LA NECESIDAD DE CONOCER - de la REALIDAD DEL SER - DE GURDJIEFF por JEANNE SALZMAN




LA NECESIDAD DE CONOCER




~ 9. UN NUEVO CONOCIMIENTO ES NECESARIO


Gurdjieff aporto una enseñanza que exige el esfuerzo consciente en lugar de la obediencia. Una idea fundamental: todo sucede en el sueño. Uno no puede ver nada en el sueño. No puede tener ninguna dirección voluntaria. Dependemos completamente de las influencias exteriores y estamos sometidos a las reacciones automáticas de nuestro funcionamiento. Es la esclavitud total. No hay ningún principio superior, ningún principio consciente en nosotros.

El hombre tiene la posibilidad de despertarse de ese sueño, de despertar a lo que viene de Lo Alto, de ser. El medio para ello es la atención, En el sueño, la atención está tomada. Hay que liberarla y volverla en otra dirección. Es la separación del «Yo» y del «yo». Es la fuerza activa opuesta a la fuerza pasiva, la lucha del sí y del no. Esta movilización de la atención es el primer cambio hacia la posibilidad del recuerdo. Sin una atención diferente, uno solo puede ser automático. Con una atención voluntariamente dirigida, uno va hacia la conciencia.

Al dividir su atención, uno puede empezar a observarse. La observación de sí siempre debe estar relacionada con la idea de los centros, de su funcionamiento automático, de su falta de relación, Nuestros tres centros-la mente, el cuerpo, el sentimiento- trabajan con energías diferentes y su disposición determina las influencias que nos llegan. Podemos recibir algo de las influencias superiores, más finas, solo si nuestros centros están colocados de una cierta manera. Si estamos completamente bajo el poder de las influencias inferiores, las más altas no nos llegan. Todo depende de la calidad de las influencias a las que obedecemos, superiores o inferiores. Tal como somos, cada influencia produce el tipo de reacción que le corresponde. Las emociones negativas son una negación en un nivel muy bajo. Si nuestras reacciones están en un nivel bajo, lo que recibimos también está en un nivel bajo. Necesitamos aprender a obedecer a la ley que gobierna las fuerzas superiores y someter conscientemente nuestra voluntad a ellas. El momento de conciencia es un momento de voluntad.

Un nuevo conocimiento es necesario, un saber nuevo que pueda llevarnos al conocimiento del hombre, a un cambio del ser, a la evolución. La ciencia sobre la que se basa la enseñanza de Gurdjieff es muy antigua, pero es una ciencia olvidada. Estudia al hombre no tal como es o tal como cree ser, si no cómo puede llegar a evolucionar. Esa ciencia ve en el hombre una posibilidad de evolución y en ella se estudian sus hechos, sus principios y sus leyes. Es una evolución de ciertas cualidades que no pueden desarrollarse por sí mismas. Sin esfuerzo y sin ayuda, la evolución es imposible. Requiere un esfuerzo consciente y una visión. El conocimiento es el conocimiento del todo. Uno solo puede recibir fragmentos que después debe relacionar. Quizás entonces uno se vuelva capaz de encontrar su lugar justo en una comprensión total.

Hay que vivir el Cuarto Camino. En el trabajo para estar presente, necesito primero encontrar momentos cotidianos de retiro y recogimiento. Entonces, debo llegar a ser capaz de tener momentos de observación de mi identificación con la fuerza de la vida y de encontrar el lugar donde mi atención puede estar entre los dos. Hay que trabajar con otros.

~ 10. LA OBSERVACIÓN DE SI

Si quiero comprenderme, ante todo necesito una mente capaz de observar sin alterar nada. Eso requiere mi plena atención. Y esa observación aparece cuando hay una necesidad real de conocer, cuando la mente lo rechaza todo para observar. Nunca me observo en acción. Nunca me veo funcionar mecánicamente ni me doy cuenta de que es así como quiero funcionar. Necesito convencerme de las desviaciones, de las experiencias y del saber que me impiden observarme. Esa clase de observación es el principio del conocimiento de sí.

