a la Fuente de energía para que así esa Fuente pueda liberar más energía. Todo el cosmos depende para su misma existencia de ese flujo. Cuando tú paras el flujo, tienes muerte, enfermedad, desintegración. Desintegración, la ‘des-integración’ del átomo que es desprovisto de la esencia integrante del Espíritu Santo. Cuando el espíritu del hombre fluye al Espíritu de Dios y el Espíritu de Dios fluye al espíritu del hombre, hay un intercambio divino, una transmutación cósmica y tanto Dios como hombre gozan del sentimiento de compartir y de pertenecer el uno al otro.

“Fuego Violeta, tú, amor divino,
¡Arde dentro de este corazón mío!
Tú eres misericordia por siempre fiel,
Siempre afinado mantenme a ti.”


“Practica mi mantra muchas veces sobre la más fuerte y la más concentrada visualización tuya, para y por el amor de Jesucristo.


“O poderosa Presencia de Dios YO SOY
en y detrás del Sol:
Yo acojo tu Luz
Que inunda la Tierra
¡En mi vida, en mi mente,
En mi espíritu, en mi alma!
¡Radia y resplandece tu Luz!
¡Rompe lazos de oscuridad y superstición!
¡Cárgame de la gran claridad
del resplandor del blanco-fuego!
¡Yo soy tu hijo y cada día
de tu manifestación más seré!”

“Permanece ahora apacible y sabe que la Presencia “YO SOY" quien es Dios dentro de ti (el Emanuel-Dios en nosotros) es victoriosa sobre cada condición externa. Acéptala como un hecho en el pleno poder de la Divinidad y reafírmala cada vez que el más ligero miedo o duda asalte tu mente:

“¡YO SOY la Llama Violeta, milagro curativo del corazón
en cada hora de cada día ahora manifestada!
¡Y yo alabo al Señor de la Vida
por mi perfecta curación ahora manifestada!”

“Visualiza la Llama Violeta de la libertad y el perdón transmutando todas las impurezas en tu corazón: Física, mental, emocional y etérica.

“Descuida no a tu corazón como el altar de Dios. Descuídalo no como el sol de tu ser manifiesto. Extrae de Dios el poder del amor y amplifícalo dentro de tu corazón. Luego envíalo hacia el mundo en general como el bastión de aquello que vencerá la oscuridad del planeta, diciendo:

“YO SOY la Luz del Corazón brillando en la oscuridad del ser
Y cambiando todo en el dorado tesoro de la mente de Cristo.
YO ESTOY proyectando mi amor en el mundo para borrar todos los errores Y para derribar todas las barreras.
YO SOY el poder del Infinito Amor, amplificándose a sí mismo
Hasta que sea victorioso, un Mundo sin final.”

“Recuerda que mientras que tú mires hacia la Luz, las sombras estarán siempre detrás. Y la Luz está allá, también, para transmutarlas todas. Os dejo ahora. Que el Amor pueda morar dentro de todos vosotros.”

La Trinidad, Detalle, por El Greco (1540-1614)


Como la última oración era sentida en mi corazón vi una blanca paloma en su brillo plateado, radiante, bañado en madre-perla, una esencia nubosa cerniéndose sobre nuestras cabezas y siendo claramente percibida por aquéllos preparados para comprender el mensaje. La presencia de la paloma sobre cabezas y hombros era indicativa del avance de aquellos miembros que habían obtenido los más altos grados de iniciación. Los Maestros Ascendidos ahora retornaron al centro de la tienda y unidos, desaparecieron en la neblina. Yo me hice esta pregunta: “¿Oyeron todos el mensaje de San Germán, o fui solamente yo?” Tuvimos media hora de meditación. En mi meditación me vi “en una columna de arco iris en espirales opalescentes en remolino”. Impresiones cósmicas de diferente naturaleza le llegaron a otros miembros de acuerdo con sus misiones personales. Luego nos unimos en oración con el Imperator y cerramos esta ceremonia tan excepcional.

Debido a lo sagrado de la hora algunos miembros en lugar de dirigirse a sus tiendas de dormir vagaron millas lejanas en soledad, aún algunos prefirieron tumbarse sobre las extensas arenas y allá dormir hasta amanecer. Yo vagué también en la distancia mientras que en mi cabeza repetía una y otra vez esta oración:

“Llama de Resurrección YO SOY
Proyectando por mí la pura Luz de Dios,
Elevando ahora cada átomo YO ESTOY,
¡De cada sombra libre YO SOY!
“De plena Presencia de Dios Luz YO SOY,
Viviendo libre siempre YO ESTOY.
Ahora la Llama de Vida Eterna
¡A la victoria se eleva, firme así va!”



Allá, solo, distante de las tiendas, esperé hasta la temprana llamada del bugle.


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martes

LOS BENEFICIOS DE LOS PENSAMIENTOS POSITIVOS EN LA MENTE, EL CUERPO Y LAS RELACIONES de Anthony Strano











El propósito de estas cinco lecciones es ofrecer una introducción sencilla al papel que tienen nuestros pensamientos en nuestra vida y en el desarrollo de nuestra personalidad. Nuestros pensamientos juegan un papel muy importante en todos los aspectos de la vida, incluso podríamos afirmar que todo depende de ellos.

Se dice “Eres lo que piensas”, es verdad ya que la calidad de nuestros pensamientos tarde o temprano se hace visible mediante nuestras palabras, nuestro comportamiento e incluso a través de las experiencias de nuestra cara. La semilla de nuestras palabras y acciones es el pensamiento.

Todo lo que está hecho por el hombre empezó primero con un pensamiento o una idea que vino a la mente, sea de una casa nueva, un descubrimiento científico o incluso una guerra. Primero hay un pensamiento, después se hacen los planes y finalmente ese pensamiento se exterioriza en la forma de palabras o acciones.

Pero ¿por qué hemos de pensar en forma positiva? Y, ¿Quién dice que todavía no tenemos la maestría en este arte? Como entendemos que los pensamientos son la raíz de las acciones y de la actitud, hemos de cambiar estas raíces para que nuestras acciones y comportamiento se hagan más positivos.

Lo primero, antes que empecemos a aprender este arte de pensar en positivo, es descubrir cuántos tipos de pensamientos puede crear nuestra mente. Normalmente emergen cuatro tipos de pensamientos de nuestra mente.

Entendiendo cada uno de ellos podemos empezar a escoger los pensamientos que nos den beneficio y descartar los que son inútiles o dañinos para nosotros. Los cuatro tipos de pensamientos son:

1. Pensamientos necesarios o mundanos.

2. Pensamientos inútiles.

3. Pensamientos negativos y/o destructivos

4. Pensamientos positivos y/o sutiles.

1. Pensamientos necesarios: son aquellos que se refieren a nuestra rutina diaria como “qué comemos, qué tengo que hacer hoy, cuándo tengo que pagar el alquiler, etc.” Pensamientos que tratan con la vida diaria.

