sábado

LA GRATITUD









La gratitud es un sentimiento muy valioso, tanto para nosotros como para las personas que la reciben. Veamos lo que significa gratitud: cuando agradecemos una cosa a alguien, le estamos diciendo que nos ha ayudado, que nos ha hecho un bien. Todos necesitamos sentirnos útiles y saber que lo que hacemos es bien acogido y valorado por los demás. Al dar las gracias a una persona también le estamos diciendo, aunque sin palabras: “Sí, lo que tú haces es útil y beneficioso, y yo así te lo reconozco”.


Agradecer es muy importante. Todos sabemos por propia experiencia, cómo nuestra relación puede fortalecerse y hacerse más estrecha y cordial con aquellos a los que damos las gracias. Además, nos ayuda a romper el hielo que pudiera existir entre alguna persona y nosotros. La palabra “gracias”, dicha desde el corazón, es un mensaje de hermandad que llega directamente al corazón de la persona a la que va dirigida.

En cambio, quien es arrogante o se siente superior cree merecer todo lo que recibe de los demás, y la palabra gracias no entra en su vocabulario, o si la dice es de un modo rutinario y sin sentirla. Su corazón permanece cerrado, sin conexión con los corazones de los demás.

Vivir sintiendo y expresando gratitud es algo muy hermoso para nosotros, y de gran ayuda para las demás personas con las que nos relacionamos.

¿Hay algún modo de desarrollar la gratitud? Sí, lo hay y es muy eficaz. Desde hoy, desde ya, agradecemos todo lo bueno y todo lo bello que la Vida nos entrega, no solamente los favores que ocasionalmente nos pueda hacer una persona:

Agradecemos el nuevo día que la Vida nos ofrece, agradecemos el tener un techo, comida, familia y amigos que nos aman…

Agradecemos a nuestros animales de compañía, a nuestro periquito, a nuestro perro o gato.
Agradecemos cada pequeña cosa, cada recuerdo agradable que tenemos de tantas personas como nos ayudaron…

Agradecemos a nuestros padres que nos dieron la vida, no importa si la relación que tuvimos con ellos fue buena o no…


“Agradezco, agradezco, agradezco. Vivo agradeciendo cada momento y mi corazón se va expandiendo, y en él tienen cabida todos los seres. ¿Todos? Sí, en él hay lugar para todos sin excepción. Por lo pronto no hay puertas que impidan la entrada a nadie y, además, en él se está muy bien pues es un lugar de gratitud. ¿Quién no querría estar allí?”








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