Quiero tratar de pensar, de sentir cada pensamiento o cada emoción en mí, pero mi atención divaga por todas partes. EI pensamiento no se completa. Las emociones no se acaban. Oscilan de un objeto a otro como un esclavo, empujadas a veces hacia allá y a veces hacia acá, Si no puedo desacelerar el movimiento, no puedo descubrir el sentido profundo de esos pensamientos o de esas emociones. Es necesario que el movimiento se haga más lento. ¿Cómo hacer esto? Esta desaceleración no puede ser impuesta. Eso crearía conflictos. Una imposición anula el esfuerzo. Sin embargo, el hecho mismo de aparecer para ver desacelera la reacción, El movimiento de las emociones se hace más lento cuando la atención se vacía de toda imagen, palabra o saber. Un pequeño instante ocurre antes de que aparezca la reacción bajo la forma de pensamiento 0 emoción, y entonces puedo verlos aparecer. Verlos de tal manera que conozca su realidad. Como mi único interés es ver, no detengo los hechos que se producen y su contenido profundo me es revelado. Estoy delante de un hecho. Por primera vez comprendo lo que es un hecho: algo que no puedo cambiar, que no puedo evitar, algo que es. Aquí está lo real. La verdad se vuelve todopoderosa para mí. Un estado de atención es un estado en el cual todo saber se ha detenido y solo existe la búsqueda, ¿Cómo puedo conocer algo viviente? Siguiéndolo. Para conocer el Yo, debo seguirlo.

Gurdjieff muestra la necesidad de la observación de sí, pero esta práctica muchas veces ha sido mal comprendida. De ordinario, cuando observo, hay un centro desde donde se realiza la observación y mi mente proyecta la idea de observar. Pero la idea no es la observación; ver no es una idea, el acto de ver es una experiencia. Yo no fijo mi mente sobre un objeto. EI objeto soy yo, viviente, un ser que necesita ser reconocido para vivir. No es un punto fijo que mira a otro. Es un acto total, una experiencia que solo se puede realizar cuando no hay separación entre lo que ve y lo que es visto. No hay un centro desde donde se hace la observación. Hay un sentimiento de un tipo especial, un deseo de conocer, un afecto que envuelve todo lo que veo y no deja de interesarse por nada. Necesito ver. Cuando comienzo a ver, comienzo a amar lo que veo. Estoy en contacto con lo que veo, intensamente, completamente. Ese conocimiento es el resultado de esta nueva condición. Despierto a lo que soy y toco la fuente del verdadero amor, una cualidad del ser.

La verdad de lo que soy solo puede ser vista por una inteligencia en mí, una energía fina que ve. Debe haber una relación muy precisa entre el pensamiento habitual y esa visión; una debe someterse a la otra; de otra manera, uno es tomado por el material del pensamiento. No puede haber ninguna contradicción, por pequeña que sea, en mi mismo; de lo contrario, no puedo ver. Una contradicción quiere decir, por un lado, la necesidad de conocer lo que soy, y por otro, una cabeza que funciona sola, para ella misma; una emoción que trabaja sola, para ella misma; y tensiones que me separan de una sensación, ¿Voy a tratar de cambiar mi estado porque ayer tuve uno mejor?; o bien, en esta oscuridad y porque lo siento, la necesidad de claridad, de visión, ¿se hace sentir? Si siento la necesidad de ver, un sentimiento que es completamente diferente, poco a poco las tensiones disminuyen por sí solas. Me abro a esa energía sin buscar alcanzar resultados. Debe haber una fuerza que el cuerpo perciba; de lo contrario, él no se abrirá, La energía se libera y aparece una realidad interior. Ya no hay contradicción. Yo veo …, solo veo.

Observarse sin conflicto es como seguir un torrente. Con una mirada que se anticipa al agua que se precipita, ver el movimiento de cada pequeña ola. Uno no tiene tiempo de formular, de nombrar, de juzgar. Ya no hay pensamiento. Mi cerebro se vuelve muy tranquilo, muy sensible, muy vivo, pero tranquilo. Puede ver sin distorsión, La observación silenciosa hace nacer la comprensión, pero esa verdad debe ser vista. El orden nace de la comprensión de lo que es el desorden. Esa posibilidad de ser a la vez el caos y la presencia al caos es el conocimiento de otro orden de cosas.

~ 11. EL ESFUERZO CONSCIENTE

¿Por qué comienzo a trabajar? Para saber lo que me incita a hacer un esfuerzo necesito una atención más consciente. Esa atención no puede ser mecánica, porque debe ser constantemente rectificada para que pueda durar. Habrá entonces alguien que vigile, y ese vigilante representará un estado de conciencia diferente.