2. Pensamientos inútiles: son los que no tienen utilidad ni constructiva ni particularmente negativa. Se refieren a cosas del pasado, como “si esto no me hubiera ocurrido, por qué me dijo eso, si sólo hubiera hecho esto o lo otro, etc.” Demasiados pensamientos sobre algo que ya no podemos cambiar. Los pensamientos inútiles tratan también sobre el futuro, como: “¿Qué va a ocurrir si...?, ¿Cómo va a ocurrir...?, ¿Qué haré si...?, etc.” Muchos de nuestros pensamientos entran bajo esta categoría de pensamientos inútiles (y la ciencia dice que diariamente creamos entre 30,000 y 50,000 pensamientos) y aunque no son negativos, aun así, nos vacían de nuestra fuerza interior y nos hacen sentir cansados. Nuestra habilidad de concentración también se debilita mediante los pensamientos inútiles; y por eso si tenemos muchos de tales pensamientos utilizaremos mucha más energía y tiempo para llevar a cabo una tarea.

3. Los pensamientos negativos: son los más dañinos, especialmente hacia nosotros mismos. Aparte del impacto que puedan causar en los demás, estos pensamientos causan una gran pérdida de nuestra paz y fuerza interior. Los pensamientos negativos están basados en la ira, avaricia, expectativas insatisfechas, desacuerdos, celos, etc. Si nuestros pensamientos están basados en estas debilidades es como si estuviéramos envenenando nuestra propia mente y también la atmósfera de nuestro alrededor. No importa cuánta razón tengamos, pensando con negatividad siempre seremos los perdedores ya que los pensamientos negativos nos arrebatan nuestro autorrespeto y también los demás pierden el respeto hacia nosotros. Por lo general vemos que la gente que piensa muy negativamente sobre los demás a menudo se encontrará sola, aunque tenga muchas relaciones. Si, por ejemplo, tenemos pensamientos de ira, los demás intentarán evitarnos ya que la ira es como un fuego que destruye y hace daño y nadie puede acercarse a tal fuego.

4. Los pensamientos positivos: son los únicos que nos permiten acumular fuerza interior y nos capacitan a ser constructivos. Los pensamientos positivos son los que siempre dan beneficio en todas las situaciones sin atraparnos en la apariencia externa de una situación. Pensar positivamente no significa que ignoremos la realidad a nuestro alrededor y pretender vivir en lo irreal o pretender ser otro. Por ejemplo: cuando pasamos por la calle y hay mucha basura por todas partes, el decir que no lo veo, que no huelo nada, es irreal, o cuando estamos enfermos y nos repetimos una y otra vez: estoy sano, estoy sano, esto no es lo que queremos decir con pensamiento positivo. Pensar positivamente significa ver los problemas y reconocer su realidad, pero al mismo tiempo ser capaces de encontrar soluciones a ese problema. A menudo, esto requiere tolerancia, paciencia y sentido común. Es fácil ser pesimista, así como ser optimista, pero necesitamos ser muy cuidadosos y maduros si queremos ser realistas. Una persona que piensa positivamente será consciente de las debilidades de los demás a su alrededor, pero aún así dirigirá su atención hacia las buenas tendencias de los demás. Los pensamientos positivos nos dan el sentimiento de contentamiento interior y gracias a esto nuestras expectativas hacia los demás disminuyen cada vez más. Esto no significa que no nos importen, sino que dejamos de pedirles amor, respeto, reconocimiento, etc. y hacemos que la relación sea más ligera. Este es el mejor método para crear relaciones duraderas y armoniosas. También cuando estamos contentos interiormente tenemos la fortaleza para aceptar a los demás tal como son sin querer cambiarles como nosotros pensamos que sería correcto. Junto a esto somos capaces de darnos tal como somos, con nuestros talentos positivos y nuestras limitaciones sin pretender otra cosa. Nuestro cuerpo también experimenta gran beneficio, ya que cuando nuestra mente está en equilibrio y en armonía somos menos sensibles a las diferentes enfermedades.

Todos conocemos el término “enfermedades psicosomáticas” y vemos como la ciencia está descubriendo cada vez más la profunda interacción y conexión entre el espíritu y el cuerpo.

Una persona que tiene muchos pensamientos inútiles a menudo se encontrará muy cansada ya que está gastando su energía en crear miles de pensamientos sin sentido. Nuestra mente se hace fuerte y sana si la alimentamos con pensamientos positivos. Una mente sana se convierte en la base para una personalidad equilibrada. Nuestros pensamientos, sean positivos o negativos, crean nuestra conciencia y nuestra actitud hacia los demás o sobre las situaciones. Si nuestros pensamientos son positivos nuestra actitud también será positiva y esa es la mayor protección de la negatividad en nosotros y a nuestro alrededor. Teniendo una actitud positiva podemos permanecer pacíficos cuando afrontamos las dificultades y por lo tanto, rápidamente encontramos la solución correcta sin quedarnos atrapados en esa dificultad. De esta forma, siendo capaces de tomar la decisión correcta en el momento adecuado, uno es capaz de ahorrar mucho tiempo y energía.

Sobre todo, una actitud positiva nunca permite la falta de esperanza o que la confusión entre en la mente y por eso nos ayuda a mantener nuestra dignidad y nuestro autorrespeto. Realmente, la forma en la que afrontemos a los demás o a las situaciones depende completamente de nuestra actitud. Algunos, por ejemplo, consideran una botella de agua medio vacía, mientras que otros la consideran medio llena. Para las personas con una actitud positiva, todos los obstáculos serán simplemente una oportunidad para mejorar aún más, no para reaccionar con negatividad. Se dice: “Así como es tu actitud, así es el mundo”.

Estamos acostumbrados a ver la negatividad que existe en el mundo, sin embargo, al dirigir constantemente nuestra atención hacia ella, no hemos conseguido cambiarla por lo mejor. Tenemos que ser conscientes de que donde quiera que se dirijan mis pensamientos es ahí donde irá también nuestra energía. Concentrándonos ahora en el aspecto positivo de nosotros mismos, hacemos algo constructivo para llevar a cabo un cambio en nosotros y en nuestro entorno inmediato. Esto se puede entender como el mayor desafío de nuestros tiempos para el que necesitamos valentía y autoconfianza.

Ejercicio de Silencio

Ahora podemos experimentar creando un pensamiento positivo y ver por cuánto tiempo podemos mantenerlo. El pensamiento positivo debería ser sobre el ser: tenemos que aprender a convertirnos en nuestro mejor amigo. El pensamiento más positivo es experimentarse uno mismo como un ser de Paz. La Paz se considera como el poder y la religión original del ser humano. Para concentrarnos con facilidad imaginemos un punto de luz, un pequeño punto de energía en el centro de la frente. Enfocad vuestra atención en este punto, relajaros y empezad a crear estos pensamientos:

“¿Quién soy yo?, ¿Quién soy verdaderamente?

Me dirijo hacia el interior para conocerme a mí mismo. Relajado, concentro toda la energía de mi mente y poco a poco me concentro en un pensamiento:

Soy un ser de paz. Soy un punto de energía, un átomo de luz.
Así como es mi pensamiento, es mi conciencia.
Voy a descubrir mi cualidad eterna, interior de Paz,
Viéndome como un ser pacífico.
Experimentarme como un ser de paz es el pensamiento más positivo de todos.
La paz es mi naturaleza
La paz es mi religión
La paz es mi poder original
Paz significa armonía, significa equilibrio
Soy pacífico Soy un ser de paz Siento cómo viene esta energía interna a mi conciencia
Permanezco enfocado en mí mismo como un punto de energía, como un punto de paz eterna.
Yo, un ser eterno, soy pacífico
Siento una profunda paz
Voy a las profundidades de esta experiencia
¿Quién soy yo?
Soy un ser de paz.
En silencio, permanezco absorto en este pensamiento de paz completa.”


CONVIERTE A TU MENTE EN TU MEJOR AMIGO

La razón por la que queremos alcanzar un conocimiento más profundo de nuestra mente es para poder entender cómo se crean nuestros pensamientos, y cómo se expresan en palabras y acciones.

Nuestra mente es nuestro mejor amigo si la alimentamos sólo con pensamientos positivos, pero se convierte en nuestro peor enemigo si le permitimos que piense pensamientos negativos o inútiles. La cualidad de este “alimento” depende por completo de nosotros. Aunque las circunstancias exteriores nos influyen fuertemente aun así podemos convertirnos en los maestros de nuestra mente e ir más allá de esa influencia. Nuestro esfuerzo para lograr este estado depende del objetivo que nos hemos fijado para nosotros mismos. Este objetivo elevado depende de cuánto hayamos entendido los beneficios prácticos de pensar de forma positiva. Sin este reconocimiento básico no nos sentimos motivados para cambiar lo necesario en nosotros mismos.

La mente es probablemente la parte menos comprendida del ser humano, tan poco conocida que le ha sido muy difícil a la gente entender qué es, cómo funciona y, sobre todo, cómo controlarla. Es sólo cuando comprendemos cómo funciona algo que podemos tenerlo bajo nuestro control y dominarlo.

Pero en nuestra sociedad, especialmente en el mundo occidental, queremos probar y tener una demostración de todo, y esta actitud hace difícil que la gente pueda entender qué es la mente; ya que, la mente no es algo material que podamos ver, tocar o medir con instrumentos científicos. La mente es algo invisible, pero, aun así, sus efectos se pueden ver en nuestra cara, nuestras palabras o en nuestro comportamiento. Si, por ejemplo, nuestros pensamientos son de tristeza, aunque intentemos evitar esa tristeza con una sonrisa artificial, tarde o temprano se hará visible a través de los ojos o de las palabras. La mente es como el viento, invisible, no podemos verlo pero podemos ver sus efectos. Es como los cimientos de una casa, no podemos verlos, pero son los responsables de la estabilidad del edificio. O es como las raíces de un árbol, están bajo tierra y no las podemos ver, pero aun así le dan al árbol la fuerza para soportar las tormentas. Algo muy importante que se aplica a muchos aspectos en la vida es: “Lo invisible determina la cualidad de lo que es visible”. Nuestras palabras y acciones son el espejo de nuestros pensamientos.

Al principio, hablamos de alimento para la mente. De la misma forma que alimentamos a nuestro cuerpo diariamente para que pueda mantenerse sano y fuerte, lo mismo se aplica a la mente. La gente hoy en día pone más atención a tener una dieta sana y equilibrada, pero ¿Cuántos de ellos ponen en la misma atención al alimento de la mente, es decir, a la cualidad de sus pensamientos? Hay dos factores que influyen en nuestra forma de pensar:

1. Dependiendo del interés o la atención que les demos, de acuerdo a ello es su influencia en nuestra mente.

2. Impresiones de nuestro subconsciente; estas impresiones pueden ser positivas o negativas, las últimas son a menudo debidas a profundos hábitos causados por acontecimientos del pasado, todo lo que está profundamente alojado en el ser. Todas las influencias externas en nuestra vida diaria, por ejemplo, la gente con la que entramos en contacto, situaciones que debemos afrontar, todo tipo de noticias de la prensa, objetos materiales

Con atención y algunas disciplinas, las influencias externas y mis reacciones hacia ellas se pueden cambiar. Por ejemplo, veo que me estoy enfadando debido a lo que alguien me está diciendo y esto está creando pensamientos negativos en mi mente, así que poniendo atención en mí mismo pongo un freno, un punto final para parar la expansión o reacción innecesaria. Sin embargo, la influencia de los hábitos fuertes o del pasado, profundamente enraizados en la conciencia del ser, son más difíciles de detectar y, por tanto, más difíciles de revisar y de controlar. Pero, sea la influencia del exterior o del interior o de ambos, la respuesta es la misma. En algún lugar en mi interior tengo que tener la capacidad o el poder para filtrar o analizar los patrones o tipos de pensamientos creados, de manera que mis palabras y acciones puedan ser positivas y de beneficio para mí y para los demás.

¿Cuál es esta capacidad, este poder o facilidad para filtrar y analizar? Se llama intelecto. En el ser hay tres facultades que forman la conciencia humana: la mente, el intelecto y las impresiones.

El trabajo de la mente es crear pensamientos, luego éstos se convierten en palabras y acciones.

Las impresiones son características de la personalidad que constantemente alimentan a la mente y determinan la reacción con las influencias exteriores. Estos rasgos o hábitos trabajan automáticamente. Por ejemplo, si desde pequeño se me ha dicho que no soy bueno, que no valgo, etc. y esto lo oigo de la familia, en la escuela y en otros lugares, al cabo del tiempo se desarrolla un sentimiento de inferioridad que arraiga profundamente en la personalidad de hecho se convierte en la personalidad y por eso se dice que esa persona no tiene confianza en sí misma, no tiene autorrespeto, depende de la opinión de los demás, etc. Cualquier patrón de pensamiento o acciones que se repite por un período de tiempo se convierte en un hábito arraigado o rasgo de la personalidad. Lo mismo se aplica a malos hábitos físicos, tales como fumar, comer sin control, etc.

Así que, ¿Cómo revisarse y cambiar? ¿Cómo hacer que estas impresiones paren de crear automáticamente patrones de pensamientos y de acciones negativas? La respuesta es utilizar el filtro del intelecto en el ser. Cuando hay el objetivo de cambiar entonces también hay que tener un método. El poder para cambiar, para ser más positivo y mejor, reside en uno mismo no en ningún poder exterior.