Cuando me retiro de la vida para abrirme a mí mismo, en algún momento me siento pertenecer a un orden diferente. Recibo esa impresión, tomo conciencia de ella. Ahora esa impresión va a formar parte de mi Presencia. Está allí para ayudarme. o bien la relaciono con un momento de esfuerzo y la hago entrar en una asociación consciente, o bien ella se va a asociar inconscientemente y no me ayudara. Debo hacerla aparecer conscientemente, asociándola con otra impresión. Entonces, debo vigilar, con una atención voluntaria, para conservar una impresión consciente de mí mismo el mayor tiempo posible.

Hay momentos accidentales de recuerdo de si debidos a impresiones conscientes o no conscientes. Esas impresiones recurren en nosotros, no sabemos cómo. Pero se nos escapan y se pierden porque no están relacionadas, no están asociadas intencionalmente. No tenemos ninguna actitud voluntaria delante de ellas y solo nos pueden conducir a una reacción ciega. Necesito adoptar una actitud más consciente respecto de ellas. Al ver que de un momento a otro no soy el mismo, siento la necesidad de un punto de referencia, de medir esos estados diferentes en relación con algo que siempre permanece igual en mí. Todo mi trabajo gira alrededor de ese punto de referencia. Para mí, el representa mi comprensión actual de lo que es ser un ser consciente.

Se necesita un sacrificio para conservar el sentimiento de Presencia que conozco en el momento del esfuerzo. Debo aceptar renunciar intencionalmente a mi voluntad ordinaria y hacerla servir. Todo depende de mí participación activa. En general enfatizo demasiado la meta de no dejarme llevar, de no perder mi estado. Olvido hasta qué punto necesito ayuda. Confió en algo que nunca me sostendrá y no le pido ayuda a lo más fino que tengo. Entonces nada me sostiene y estoy desvalido. No puede ser de otra manera.

El sentimiento pasa por fases relacionadas con la atención, Al activarse, la atención adquiere algo más fino y es capaz de asir lo que pasa en otros niveles donde las vibraciones tienen una longitud de onda diferente. Cuando tengo el sentimiento de mi presencia estoy en relación con fuerzas superiores y al mismo tiempo con fuerzas inferiores. Estoy en el medio. No puedo tener una sensación de mi sin la participación de las fuerzas inferiores que trabajan en mí. Atención consciente significa algo que está entre dos mundos.

Lo que es difícil de comprender es que nada es posible sin esfuerzo consciente, y que el esfuerzo consciente está relacionado con la naturaleza superior. Sola, mi naturaleza inferior no puede llevarme a la conciencia. Es ciega. Pero cuando despierto y siento que pertenezco a un mundo superior, esa no es sino solo una parte de mi esfuerzo consciente. Solo me vuelvo realmente consciente cuando estoy abierto a todas mis posibilidades superiores e inferiores. Solo hay valor en el esfuerzo consciente.

~ 12. LO SAGRADO SE MANIFIESTA COMO CONCIENCIA INTERIOR

Buscamos acercarnos a lo desconocido, abrir la puerta a lo que está escondido en nosotros y franquearla. Habría que someterse completamente a la voz interior, a ese sentimiento de lo divino, de lo sagrado en nosotros, pero solo podemos hacer parcialmente. Lo sagrado se manifiesta como conciencia interior. Lo divino, Dios, debe ser encontrado dentro. La verdad, la única verdad, está en la conciencia.

Todo lo que existe está constituido por tres fuerzas. Pueden estar representadas como el Padre, la fuerza activa; el Hijo, la fuerza pasiva; y el Espíritu Santo, la fuerza conciliadora. EI Padre crea al Hijo. EI Hijo regresa al Padre. La fuerza que desciende es la que quiere volver a ascender.

En el ser humano la cabeza se opone al cuerpo. La fuerza conciliadora es la voluntad que los une, que los relaciona. Todo viene del querer de esa voluntad.

Para representarse a Dios es necesario representarse esas tres fuerzas. Donde estén reunidas las tres fuerzas, esta Dios. Donde este nuestra atención, esta Dios. Cuando dos fuerzas se oponen y una tercera las une, esta Dios. Podemos decir «Señor, ten piedad de mi», Podemos pedir ayuda, para que esto se haga en nosotros. Es la única ayuda. Es nuestra meta: contener esas tres fuerzas y así unirlas en nosotros … para ser.


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Continúa con: La Apertura a la Presencia







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