El intelecto, cuando está atento, puede desapegarse y observar los hábitos y cómo influyen en el ser. Con práctica el intelecto aprende a filtrar lo que es correcto de lo incorrecto e intenta poner sólo los pensamientos correctos en la mente. Es muy importante darse cuenta de que tenemos este filtro en nuestro interior que nos permite discernir y tomar decisiones precisas y beneficiosas.

Sin embargo, a menudo, aunque el intelecto se da cuenta de lo que es correcto e incorrecto, no hay el poder para poner lo correcto en la práctica. Especialmente cuando uno se ha hecho adicto a ciertos hábitos o impresiones subconscientes, es como imposible. Por ejemplo, una persona puede comprender perfectamente que fumar mucho es muy malo para la salud; o que no tener autoconfianza sobre algo influye mucho en el estado mental, sin embargo, no hay el poder para cambiar tales hábitos o patrones de pensamientos.

Ahora bien, necesitamos comprender que hay impresiones positivas en el ser, de la misma forma que están las negativas. Las positivas pueden considerarse como fuentes de energía que son cualidades eternas o poderes que existen en el interior de cada ser humano. Por ejemplo, la paz, la felicidad, la verdad son recursos de energía eterna que la gente no toma constantemente. Aunque a veces hay la experiencia de paz, amor o felicidad es pocas veces constante, hay muchas interferencias de las impresiones negativas tales como el miedo, dudas, celos, ira, ego, etc. Estas impresiones negativas destruyen o polucionan el libre fluir de las energías positivas y eternas hacia el ser.

El intelecto tiene que trabajar para separar los flujos negativos y positivos que a menudo están mezclados para permitir que sólo los positivos entren en la conciencia. ¿Cómo entrenar al intelecto para hacer esto? ¿Cómo permitir que el flujo positivo entre la mente y en las acciones? ¿Cómo revisar y transformar los flujos negativos?

Es por esta razón que practicamos los ejercicios de silencio. Los ejercicios de silencio me ayudan a concentrar mi mente e intelecto, ir hacia mi interior hacia las energías positivas y eternas. Con la concentración adecuada de la mente y del intelecto hacia mis fuerzas constructivas interiores de paz, amor y felicidad, puedo hacerme poderoso. Poderoso en el sentido de permanecer positivo frente a situaciones negativas; pacíficas cuando todo alrededor mío es caótico, es decir, no ser influenciado negativamente sino influir con mi positividad. Cuando estoy estable en mi poder interior de paz, entonces puedo dar esto a los demás y ayudarles a calmarse.

Siempre recordad que el primer paso hacia la paz reside en el interior. Cuando he aprendido el arte de filtrar lo negativo de lo positivo entonces puedo dar verdadera paz y amor a los demás a mí alrededor.
Vamos a hacer ahora un ejercicio de silencio, entendiendo que utilizo la energía de la mente, de los pensamientos, y la energía de mi intelecto, comprendiendo cómo profundizar hacia mi interior y emerger los recursos interiores de paz, amor o cualquier recurso que yo desee. En estos ejercicios de silencios de silencio nos concentraremos principalmente en la paz. Esta es la fundación, ya que cuando hay equilibrio y armonía interior se hace fácil construir sobre ella los otros poderes del amor, felicidad, verdad, etc. La experiencia de paz profunda me calma, me clarifica y me llena de energía para pensar y actuar positivo.

Vamos a empezar. Ejercicio de Silencio

Me relajo totalmente, y sigo las palabras del comentario con facilidad, sin esfuerzo

“Me veo a mí mismo como un punto de luz, un punto de energía en el centro de la frente. ¿Quién soy? ¿Quién soy en verdad?
Soy energía,
Soy un punto de luz pura,
Y dentro de esta luz
Está mi mente, mi intelecto y mis impresiones.
Voy a crear un pensamiento y situarlo en mi mente:
Soy un ser de paz, soy un ser pacífico.
Me sumerjo en este pensamiento,
Suavemente me concentro en este pensamiento de paz
Y ahora, con mi intelecto, entiendo que tengo
Una gran fuerza interior de paz, la tengo que alcanzar
Y utilizar para recargar mi ser.
Esta fuente de paz eterna está siempre en mi interior
Ahora voy allí con mi pensamiento.
Me dirijo profundamente con mi pensamiento, muy profundamente hacia mi interior. Empiezo a experimentar esta fuerza interior de mi ser, esta fuente eterna de paz.
Absorbo esta paz,
La absorbo y me hago totalmente pacífico.
En silencio, en concentración,
Me experimento como un ser totalmente en paz.
Soy un ser de paz.
Soy paz, completa paz.
En silencio permanezco en este pensamiento.
Soy un punto de energía viviente.
Soy un ser de paz.”



EL ARTE DE MANTENER UN EQUILIBRIO

La razón por la que queremos entender cómo funciona nuestra mente es para que podamos crear un equilibrio entre nuestro mundo interno (pensamientos, sentimientos, impresiones) y nuestro mundo externo (palabras, acciones, comportamientos, relaciones, etc.)

El equilibrio es la base para la armonía en todos los aspectos de la vida: en el universo, en la naturaleza, en el entorno, en la sociedad, en la familia e incluso en el individuo. No importa cuán bueno o beneficioso sea algo, si no lo entendemos y pasamos sus límites se convierte en algo que finalmente causa daño (por ejemplo, la buena comida). Muy a menudo tendemos a realizar un exceso de cosas y vamos a los extremos; mantener un equilibrio requiere un claro entendimiento de cuando hacer algo y cuando no hacerlo, cuando empezar y cuando parar. A esto también lo llamamos la habilidad de discernir y de tomar decisiones, que es la tarea de nuestro intelecto. Un intelecto claro tiene objetividad y nos da una amplia perspectiva en nuestra actitud hacia los demás y las situaciones, de esta forma uno puede fácilmente mantener el equilibrio interior y exterior.

Cuando hablamos de equilibrio no nos referimos a equilibrio entre lo positivo y lo negativo sino equilibrio solo entre aspectos positivos que son opuestos uno con otro. Por ejemplo, el equilibrio entre la tolerancia y la valentía, o entre el amor y el desapego, o entre la paciencia y la determinación, o ser preciso y a la vez estar libre de preocupaciones, o ser activo y silencioso.

Vamos a tomar el ejemplo de la tolerancia y la valentía. Todos sabemos lo importante que es la virtud de la tolerancia, que tan a menudo es necesaria en nuestra vida diaria para evitar conflictos y para permanecer en paz con nosotros mismos. Con tolerancia somos capaces de aceptar las diferencias que existen y no tenemos miedo de ellas. La tolerancia viene del entendimiento de que cada persona es como un actor que representa su papel propio e individual y de comprender que yo tengo que representar mi propio papel lo mejor que puedo. La tolerancia nos capacita a aprender de cada situación, incluso aunque parezca muy negativa, ya que mediante la tolerancia aprendemos a no reaccionar negativamente, permitiéndolos así ver el beneficio que está escondido en esa pérdida. Sin embargo, si nos excedemos de tolerancia, entonces el resultado es que nos hacemos apáticos, indiferentes, despreocupándonos de lo que sucede. La razón por la que la tolerancia puede llegar a un extremo, es decir, a la indiferencia, es debido a que no la hemos equilibrado con la valentía (afrontar a los demás o a las situaciones) y ser activo. Muy a menudo es necesario que digamos nuestra opinión acerca de algo que es erróneo, pero por falta de autoconfianza, un poco de inseguridad o por tener miedo a la reacción de los demás, preferimos mantener silencio y no hacer o decir nada.

No hacer o no decir por miedo a lo que los demás dirán eso no es tolerancia. Aunque es muy importante que digamos nuestra opinión claramente sobre algo que no nos gusta o que no estamos de acuerdo, aun así tenemos que poner atención que lo hagamos con buenos sentimientos o ego. Ya que si la ira, la irritación o el odio está detrás de nuestras palabras entonces la otra persona no lo escuchará, pensando en que la queremos corregir. Por eso, necesitamos ser capaces de ver el momento adecuado para decir algo y también cómo decirlo de manera que pueda haber comunicación.

Si por ejemplo, alguien está enfadado con nosotros e intentamos en ese momento decirle que lo está haciendo mal, entonces es imposible hacerle comprender. Es más sabio esperar el momento adecuado cuando la persona esté calmada y entonces hablarle sin malos sentimientos. Ya que tolerancia no significa aceptarlo todo a ciegas, sino por el contrario, entender y cambiar lo que puedo y aceptar lo que no puedo cambiar.

Otro equilibrio importante en la vida es el de ser amoroso y desapegado al mismo tiempo. Si mantenemos este equilibrio podemos ser amorosos con los demás y a la vez estar libres de desacuerdos y preocupaciones. El amor probablemente es el valor más elevado que todos los seres humanos desean experimentar desde el momento del nacimiento hasta la muerte. El amor verdadero y desinteresado se ha hecho tan escaso que la mayoría de la gente no cree en su existencia. Por amor verdadero entendemos la capacidad de respetar a los demás tal como son y ser capaces de dar sin esperar un retorno de lo que se ha dado. El verdadero amor da libertad y nos crea el espacio para crecer y expresar nuestra individualidad. A menudo, sin embargo, no mantenemos la distancia adecuada entre nosotros y aquellos a quienes amamos y entonces en lugar de dar desinteresadamente empezamos a tener expectativas a poseer y a exigir. Es cuando confundimos el amor con el apego que creamos ataduras hacia nosotros mismos y con los demás. El apego significa que no respetamos la libertad de los demás e incluso peor, desarrollamos el sentimiento de posesividad con los demás. El signo de este apego o posesividad es que habrá miedo, preocupaciones, inseguridad, celos y finalmente sufrimiento. Este amor malentendido no sólo destruye la amistad y las relaciones en general sino que nos hace perder el respeto por nosotros mismos. Por supuesto que necesitamos también amor y respeto, pero nunca podemos recibirlo pidiéndolo o esperándolo de los demás o dándolo por sentado en nuestras relaciones. Es cuando empezamos dar estas cosas que automáticamente las recibimos. Cuanto más demos más recibiremos, pero tenemos que dar de forma altruista, sin expectativas de recibir un retorno, de otra forma puede que demos mucho y no recibamos nada. Solo podemos dar desinteresadamente cuando primero descubrimos que tenemos estas cualidades en nuestro interior y cuando nosotros primero las experimentamos. También viendo el lado positivo en los demás somos capaces de darles respeto y consideración. Si tomamos el ejemplo de una madre, ella trata de hacer crecer a sus hijos y educarlos lo mejor posible; cuida amorosamente de ellos y olvida sus errores por amor. Ella constantemente da mucho, pero ¿Qué ocurre si el resultado final no es el que ella esperaba, si su hijo no toma todos los buenos consejos que le ha estado dando y sigue sus propias ideas (erróneas)? Lo que ocurre a menudo en tales casos es que la madre tiene una conciencia negativa pensando que no fue lo suficientemente buena, o culpará o acusará a sus hijos por ser tan desagradecidos. En ambos casos, ella no ha entendido una ley básica y eterna que es: “no importa cuánto demos a alguien, depende de él cuanto quiere tomar”. De la misma forma, como esta madre, nuestra tarea es la de ser capaces de tener pensamientos positivos y sentimientos de cooperación hacia los demás, pero no es nuestra tarea el preocuparnos por cuanto quieren tomar o no, o culparlos si no toman nada. Cada uno es libre de escoger para sí mismo qué quiere hacer y hasta qué punto. Lo importante es que yo esté haciendo lo que es correcto; revisar esto es mi primer deber.

El equilibrio más importante es el de los pensamientos, palabras y acciones. O en otras palabras, el equilibrio entre el mundo interior y el mundo exterior. Solo cuando hablamos lo que pensamos y hacemos lo que decimos puede empezar a crecer en nosotros el autorrespeto y la autoconfianza. Cuando mi entendimiento, mis experiencias y mis acciones son uno, entonces puede haber armonía y estabilidad interior. Y sólo cuando estamos estables los demás pueden confiar en nosotros. Ni los demás no pueden confiar en mí ni yo no puedo tener fe en mí mismo si un día estoy en paz y coopero y al día siguiente estoy enfadado y de mal humor. Probablemente fe en nosotros mismos es la fe más difícil de tener. Es fácil tener fe en Dios, por lo menos cuando tenemos problemas o tenemos necesidad. Es fácil también tener fe en los demás si nos ayudan. Pero para desarrollar fe en nosotros mismos necesitamos poner atención a no repetir el mismo error por segunda vez. La hipocresía, es decir, hablar una cosa y hacer otra es lo que destruye la fe y la confianza en mí mismo y la fe de los demás en mí. La honestidad conmigo mismo es muy importante para ser capaz de crear ese equilibrio interior entre pensamientos, palabras y acciones. La honestidad hace que haya claridad y sencillez en todo; no hay complicaciones ni confusiones.

El equilibrio es una función especial del intelecto ya que es solo mediante el entendimiento de lo que se necesita, cuándo se necesita y hasta qué punto, que nuestra vida podrá ser positiva y con contentamiento.

Hemos hablado del equilibrio entre tolerancia y valentía, amor y desapego, los cuales nos ayudan mucho en nuestras actividades diarias. Otro equilibrio es entre la determinación y la paciencia. Necesito determinación para conseguir una meta. No dejo que las distracciones me alejen de lo que me he fijado hacer. Esa firmeza es muy admirable, sin embargo, llevada al extremo, esa determinación se convierte en cabezonería y, con cabezonería la persona se olvida del arte de escuchar a los demás y no permanece fácil ni flexible. La determinación, para que sea correcta, tiene que ir equilibrada con la paciencia. Paciencia significa cambiar y seguir un objetivo, pero sin presión. La paciencia me enseña que no todo depende de mí; a menudo tengo que esperar, tengo que tolerar situaciones y personas mientras intento conseguir mi objetivo. La paciencia es calma y quietud, permitiendo que el gran factor del tiempo juegue su parte.

El jardinero tiene la determinación de plantar un hermoso jardín y hace todos los arreglos adecuados, sin embargo, necesita paciencia. El sol, la tierra, las estaciones, el tiempo, todos tienen su papel que representar e incluso las semillas mismas germinan a su propio tiempo. El jardinero no puede insistir para que todas germinen juntas y den el mismo perfume.

La paciencia es una gran virtud, pero en su extremo puede convertirse en descuido y pereza. “Mañana, mañana”, “no tengo prisa”, algunas veces tales frases pueden vencer de la pereza más que de la sabiduría. Así que, de estos ejemplos, podéis ver como cada una de las situaciones de la vida requiere un número de virtudes trabajando al mismo tiempo para que haya éxito.
¿Podéis pensar en otros equilibrios importantes y necesarios para un estilo de vida positivo y con contentamiento?

Para mantener cualquier equilibrio es importante interiorizarnos y tomar poder de nuestras fuerzas interiores y después utilizar ese poder en los patrones de pensamientos, palabras y acciones que creamos. No vamos hacia dentro para quedarnos allí, sino para descubrir aquello que falta en nuestras vidas. Es en el verdadero y profundo silencio que emergemos de nuevo el poder para mejorarnos a nosotros mismos.
Repetir el ejercicio de silencio de la lección 2.

EL JUEGO DE LA VIDA

¿Cuáles son algunas de las características de un juego?

A) Cada jugador debe conocer exactamente su posición, papel y responsabilidades.

B) Cada jugador debe conocer la posición exacta, el papel y las responsabilidades de los demás en su equipo.

C) Normalmente hay un equipo de jugadores; cada miembro del equipo necesita cooperar completamente con el otro, de lo contrario no puede haber victoria.

D) Cada jugador debe conocer la meta y el objetivo del juego.

E) No hay dos jugadores en un equipo que tengan exactamente la misma función.

F) Hay leyes y reglas para cada juego. Romper o desafiar una regla en particular supone una penalización, una pérdida de algún tipo.

G) A menudo los juegos tienen un árbitro, alguien que no está jugando pero que observa el juego asegurándose de que se juega de acuerdo con las reglas.

H) Se necesita mucho entrenamiento para perfeccionar el arte del juego y, en particular, el papel de uno dentro del juego.

La vida humana es similar a un juego. Cada persona es un jugador que tiene un papel específico que desempeñar. Cuando hay el reconocimiento del ser o autoconocimiento de mi papel entonces puedo jugar correctamente en el juego de la vida, es decir, con contentamiento, propósito y éxito. El éxito me da felicidad y realización y, mis interacciones con los demás son positivas y no están llenas de negatividad como la ira, desconfianza, celos egoísmo, etc.

Otra imagen que también podemos utilizar para describir la vida humana es la de un teatro. La vida es una obra de teatro y cada ser humano es un actor que interpreta su papel.

La esencia del tema, sea que veamos la vida como un juego o como una obra, es que cada uno debe conocerse a sí mismo y su papel, de lo contrario las interacciones, es decir, las relaciones con los demás son confusas y alteradas. También, para una interacción correcta con los demás jugadores, necesito conocer qué es lo que son y cuál es su papel; necesito valorar y respetar, eso si queremos relacionarnos los unos con los otros con facilidad, flexibilidad y tolerancia.

También dijimos que dos jugadores de un equipo o dos actores no pueden tener exactamente la misma parte que interpretar. Esto también es una regla para la vida: cada uno de nosotros es un individuo único interpretando un papel único. Si yo no entiendo, valoro o precio mi propio papel, entonces me comparo a mí mismo con los demás y desarrollo un tipo de pensamientos y hábitos negativos, tales como culpar a los demás por mi propia falta de felicidad o paz, también celos, competitividad, incluso se desarrollan complejos de inferioridad y depresión. Cando estas actitudes entran en la conciencia, significa que otra regla o ley básica del juego de la vida ha sido olvidada, que es: cada persona en el juego tiene su papel distinto e individual a interpretar, al igual que yo. Cuando nos olvidamos de nosotros mismos, fácilmente nos olvidamos de esta regla. El resultado es que una observación excesiva de los demás, así como analizarles provoca una “crisis de identidad” dentro del ser. “Debería ser yo así; debería hablar como éste, debería...”

Yo soy yo mismo; debo aprender el arte del autoconocimiento. A partir de este primer paso al interior del ser se inician unas relaciones sanas con los demás.

Por supuesto, aunque uno necesita apreciar y valorar al ser, no debería haber ego: “Soy esto, soy eso, tengo este talento, esta posición social, etc. etc.” Tal ego, que está basado en un entendimiento limitado del ser, significa perder el juego. Tal falta de autoconocimiento significa que no puedo jugar con precisión, facilidad ni éxito. Los objetivos más importantes de la vida son las experiencias del amor y la felicidad; una persona egoísta nunca puede experimentar estas cualidades porque el amor, respeto y felicidad sólo pueden ser dados libremente desde los corazones de los demás, no pueden pedirse o tener expectativas sobre ellos. Una persona con complejo de inferioridad ni puede ganar el amor ni el respeto de los demás, sólo pena o compasión en el mejor de los casos.

Para ir más allá del sentido de superioridad e inferioridad hay otra regla: “Nunca pensar que yo soy todo, nunca pensar que no soy nada”. Mantener siempre reconocimiento de que existo, por lo tanto, tengo algún valor y sea lo que sea tengo que dejar desarrollarme y así utilizar de manera altruista para el beneficio de los demás. Esta actitud automáticamente trae consigo felicidad y beneficio para el ser. Lo que se comparte es lo que tiene valor.

La libertad es un ingrediente esencial para experimentar felicidad. Cuando hay un amor y respeto verdaderos por los demás, automáticamente tal persona utiliza su libertad con un sentido de responsabilidad; sabe no infringir en los derechos de otro porque este también tiene derecho, tiene un papel que interpretar, tiene un valor y por encima de todo, también tiene un derecho a la libertad.
Una persona irresponsable nunca es libre; irresponsable significa el que usa mal su propia libertad o restringe la libertad de los demás debido al egoísmo o al ego. Tal persona nunca es libre ella misma porque siempre tiene que pagar el efecto de tal actitud y tales acciones. Las consecuencias pueden ser en forma de soledad, falta de amor, vacío interior, depresión, etc.

La libertad y la responsabilidad son las dos caras de una moneda y son absolutamente inseparables. Es una regla fundamental de todas las relaciones e interacciones humanas. En otras palabras, es la ley del karma, que enunciada de una forma sencilla dice que por cada acción hay una reacción igual y opuesta. Opuesta significa opuesta en dirección. Lo que yo doy a los demás sea bueno o malo, es lo que recibiré. Somos libres de elegir, pero cada elección que hago lleva consigo una responsabilidad personal y unas consecuencias.

¿Cómo puedo interpretar el juego de la vida con éxito, interactuando con los demás con Positividad mediante el hecho de mantener tanto mi autorrespeto como el dar respeto a los demás?
El primer paso, como se ha mencionado, es conocer ¿Quién soy yo? Y ¿Cuál es mi papel? Sin autoconocimiento preciso el juego está ciertamente perdido.

Hemos estado hablando en tres cursos previos de un punto de energía y de la mente, intelecto e impresiones. Ahora voy a entender que yo soy este punto de energía eterna al que se le llama alma y que dentro de yo, el alma, está en la mente, el intelecto y las impresiones, las tres energías que constituyen la conciencia humana. ¿Quién soy yo? Soy un ser eterno, pienso, decido, siento, actúo. Yo soy un alma, un actor dentro de este traje físico el cuerpo y estoy interpretando mi papel, en el escenario del mundo. Yo no soy este traje de materia, sino que lo utilizo y lo necesito para interpretar mi papel.

Cuando me entiendo a mí mismo como un ser eterno, entiendo que tengo recursos de energía eternos en mi interior, es decir, paz, amor, felicidad, verdad. Puesto que soy eterno y tengo cualidades eternas, no importa cuán escondidas pueda parecer que están, entonces entiendo que las demás personas son lo mismo. Nosotros, como actores eternos, estamos en un juego, en esta obra juntos. Con esta conciencia de mi individualidad y del respeto por la individualidad eterna de los demás, el juego de la vida puede jugarse correctamente, con armonía.

Sin embargo, cuando me hago “consciente del traje” me siento como que, si fuera solo el cuerpo, eso crea actitudes y emociones negativas tales como el odio, los celos, los complejos de superioridad o inferioridad, el ego, etc.

Así que cuando se pierde la verdadera identidad del actor o jugador, entonces nuestras interacciones con los demás se vuelven confusas, negativas y nos cansan. Volver a jugar el juego de la vida correctamente significa que la paz y la armonía reinarán en el individuo y a nivel global. Todos queremos paz, pero necesitamos estabilizarnos en el punto correcto y este es el interior del ser. Necesito volver a la identidad original, donde todos somos lo mismo: puntos de luz eterna, seres individuales, todos tenemos un derecho a estar aquí.

Con este conocimiento del ser eterno, uno desarrolla una gran fortaleza interior y con ella es capaz de superar muchos obstáculos y negatividades de la vida. Cuando más estable estoy en mi autoconocimiento más fácil es para mí ser tolerante, flexible y paciente. El éxito de mi papel en el juego de la vida depende de esto.

Ahora, en el ejercicio de silencio, podemos practicar el ver, entender y experimentar el ser como un ser eterno con recursos interiores eternos.

Ejercicio de Silencio

Utilizaremos la expresión “Om Shanti” para ayudarnos a enfocarnos y concentrarnos.

Om significa soy un alma

Om Shanti: soy un alma de paz

Este término, realmente, es un pensamiento que podemos mantener de forma firme en nuestra mente
Cuando tal pensamiento positivo se mantiene con firmeza uno es capaz de obtener poder de él.

Relajémonos y empecemos:

“Suavemente me concentro en el centro de la frente.

A medida que me concentro Me veo a mí mismo como un punto de energía,
Un punto de luz pura.
Soy energía
Y dentro de esta energía Hay muchas cualidades.
La cualidad más poderosa de todas ellas es la paz;
Om Shanti
Soy un alma
Un ser de paz.
Me concentro suavemente en este pensamiento:
Om Shanti,
Y experimento mi estado original de paz eterna.
Om Shanti
Soy un alma llena de paz
Soy un punto de luz, de energía.
Con concentración
Voy en lo profundo de mí mismo
Y absorbo este poder de la paz.
En silencio
Permanezco absorto en este pensamiento
De Om Shanti
De paz pura y eterna.
Om Shanti”.



MEDITACIÓN. EL PODER DEL PENSAMIENTO CONCENTRADO

Cuanto mayor es la concentración, más puede profundizar uno, tanto en el entendimiento como en la experiencia. Cuando la mente y el intelecto chapucean en la superficie cuando la vida es simplemente una continuación de rutinas y hábitos superficiales, entonces la vida se vuelve vacía, seca y sin significado.

Una vida sin una meta es como un barco sin timón. El resultado es un ir a la deriva, agotador y sin un objetivo. Las energías, especialmente las de la mente, están dispersas y esparcidas, no hay un foco donde reunir y concentrar las energías del ser y así utilizarlas de forma constructiva. La sociedad moderna tiene este mal o enfermedad interior, la falta de contentamiento, propósito y valores apropiados con los cuales la vida puede ser guiada. Esta carencia produce frustración personal, estrés, y una variedad de pesares.

¿Cómo superar esta enfermedad interior del alma humana? ¿Cómo organizar y dirigir las energías del ser hacia objetivos dignos?

La meditación ha sido reconocida como un método viable para ayudar al ser humano a reorientar su vida y conseguir una estabilidad interior. La palabra “meditación” procede de la palabra latina “mederi” que significa “curar”. La curación del ser interior no es una cuestión de tomar ninguna medicina física, sino que depende de reestablecer el equilibrio interior mediante el conocimiento espiritual, las actitudes correctas y la utilización correcta de la energía mental. En la meditación, tal y como se ha enfatizado, durante todo el curso entero, aprendemos a mirar a nuestro interior y es el interior del ser donde hallamos los recursos que puedan sanarnos. ¿Qué recursos? Los recursos de paz, amor, verdad, felicidad... que son energías eternas del interior del ser y mediante el pensamiento concentrado aprendemos a dejar que en estas energías puras se manifiesten en la conciencia, y después, en nuestras acciones diarias. En Grecia, la palabra meditación se traduce como “dialoguismos”, de donde procede la palabra española “diálogo”. En Grecia, la idea de la meditación es la de tener un diálogo con uno mismo, con el ser, un proceso muy necesario para desarrollar el autoconocimiento y acumular fortaleza interior.

El diálogo con uno mismo, con su ser, cuando se dirige correctamente y se basa en las perspectivas y valores espirituales, limpia la mente de ideas negativas acerca de uno mismo y clarifica el intelecto, tanto para formular como para seguir ideas correctas para el desarrollo del autorrespeto.

Diálogo no significa quedarse atrapado en sentimientos de culpabilidad sobre los errores o limitaciones, ni significa blanquear cosas obvias que deben cambiarse, significa la eliminación de repetidas auto- imágenes negativas que vacían al ser de felicidad y confianza en sí mismo. La base de este diálogo espiritual con el propio ser es la introspección. La introspección es la habilidad de examinar, revisar y cambiarme a mí mismo, dondequiera, como sea y cuando quiera que deba hacerlo. Sin una reevaluación consistente de mis actitudes y modelos de pensamientos, los hábitos negativos dominarán mi conciencia con mucha facilidad. Por supuesto, un diálogo sano con el ser significa que interactúo positivamente con los demás, no quedarse atrapado o perdido en mí mismo. Los demás, las situaciones, son todos mis profesores; ellos me ayudarán a crecer si tengo la sensatez de tomar beneficio de todas las cosas.

Sin embargo, cualquier cosa que entre en la mente y el intelecto siempre necesita ser evaluado y revisado. Tal evaluación es necesaria a fin de que no se produzca ningún daño para el ser ni para los demás.

La introspección trae al estado de ser un observador: observar el ser y no reaccionar a las situaciones con emociones negativas tales como la ira, el odio y el resentimiento.

El estado del observador desapegado conserva la energía interior y al mismo tiempo mantiene al ser espiritual, mental y emocionalmente sano. Así, si aprendo a dialogar conmigo mismo positivamente, es decir, no quedarme atrapado en sentimientos de culpabilidad, remordimiento, proyección de culpa sobre otros, comparación con los demás, entonces puedo convertirme en mi mejor amigo.

El tercer significado de meditación podemos tomarlo de la palabra sánscrita “Yoga”. Es a través del entendimiento de esta palabra que aprendemos a cómo obtener ayuda, es decir, cierto poder espiritual externo que puede ayudarme a sanar y también a dialogar positivamente conmigo mismo. La palabra yoga significa juntar o volver a unir. ¿Volver a unirse con qué y con quién? La respuesta es, en primer lugar, con mí ser original y eterno, el alma, y en un segundo lugar con la eterna fuente suprema de todo poder y energía; esa fuente me ayuda a reenergetizarme y volver a conocerme a mí mismo.

Sobre este planeta tierra, todo depende de alguna fuente externa de energía para el movimiento y el crecimiento. Por ejemplo, las semillas de las plantas y árboles tienen su propia fuente de energía dentro de sí mismas: a esta se le llama la energía de la naturaleza. Sin embargo, esta energía no puede liberarse a menos que actúe sobre ella una fuente de energía externa, es decir, la energía del sol. Sólo a través del poder de la luz del sol las semillas de la tierra brotarán en la vida y crecerán.
El cuerpo humano mismo tiene su propia energía, pero diariamente necesita fuentes externas de energía, comida, aire, luz del sol, agua. Sin estas fuentes externas, el cuerpo humano no podría existir.

Incluso una batería gastada, necesita otra batería o alguna fuente de energía para recargarse. El ser humano se ha debilitado, no hay paz constante ni sensación de propósito, felicidad o contentamiento, etc. El alma humana necesita recargarse. Aunque el alma humana tiene grandes potencialidades dentro de sí misma como las semillas de la naturaleza, se necesita una fuente de energía externa para que emerjan los poderes latentes. Esta fuente externa de poder no es física, puesto que el alma humana tampoco lo es. A esta fuente de poder se le ha llamado tradicionalmente Dios o el ser supremo. Muchos nombres, de hecho, se le han dado a la fuente. Por el momento es suficiente saber que este Poder Supremo es el Punto Eterno de Referencia para toda Creación, cuya tarea es de recargar y limpiarlo todo. Siendo eternamente pura y no polucionada por ningún rastro de egoísmo o violencia, el Ser Supremo es totalmente benevolente y a través de las energías eternas de Amor y Verdad es capaz de recargar y llenar al alma humana con todos los poderes. Por supuesto, cada uno elige su propio nivel de limpieza, recarga o plenitud. De acuerdo a la elección individual así serán los poderes resultantes de amor, paz, felicidad y verdad visibles con claridad en el ser.

El Ser Supremo es entendido como un punto eterno, de Luz pura, que reside en el mundo del silencio eterno más allá del Tiempo y la Materia. Podemos alcanzar esta fuente de Amor y Pureza, o a la inversa el Ser Supremo puede alcanzarnos a través del poder del pensamiento concentrado. Solo toma un segundo para que empiece tal comunicación. Cuando alcanzamos tal lugar del silencio eterno, el mundo de la luz silenciosa, enfocamos nuestra atención amorosa sobre el Ser Supremo y, si nuestro enfoque es concentrado, podemos sentir cómo el ser se llena de paz y el amor más puro que jamás hayamos sentido en toda nuestra existencia.

Esto es yoga: volver a unir a ser con el Supremo y a través de esto recordar todas las cosas de valor que habíamos olvidado. Yoga significa recordar: recordar el ser original, la relación original y eterna con el Ser Supremo y recordar, mediante la experiencia, el significado puro de amor, paz y felicidad.

Ahora, vamos a experimentar con un ejercicio de meditación sobre esta unión con el Supremo:

Me enfoco suavemente en el centro de la frente

Soy un punto de energía viviente
Soy energía
Soy un alma
Suavemente me concentro en este pensamiento
De ser un alma
La personificación de la paz
Om Shanti
Yo, el alma
Estoy llena de paz
Om Shanti
Ahora con un pensamiento, sólo un pensamiento
Voy más allá del tiempo, más allá de esta tierra;
Voy a un mundo de silencio, un mundo de luz
En este mundo veo una luz.
Es un punto de luz pura, irradiando luz.
Es la luz de la sabiduría, la luz del amor.
Este es el supremo entre todos los seres
Es mi padre, y mi madre eternos
Es la fuente suprema de poder espiritual
En profundo silencio, con el pensamiento suavemente concentrado
Me acerco más y más
A esta fuente de luz y amor
Yo, el alma, el punto
Estoy absorto en las olas de amor
De esta fuente
Me lleno con poder, con luz
Con paz.
En silencio, en profunda paz,
Permanezco aquí contigo
Mi amado padre
Absorbiendo suavemente amor y fortaleza.
Déjame permanecer aquí contigo
En paz, en amor y en silencio;
Silencio puro y profundo.
Om Shanti



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